&Vidiaquam # Incipit !El sacerdote, postrándose al pie del altar, se hace el Signo de la Cruz de la frente al pecho, y dice: v. En el nombre del Padre, + del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. !*D !En las Misas de Difuntos y desde el Domingo de Pasión hasta el Sábado Santo exclusivamente, este salmo se omite. !En seguida, con las manos juntas, inicia la Antífona: S. Entraré al altar de Dios. M. Al Dios que alegra mi juventud. !*&Introibo !El sacerdote alterna con el ministro recitando el salmo: !Ps. 42, 1-5 S. Júzgame tú, oh Dios, y toma en tus manos mi causa: líbrame de una gente impía, y del hombre inicuo y engañador. M. Pues que tú eres, oh Dios, mi fortaleza, ¿por qué me has desechado de tí? ¿y por qué he de andar triste, mientras me aflige mi enemigo? S. Envíame tu luz y tu verdad: me han de guiar y conducir a tu monte santo, hasta tus tabernáculos. M. Y me acercaré al altar de Dios, al Dios que es la alegría de mi juventud. S. Cantaré tus alabanzas con la cítara, oh Dios, oh Dios mío. ¿Por qué estás tú triste, oh alma mia? ¿y por qué me llenas de turbación? M. Espera en Dios; porque todavía he de cantarle alabanzas, por ser él el Salvador, que está delante de mí, y el Dios mío. S. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. M. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. !El sacerdote repite la Antífona: S. Entraré al altar de Dios. M. Al Dios que alegra mi juventud. !El sacerdote, haciendo sobre sí el Signo de la Cruz, dice: S. Nuestro auxilio + es el nombre del Señor. M. Que ha hecho el cielo y la tierra. !Ahora, uniendo las manos y postrándose con humildad, dice el Yo Confieso: S. Yo pecador me confieso a Dios todopoderoso, a la bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado San Miguel Arcángel, al bienaventurado San Juan Bautista, a los santos Apóstoles San Pedro y San Pablo, a todos los Santos y a vos, Padre, que pequé mucho con el pensamiento, palabra y obra; (dándose en el pecho tres veces) por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa. Por tanto, ruego a la bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado San Miguel Arcángel, al bienaventurado San Juan Bautista, a los Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo, a todos los Santos y a vos, Padre, que roguéis por mí a Dios Nuestro Señor. M. Dios Todopoderoso tenga misericordia de vosotros y, perdonados vuestros pecados, os lleve a la vida eterna. !El sacerdote contesta: S. Amén. !El ministro dice el Yo Confieso. M. Yo pecador me confieso a Dios todopoderoso, a la bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado San Miguel Arcángel, al bienaventurado San Juan Bautista, a los santos Apóstoles San Pedro y San Pablo, a todos los Santos y a vos, Padre, que pequé mucho con el pensamiento, palabra y obra; (dándose en el pecho tres veces) por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa. Por tanto, ruego a la bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado San Miguel Arcángel, al bienaventurado San Juan Bautista, a los Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo, a todos los Santos y a vos, Padre, que roguéis por mí a Dios Nuestro Señor. !Ahora el sacerdote, con sus manos unidas, dice: S. Dios Todopoderoso tenga misericordia de vosotros y, perdonados vuestros pecados, os lleve a la vida eterna. M. Amén. !Haciendo sobre sí el Signo de la Cruz, el sacerdote dice: S. El Señor omnipotente y misericordioso nos conceda el perdón, + la absolución y remisión de nuestros pecados. M. Amén. !Postrándose, sigue: S. Dios mío, volviéndoos a nosotros, nos daréis vida. M. Y vuestro pueblo se alegrará en Vos. S. Señor, muéstranos tu misericordia. M. Y dadnos vuestra salvación. S. Escuchad, Señor, mi oración. M. Y mi clamor llegue a Vos. S. El Señor sea con