[Officium] Dominica III in Quadragesima [Rule] no Gloria Credo Prefatio=Quad Suffragium=Sanctorum;Vivis;; [Introitus] !Ps 24:15-16 v. Tus ojos miran siempre al Señor, porque él librará del lazo mis pies; mírame, ¡oh Dios!, y apiádate de mí, porque me veo solo y desgraciado. !Ps 24:1-2 A ti Señor levanto mi alma, Dios mío, en ti confío, no quede yo avergonzado. &Gloria v. Tus ojos miran siempre al Señor, porque él librará del lazo mis pies; mírame, ¡oh Dios!, y apiádate de mí, porque me veo solo y desgraciado. [Oratio] Te rogamos, ¡oh Dios omnipotente!, mires los deseos de los humildes, y extiendas la diestra de tu majestad para defendernos. $Per Dominum [Lectio] Lección de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios !Ef 5:1-9 Hermanos: Sed imitadores de Dios, como hijos queridos, y vivid en el amor como Cristo os amó y se entregó por nosotros a Dios como oblación y víctima de suave olor. De la fornicación, la impureza, indecencia o afán de dinero, ni hablar; es impropio de los santos. Tampoco vulgaridades, estupideces o frases de doble sentido; todo eso está fuera de lugar. Lo vuestro es alabar a Dios. Tened entendido que nadie que se da a la fornicación, a la impureza, o al afán de dinero, que es una idolatría, tendrá herencia en el reino de Cristo y de Dios. Que nadie os engañe con argumentos falaces; estas cosas son las que atraen el castigo de Dios sobre los rebeldes. No tengáis parte con ellos. Antes sí erais tinieblas, pero ahora, sois luz por el Señor. Vivid como hijos de la luz, pues toda bondad, justicia y verdad son fruto de la luz. [Graduale] !Ps 9:20, 4 Levántate, Señor, no prevalezca el hombre; juzgadas sean las naciones en tu presencia. V. Mis enemigos retroceden; tropiezan y perecen en tu presencia. _ !Tracto !Ps 122:1-3 A ti levanto mis ojos, que habitas en los cielos. V. Como los ojos de los siervos están fijos en las manos de sus señores. V. Y como los ojos de la esclava en las manos de su señora; así lo están nuestros ojos en el Señor y Dios nuestro, hasta que se apiade de nosotros. V. Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros. [Evangelium] Continuación del Santo Evangelio según San Lucas !Lc 11:14-28 En aquel tiempo: Estaba Jesús echando un demonio que era mudo. Sucedió que, apenas salió el demonio, empezó a hablar el mudo. La multitud se quedó admirada, pero algunos de ellos dijeron: «Por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios, echa los demonios». Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo. Él, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo va a la ruina y cae casa sobre casa. Si, pues, también Satanás se ha dividido contra sí mismo, ¿cómo se mantendrá su reino? Pues vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú. Pero, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros, pero, cuando otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte su botín. El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama. Cuando el espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por lugares áridos, buscando un sitio para descansar, y, al no encontrarlo, dice: “Volveré a mi casa de donde salí”. Al volver se la encuentra barrida y arreglada. Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él, y se mete a vivir allí. Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio». Mientras él hablaba estas cosas, aconteció que una mujer de entre el gentío, levantando la voz, le dijo: «Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron». Pero él dijo: «Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen». [Secreta] Te rogamos, Señor, que esta hostia limpie nuestros delitos, y santifique los cuerpos y las almas de tus súbditos, para celebrar el sacrificio. $Per Dominum [Communio] !Ps 83:4-5 El pájaro halla casa para sí y la tórtola nido en donde poner sus polluelos; yo, cabe tus altares, Señor de los ejércitos, Rey mío y Dios mío. ¡Dichosos los que moran en tu casa! Ellos te alaban eternamente. [Postcommunio] Te rogamos, Señor, libres propicio de todas las culpas y peligros a los que nos haces participantes de tan gran misterio. $Per Dominum