[Officium] Feria Quinta infra Hebdomadam IV in Quadragesima [Rule] no Gloria Suffragium=Sanctorum;Vivis;; Super popul [Introitus] !Ps 104:3-4 v. Alégrese el corazón de los que van en busca del Señor; buscad al Señor y permaneced firmes, buscad incesantemente su rostro. !Ps 104:1 Alabad al Señor, e invocad de Nombre; predicad entre las naciones sus admirables obras. &Gloria v. Alégrese el corazón de los que van en busca del Señor; buscad al Señor y permaneced firmes, buscad incesantemente su rostro. [Oratio] Te suplicamos, Dios todopoderoso, nos concedas que alcancemos el santo gozo de la devoción, los que castigamos nuestra carne con los ayunos; para que refrenando los afectos terrenales, estemos más dispuestos a recibir los bienes celestiales. $Per Dominum [Lectio] Lección del libro de los Reyes. !4 Reyes 4:25-38 En aquellos días la mujer sunamita hizo camino hasta llegar donde el hombre de Dios en el monte Carmelo. Cuando el hombre de Dios la vio a lo lejos, dijo a su criado Guejazí: «Ahí viene aquella mujer sunamita. Corre a su encuentro y pregúntale: ¿Estás bien? ¿Está bien tu marido? ¿Está bien el niño?» Ella respondió: «Bien.» Pero cuando llegó junto al hombre de Dios, a lo alto del monte, se abrazó a sus pies. Guejazí se acercó para apartarla, pero el hombre de Dios dijo: «Déjala, porque está pasando una amargura y el Señor me lo ha ocultado, no me lo ha manifestado.» Ella dijo: «¿Pedí yo acaso a mi señor un hijo? ¿No te dije: “No me engañes”?» Él dijo a Guejazí: «Ciñe tu cintura y toma mi bastón en tu mano. Si encuentras a alguien no le saludes, y si alguien te saluda no le respondas. Ve y coloca mi bastón sobre la cara del niño.» Pero la madre del niño dijo: «Por el Dios vivo y por tu vida que no te dejaré.» Entonces él se alzó y marchó tras ella. Guejazí había pasado antes que ellos y había colocado el bastón sobre la cara del niño, pero no se escuchó voz ni respuesta alguna. Se volvió al encuentro de Eliseo y le comunicó: «El niño no ha despertado.» Eliseo entró en la casa; allí estaba el niño, muerto, acostado en su lecho. Entró, cerró la puerta con ellos dos dentro, y oró al Señor. Se subió (a la cama) y se tumbó sobre el niño, boca con boca, ojos con ojos, manos con manos. Se mantuvo recostado sobre él y la carne del niño iba entrando en calor. Se bajó y se puso a caminar por la casa de acá para allá. Se subió y se recostó insuflando sobre él hasta siete veces. El niño estornudó y abrió sus ojos. Llamó a Guejazí y le dijo: «Llama a la sunamita.» Y la llamó. Cuando llegó, él le dijo: «Toma tu hijo.» Ella entró y se echó a sus pies postrada en tierra. Luego tomó a su hijo y salió. Eliseo regresó a Guilgal. [Graduale] !Ps 73:20, 19, 22 v. Vuelve, oh Señor, los ojos a tu alianza: y no olvides para siempre las almas de tus pobres. V. Levántate, oh Señor, y juzga tu causa; ten presentes los ultrajes que ha sufrido tus siervos. [Evangelium] Continuación del santo Evangelio según san Lucas !Lc 7:11-16 Sucedió después que iba Jesús camino de la ciudad llamada Naím, y con él iban sus discípulos y mucho gentío. Y cuando estaba cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que sacaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; e iba con ella gran acompañamiento de personas de la ciudad. Así que la vio el Señor, movido a compasión, le dijo: No llores. Y se arrimó y tocó el féretro. (Y los que lo llevaban, se pararon). Dijo entonces: Mancebo, yo te lo mando, levántate. Y luego se incorporó el difunto, y comenzó a hablar. Y Jesús lo entregó a su madre. Con esto quedaron todos penetrados de temor, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta ha aparecido entre nosotros, y Dios ha visitado a su pueblo. [Offertorium] !Ps 69:2-4 Señor, corre a ayudarme, sean confundidos todos los que maquinan males contra tus siervos. [Secreta] Purifícanos, oh Dios misericordioso, para que las oraciones de tu Iglesia siempre agradables a ti, lo sean aún más por estos piadosos dones que presentamos estando purificadas nuestras almas. $Per Dominum [Communio] !Ps 70:16-18 Señor, me acordare de tu sola justicia. ¡Oh Dios mío! Tú me has instruido desde mi juventud; no me abandones, Dios mío, en el tiempo de la vejez. [Postcommunio] Habiendo recibido los dones celestiales, te rogamos, Señor, que no permitas nos sirvan de perjuicio, habiéndolos instituido para remedio de tus fieles. $Per Dominum [Super populum] !Oración sobre el pueblo v. Oremos. v. Humillad vuestras cabezas ante Dios. v. Oh Dios, maestro y guía de tu pueblo, aleja de él los pecados que le asaltan; para que siempre sea grato y viva seguro con tu protección. $Per Dominum