vosotros. M. Y con tu espíritu. !Extendiendo y uniendo las manos, el sacerdote dice en alto: «Oremos». Ahora, al ascender al altar, dice en voz baja: v. Oremos v. Os rogamos, Señor, que apartéis de nosotros nuestras iniquidades, para que podamos entrar con pureza en el Santo de los santos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén. !Con las manos unidas, y postrándose ante el altar, el sacerdote dice: v. Señor, os suplicamos por los méritos de vuestros Santos cuyas reliquias están aquí (besa el altar) y de todos los Santos, que os dignéis perdonarme todos mis pecados. Amén. !*S # Incensación !En las Misas Solemnes el altar es incensado. El diácono dice: Bendice, reverendo padre. !Al bendecir el incienso, el sacerdote dice: Que te bendiga + Aquel en cuyo honor eres quemado. Amén. !El sacerdote acepta el turíbulo del diácono e inciensa el altar. El diácono retoma el turíbulo e inciensa al sacerdote. # Introito &introitus # Kyrie !El sacerdote, en medio del altar, dice, alternando con el ministro: S. Señor, ten piedad. M. Señor, ten piedad. S. Señor, ten piedad. M. Cristo, ten piedad. S. Cristo, ten piedad. M. Cristo, ten piedad. S. Señor, ten piedad. M. Señor, ten piedad. S. Señor, ten piedad. !! Gloria !*&GloriaM !Después, en medio del altar, extendiendo y uniendo las manos y postrándose ligeramente, el sacerdote dice -excepto en Cuaresma, Adviento y en las Misas de Difuntos- el Gloria. Cuando dice las palabras: «os adoramos», «os damos gracias», «Jesucristo» y «recibid nuestra súplica» se postra, y al final se hace el Signo de la Cruz de la frente al pecho: v. Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad. Os alabamos. Os bendecimos. Os adoramos. Os glorificamos. Os damos gracias por vuestra grande gloria. Señor, Dios, Rey de los cielos, Dios Padre omnipotente. Señor, Hijo Unigénito, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre. Vos que quitáis los pecados del mundo, compadeceos de nosotros. Vos que quitáis los pecados del mundo, recibid nuestra súplica. Vos que estáis sentado a la diestra del Padre, compadeceos de nosotros. Porque Vos solo sois Santo. Vos solo sois el Señor. Vos solo sois el Altísimo, Jesucristo. Con el Espíritu Santo, + en la gloria de Dios Padre. Amén. # Colecta !Ahora, el sacerdote besa el altar y, volviéndose al pueblo, dice: &DominusVobiscum !Las Colectas son las oraciones de todos los fieles que asisten al Santo Sacrificio. Levantando la voz, las manos y sus sentimientos a Dios, el sacerdote anima a los fieles a unir sus oraciones con la suya. &collect # Lectura &lectio # Gradual &graduale !*SnD # Evangelio !En las Misas Solemnes, el sacerdote bendice el incienso, y el diácono, arrodillado ante el altar con sus manos unidas, dice el «Munda cor». v. Purificad mi corazón y mis labios, Dios omnipotente, que purificasteis los labios del Profeta Isaías con un carbón encendido, dignaos por vuestra bondad purificarme, a fin de que pueda dignamente anunciar vuestro Santo Evangelio. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén. !Después toma el libro del altar y, arrodillado de nuevo ante el sacerdote, pide su bendición, dice: D. Bendecidme, Señor. !Responde el sacerdote: S. El Señor esté en mi corazón y en mis labios para anunciar dignamente y como es debido su santo Evangelio. Amén. v. En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. !Ahora, volviéndose al libro, con las manos unidas, el sacerdote -en las Misas Solemnes el diácono- dice: S. El Señor esté con vosotros. M. Y con tu espíritu. &evangelium !*RnD # Evangelio !El Misal es trasladado al otro lado del altar. En las Misas Ordinarias, el sacerdote, postrándose en medio del altar, con las manos unidas, dice: v. Purificad mi corazón y mis labios, Dios omnipotente, que purificasteis los labios del Profeta Isaías con un carbón encendido, dignaos por vuestra bondad purificarme, a fin de que pueda dignamente anunciar vuestro Santo Evangelio. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén. v. Bendecidme, Señor. El Señor esté en mi corazón y en mis labios para anunciar dignamente y como es debido su santo Evangelio. Amén. ! S. El Señor esté con vosotros. M. Y con tu espíritu. &evangelium !*D # Evangelium !En las Misas de Difuntos se dice el «Munda cor», pero no se pide la bendición ni el sacerdote besa el Evangelio. v. Purificad mi corazón y mis labios, Dios omnipotente, que purificasteis los labios del Profeta Isaías con un carbón encendido, dignaos por vuestra bondad purificarme, a fin de que pueda dignamente anunciar vuestro Santo Evangelio. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén. ! S. El Señor esté con vosotros. M. Y con tu espíritu. &evangelium # Credo !*&Credo !Los Domingos y en ciertas Fiestas el sacerdote recita el Credo, sumario de la Doctrina Católica. Esta profesión de fe fue promulgada en los Concilios Generales de Nicea en el 325 y de Constantinopla en 381 para condenar las herejías que negaban que Jesucristo y el Espíritu Santo fueran Dios. v. Creo en un solo Dios. Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra y~ de todas las cosas visibles e invisibles. Y en un solo Señor Jesucristo, Hijo~ Unigénito de Dios. Y nacido del Padre antes de todos los siglos. Dios de Dios,~ luz de luz, Dios verdadero del verdadero Dios. Engendrado, no hecho, consustancial~ al Padre, por quien fueron hechas todas las cosas. El cual, por nosotros los~ hombres y por nuestra salvación, bajó de los cielos. (Aquí se hace genuflexión)~ Y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María Virgen, y se hizo Hombre.~ (Se levantan) Fue crucificado también por nosotros, padeció y fue sepultado~ bajo el poder de Poncio Pilato. Y resucitó al tercer día, según las Escrituras.~ Subió al cielo, donde está sentado a la diestra de Dios Padre. Y ha de venir~ segunda vez con gloria para juzgar a los vivos y a los muertos y su reino no~ tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y vivificador que procede del~ Padre y del Hijo. Y que con el Padre y el Hijo es juntamente adorado y~ glorificado; que habló por boca de los profetas. Y creo en la Iglesia,~ que es una, santa, católica y apostólica. Confieso un solo bautismo para la~ remisión de los pecados. Y espero la resurrección de los muertos. Y la vida~ del + siglo venidero. Amén. # Ofertorio !El sacerdote besa el altar y saluda al pueblo que estará de pie, y dice: S. El Señor esté con vosotros. M. Y con tu espíritu. !Tras saludar al pueblo otra vez, el sacerdote accede al Sacrificio de la Misa y pide a los fieles orar con él. v. Oremos. &offertorium !Ahora el sacerdote lee el verso del Ofertorio, una breve cita de la Sagrada Escritura que varía según la Misa del día. Tras ello, ofrece el pan y el vino que, por la virtud de las palabras de la consagración, será el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo. Toma la patena con la hostia y la ofrece, diciendo: v. Recibid, oh Padre santo, omnipotente Dios, esta inmaculada Hostia que yo, indigno sacerdote vuestro, os ofrezco a Vos, mi Dios vivo y verdadero, por mis innumerables pecados, ofensas y negligencias, por todos los que están presentes, y también por todos los fieles cristianos, vivos y difuntos, para que a mí y a ellos nos sea causa de salud para la vida eterna. Amén. !Coloca la Hostia sobre los corporales, haciendo antes sobre ellos con la misma Hostia una cruz. El sacerdote pone vino en el Cáliz y bendice el agua, de la cual mezcla algunas gotas con el vino, en recuerdo del agua y la sangre que manó del costado de Jesús por la lanzada del soldado. No se bendice el agua en las Misas de difuntos. v. Oh Dios, que creasteis maravillosamente la dignidad de la naturaleza humana y más maravillosamente aún la habéis reformado por el misterio que representa la mezcla de esta agua y vino, hacednos participar de la divinidad de vuestro Hijo, Señor Nuestro Jesucristo, que se dignó hacerse partícipe de nuestra humanidad: El cual, siendo Dios, vive y reina con Vos en unidad del Espíritu Santo, por todos los siglos de los siglos. Amén. !*D !En las Misas de Difuntos se dice la oración precedente, pero no se bendice el agua. !El sacerdote levanta el Cáliz y ofrece a Dios el vino que se ha consagrar, diciendo: v. Os ofrecemos, Señor, el Cáliz de Salvación, suplicando a vuestra clemencia que en suave olor ascienda a la presencia de vuestra divina Majestad, por nuestra salvación y la de todo el mundo. Amén. !El sacerdote hace el Signo de la Cruz con el cáliz, lo pone sobre el corporal y lo cubre con el palio. Ahora, con sus manos unidas sobre el altar, e inclinándose un poco, dice: v. Con espíritu de humildad y con corazón contrito seamos recibidos por Vos, Señor: y sea hoy nuestro sacrificio en vuestra presencia tal que os agrade, Señor Dios. !Levanta las manos y los ojos al cielo y, bajándolos, luego, dice: v. Venid, Santificador omnipotente, eterno Dios, y bendecid + este Sacrificio, preparado a honra de vuestro santo Nombre. !*S # Incensación !Durante las Misas Solemnes se inciensan las ofrendas de pan y vino, así como el altar y todos los presentes. El celebrante bendice el incienso, diciendo: v. Por la intercesión de San Miguel Arcángel, que asiste a la diestra del altar de los perfumes, y de todos sus elegidos, dígnese el Señor bendecir + este incienso y recibirlo en olor de suavidad. Por Jesucrito Nuestro Señor. Amén. !Al recibir el turíbulo inciensa el pan y el vino: v. Suba, oh Señor, hasta Vos este incienso que Vos has bendecido, y descienda sobre nosotros vuestra misericordia. !En segudia, inciensa el altar recitando: !Ps. 140, 2-4 v. Suba mi oración, oh Señor, como sube este incienso; valga la elevación de mis manos como el sacrificio vespertino. Pon, oh Señor, guarda a mi boca y un candado a mis labios, para que mi corazón no se desahogue con expresiones maliciosas, buscando cómo excusar mis pecados. !Entregándole el turíbulo al diácono, el sacerdote dice: v. Encienda el Señor en nosotros el fuego de su amor y la llama de su eterna caridad. Amén. !Se inciensa, por orden, el celebrante, el clero y los fieles. !El sacerdote se lava los dedos simbolizando la pureza y limpieza interior de cuantos participan en este gran Sacrificio. !Salmo 25, 6-12 v. Lavaré mis manos entre los inocentes y estaré, oh Señor, alrededor de vuestro altar. Para escuchar vuestras alabanzas y publicar todas vuestras maravillas. Señor, yo he amado el decoro de vuestra casa y el lugar donde reside vuestra gloria. No perdáis, Señor, mi alma con los impíos, ni mi vida con los hombres sanguinarios. En cuyas manos no hay más que crimer y cuya diestra está llena de sobornos. En cambio yo he amado la inocencia; salvadme y tened piedad de mí. Mis pies han procurado seguir siempre el camino recto; y os bendeciré en vuestras iglesias, Señor. !*nD &Gloria !Postrándose en medio del altar, el sacerdote, con las manos unidas, dice: v. Recibid, oh Santa Trinidad, esta oblación que os ofrecemos en memoria de la Pasión, Resurrección y Ascensión de nuestro Señor Jesucristo; y en honor de la Bienaventurada siempre Virgen María y de San Juan Bautista y de los Santos Apóstoles Pedro y pablo, y de éstos y de todos los Santos, para que a ellos les ceda en honor y a nosotros en salud, y ellos en los cielos se dignen interceder por nosotros que celebramos su memoria en la tierra. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén. !El sacerdote besa el altar y, volviéndose al pueblo, le invita a orar extendiendo y uniendo sus manos, diciendo: S. Orad, hermanos, para que este Sacrificio, mío y vuestro, sea aceptable a Dios Padre Omnipotente. !El ministro responde: M. El Señor reciba de tus manos este Sacrificio, para alabanza y gloria de su Nombre, y también para utilidad nuestra y de toda su santa Iglesia. !El sacerdote dice en voz baja: S. Amén. !Con las manos extendidas dice en voz baja las Oraciones Secretas, sin el «Oremos». Las Oraciones Secretas dependen de la Misa y se encuentran en la Misa del Día. All acabar, el sacerdote dice o canta: S. Por los siglos de los siglos. M. Amén. _ !!Secreta &secreta # Prefacio !El sacerdote comienza el prefacio, una llamada de acción de gracias a Dios Padre por Jesucristo, en unión con todos los espíritus celestiales. La oración de acción de gracias difiere para las Fiestas importantes. El sacerdote comienza el prefacio poniendo las manos sobre el altar: S. El Señor esté con vosotros. M. Y con tu espíritu. S. Arriba los corazones. M. Los tenemos ya elevados al Señor. S. Demos gracias al Señor, Dios nuestro. M. Es digno y justo. _ &prefatio _ v. Santo, Santo, Santo es el Señor Dios de los ejércitos. Llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Hosanna en las alturas. Bendito el que viene en el nombre del Señor. Hosanna en las alturas. # Canon !El celebrante extiende, levanta y une sus manos, eleva sus ojos al cielo, se inclina profundamente y dice en voz baja: v. Os rogamos, pues, humildemente, clementísimo Padre, por Jesucristo vuestro Hijo, nuestro Señor, que aceptéis y bendigáis (besa el altar y une sus manos) estos + dones, estos + presentes, estos santos + sacrificios, (aquí, extiende las manos y prosigue:) que os ofrecemos en primer lugar, por vuestra santa Iglesia Católica para que os dignéis darle la paz, guardarla, unirla y gobernarla en toda la redondez de la tierra, juntamente con vuestro siervo nuestro Papa N., nuestro Obispo N., y con todos los ortodoxos que profesan la fe católica y apostólica. !Memento de vivos v. Acordáos, Señor, de vuestros siervos y siervas N. y N. (Aquí el sacerdote ruega por aquella intención, persona o familiar, etc., por la cual aplica la Misa. Únanse los fieles a la oración rogando por sus particulares intenciones) y de todos los aquí presentes, cuya fe y devota entrega os son bien conocidas; por quienes os ofrezco y también ellos os ofrecen este sacrificio de alabanza por sí y por todos los suyos, por la redención de sus almas, por la esperanza de su salud espiritual y corporal; y os cumplen sus promesas, Dios eterno, vivo y verdadero. &communicantes y la de vuestros santos Apóstoles y Mártires Pedro, Pablo, Andrés, Santiago, Juan, Tomás, Santiago, Felipe, Bartolomé, Mateo, Simón y Tadeo, Lino, Cleto, Clemente, Sixto, Cornelio, Cipriano, Lorenzo, Crisógono, Juan y Pablo, Cosme y Damián y la de todos vuestros Santos, por cuyos méritos y ruegos concedednos en todas las cosas el auxilio de vuestra protección (Une las manos). Por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén. (Pone el sacerdote las manos extendidas sobre la Hostia y el Cáliz, o sea, sobre el pan y el vino que va a consagrar, diciendo:) v. Aceptad propicio, Señor, la ofrenda de vuestros sacerdotes y de todo vuestro pueblo; &hancigitur disponed en vuestra paz nuestros días; libradnos de la eterna condenación, y haced que seamos contados en el número de vuestros elegidos (Une las manos). Por Cristo nuestro Señor. Amén. v. Rogamos, oh Dios, que esta ofrenda sea en todo (el celebrante hace la señal de la cruz sobre la oblata tres veces:) bendita +, reconocida +, valedera +, espiritual y aceptable a vuestra Majestad,(signa la hostia y después el cáliz:) para que se nos convierta en el Cuerpo + y Sangre + de vuestro muy amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo. (Ha llegado el momento sublime. El sacerdote toma en sus manos la Hostia que va a consagrar y dice:) v. El cual, el día antes de su pasión (toma la hostia:) tomó el pan en sus santas y venerables manos (eleva sus ojos al cielo) y, levantando los ojos al Cielo, a Vos, oh Dios, su Padre omnipotente, (inclinando la cabeza:) dándoos gracias, (hace la señal de la cruz sobre la Hostia:) lo + bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: Tomad y comed todos de él: !Levantando la hostia con ambas manos, se inclina profundamente y pronuncia las palabras de la Consagración: _ !!! PORQUE ESTO ES MI CUERPO. wait5 _ !El sacerdote se arrodilla para adorar la Sagrada Hostia, que ahora es ya verdaderamente el Cuerpo de Cristo. Eleva aquí la Hostia para que esta sea adorada; en seguida, la deposita en el corporal y se arrodilla de nuevo. (El cáliz se descrubre en este momento:) v. Igualmente, después de cenar, (toma el cáliz en ambas manos:) tomando este precioso Cáliz en sus venerables y sagradas manos, (inclina la cabeza:) dándoos también gracias, (hace la señal de la cruz sobre el cáliz:) lo bendijo + y lo dio a sus discípulos, diciendo: Tomad y bebed todos de él: !Elevando un poco el cáliz, recita las palabras de la Consagración: _ !!! PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, DEL NUEVO Y ETERNO TESTAMENTO; MISTERIO DE LA FE; SANGRE QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR MUCHOS PARA PERDÓN DE LOS PECADOS. wait5 _ !Tras la elevación del Cáliz, el sacerdote dice en voz baja: v. Todas las veces que hiciereis esto, lo haréis en memoria mía. !Adora el sacerdote con genuflexión la Sangre de Jesús, ya presente en el Cáliz, y la levanta para que sea adorada. (Hecha la adoración del Cuerpo y Sangre de Jesucristo, el sacerdote hace tan preciosa oblación al Eterno Padre, diciendo:) v. Por eso, Señor, nosotros, vuestros sacerdotes, y con nosotros vuestro pueblo santo, renovando la memoria de la bendita Pasión del mismo Jesucristo, Señor nuestro, de su Resurrección del sepulcro, como también de su gloriosa Ascensión a los cielos, a vuestra divina Majestad, ofrecemos de vuestros dones y regalos una hostia + pura, hostia + santa, hostia + inmaculada, el Pan + santo de vida eterna y el Cáliz + de perpetua salud. (Y continúa diciendo, con las manos extendidas:) v. Dignaos, Señor, mirarlos con rostro propicio y sereno; y aceptarlos como os dignasteis aceptar los dones de vuestro siervo el justo Abel, y el sacrificio de nuestro Patriarca Abraham, y el que os ofreció vuestro sumo sacerdote Melquisedec, sacrificio santo y hostia inmaculada. !Inclinándose profundamente sobre el altar, y poniendo sus manos sobre el mismo, continúa diciendo: v. Os lo pedimos suplicantes, oh Dios omnipotente: hacedlos llevar por manos de vuestro santo ángel hasta vuestro sublime altar, ante vuestra divina Majestad, (besa el altar) para que cuantos recibiéremos el sacrosanto Cuerpo + y Sangre + de vuestro Hijo, participando de este altar, seamos colmados de todas las bendiciones + y gracias celestiales. Por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén. !Memento de Difuntos v. Acordaos también, Señor, de vuestros siervos y siervas N. y N., que, sellados con el sello dela fe, nos precedieron y duermen el sueño de paz.wait10 (Une las manos y ruega por ellos, las extiende y continúa:) A éstos, Señor, y a todos cuantos en Cristo descansan, os rogamos les concedáis el lugar del refrigerio de la luz y de la paz. (Une las manos e inclina la cabeza:) Por el mismo Cristo Nuestro Señor. Amén. !El sacerdote reza por sí. Se trata a sí mismo de pecador. La oración está en plural porque también se refiere a los demás ministros del altar. Se da en el pecho como acto de contrición: v. También a nosotros, pecadores, a vuestros siervos, que confiamos en la muchedumbre de vuestras misericordias, dignaos darnos alguna parte y consorcio con vuestros santos Apóstoles y Mártires Juan, Esteban, Matías, Bernabé, Ignacio, Alejandro, Marcelino, Pedro, Felicidad, Perpetua, Águeda, Lucía, Inés, Cecilia, Anastasia y de todos vuestros Santos: os rogamos nos admitáis en su compañía no por nuestros méritos, sino por vuestra gracia. (Une las manos.) Por Cristo Nuestro Señor. v. Por quien siempre creáis, Señor, estos dones, los + santificáis, los + vivificáis, los + bendecís y nos los dais. !Descubre el Cáliz y hace una genuflexión: ahora junta las manos, hace tres cruces sobre la Hostia y el Cáliz y dice: v. Por + Él, con + Él, y en + Él, a Vos, Dios Padre + todopoderoso en la unidad del Espíritu + Santo, !Eleva un poco el Cáliz con la Hostia: sea toda honra y gloria. !Coloca la Hostia sobre los corporales, hace genuflexión y dice: S. Por todos los siglos de los siglos. M. Amén. # Preparación para la Comunión v. Oremos. Aleccionados por los saludables preceptos del Señor y según sus instrucciones, nos atrevemos a decir: v. Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy; perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación. M. Mas líbranos del mal. S. Amén. !Toma en sus manos la patena, después de purificarrla ligeramente con el purificador, y dice: v. Libradnos, Señor, os rogamos, de todos los males pasados, presentes y futuros, y por la intercesión de la santa y gloriosa siempre Virgen María, Madre de Dios, con vuestros santos Apóstoles Pedro y Pablo, Andrés y todos los Santos (se signa con la patena), concedednos propicio la paz en nuestros días; para que ayudados con el auxilio de vuestra misericordia, seamos libres de pecados y seguros de toda perturbación. !Divide la Hostia en dos partes y pone una de ellas sobre la patena, mientras dice: v. Por el mismo Señor nuestro Jesucristo, vuestro Hijo, !Separa una pequeña parte de la otra mitad de la Hostia y reteniéndola en su mano derecha, dice, levantando la voz: que con Vos vive y reina en unidad del Espíritu Santo, Dios. !Pone la mitad de su izquierda sobre la patena, y con la Partícula que partió en su derecha, y el Cáliz en su izquierda, dice: S. Por todos los siglos de los siglos. M. Amén. !Hace tres cruces con la partícula que se quedó de la Hostia, sobre el Cáliz, mientras dice: S. La paz + del Señor sea + siempre con + vosotros. M. Y con tu espíritu. !Y dejando caer la partícula dentro del Cáliz, dice: v. Esta mezcla y santificación del Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo nos sirva a los que la tomamos para la vida eterna. Amén. !Cubierto el Cáliz y hecha genuflexión, se da trres golpes de pecho, diciendo: !*nD ! v. Cordero de Dios, que quitáis los pecados del mundo, tened piedad de nosotros. v. Cordero de Dios, que quitáis los pecados del mundo, tened piedad de nosotros. v. Cordero de Dios, que quitáis los pecados del mundo, dadnos la paz. !&AgnusHook !*D !En las Misas de Difuntos, dice dos veces, en lugar de «Ten piedad de nosotros», «Dales la paz», y después «Dales descanso eterno»: v. Cordero de Dios, que quitáis los pecados del mundo, dales descanso. v. Cordero de Dios, que quitáis los pecados del mundo, dales descanso. v. Cordero de Dios, que quitáis los pecados del mundo, dales descanso eterno. !El Sacerdote, un poco inclinado, dice las siguientes oraciones: !*&CheckQuiDixisti v. Señor Jesucristo, que dijisteis a los Apóstoles: La paz os dejo, mi paz os doy; no miréis nuestros pecados, sino la fe de vuestra Iglesia, y dignaos darle la paz y unificarla, conforme a vuestra Voluntad; Vos que, siendo Dios, vivís y reináis por todos los siglos de los siglos. Amén. !*&CheckPax !En las Misas Solemnes se da el beso de la paz: el Celebrante besa el altar, saluda al diácono y dice: S. La paz sea con vosotros. M. Y con tu espíritu. !*D !En las Misas de Difuntos no se da el beso de la paz. v. Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que, por voluntad del Padre y la cooperación del Espíritu Santo, disteis, con vuestra muerte, la vida al mundo: libradme por vuestro sacrosanto Cuerpo y Sangre aquí presentes, de todos mis pecados y de todos los demás males, y haced que cumpla yo vuestros preceptos, y no permitáis me separe nunca de Vos, que siendo Dios, vivís y reináis con el mismo Dios Padre y el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén. v. La participación de vuestro cuerpo, Señor mío Jesucristo, que yo, indigno, me atrevo a recibir, no me sea motivo de juicio y condenación, sino que me sirva por vuestra misericordia, de defensa para el alma y el cuerpo y de medicina saludable. Vos que, siendo Dios, vivís y reináis con Dios Padre, en unidad del Espíritu Santo, por todos los siglos de los siglos. Amén. !El Sacerdote, hecha genuflexión, toma la Hostia en sus manos y dice: v. Recibiré el pan celestial e invocaré el nombre del Señor. !Y enseguida, dándose tres golpes de pecho, dice por tres veces la siguiente oración, sin que se deba tocar la campanilla: V. Señor, yo no soy digno de que entréis dentro de mi techo; mas decidlo tan sólo de palabra, y mi alma será sana. V. Señor, yo no soy digno de que entréis dentro de mi techo; mas decidlo tan sólo de palabra, y mi alma será sana. V. Señor, yo no soy digno de que entréis dentro de mi techo; mas decidlo tan sólo de palabra, y mi alma será sana. !Luego comulga con la Hostia, diciendo estas palabras: v. El Cuerpo de nuestro Señor Jesucristo guarde mi alma para la vida eterna. Amén. !Con reverencia toma las dos mitados de la Hostia, une las manos y medita brevemente. !El Sacerdote recoge, con la patena, las partículas que pudieran haberse caído sobre los corporales, mientras va diciendo: v. ¿Qué retornaré al Señor por todo lo que me ha dado? Tomaré el Cáliz de la salvación e invocaré el nombre del Señor. Invocaré al Señor con mis alabanzas, y quedaré libre de mis enemigos. !E inmediatamente se comulga con la Sangre del Cáliz, diciendo: v. La Sangre de nuestro Señor Jesucristo guarde mi alma para la vida eterna. Amén. !Recibe la Preciosa Sangre junto con la Partícula. &Communio_Populi wait16 !El Sacerdote dice en voz baja: v. Recibamos, Señor, con corazón puro lo que acabamos de tomar y conviértasenos este don temporal en remedio sempiterno. !Toma un poco de vino y echa otra vez vino y agua en el Cáliz, mientras dice: v. Vuestro Cuerpo, Señor, que acabo de recibir y vuestra Sangre, que acabo de beber, queden incorporados a mis entrañas; y haced que no quede en mí mancha de pecado, ya que me han alimentado puros y santos Sacramentos. vos que vivís y reináis por los siglos de los siglos. Amén. !El Sacerdote se lava los dedos y recibe la segunda ablución. Cubre el cáliz y pliega el corporal, lo pone sobre el Cáliz, como al comienzo de la Misa, y se dirige a la derecha del altar y dice las oraciones del Misal. # Comunión &communio # Poscomunión !Volviendo al medio del altar y al pueblo, el Sacerdote dice: S. El Señor esté con vosotros. M. Y con tu espíritu. &postcommunio # Conclusión !Inclinado el Sacerdote en medio del altar, dice: S. El Señor esté con vosotros. M. Y con tu espíritu. &itemissaest !*&placeattibi v. Que os sea agradable, oh Trinidad Santísima, el tributo de vuestro sacerdote, y haced que el sacrificio que yo, aunque indigno, he ofrecido a vuestra Majestad, merezca vuestra aceptación, y os pido, por vuestra misericordia, que sea de perdón para mí y para todos aquellos por quienes lo he ofrecido. Por Cristo nuestro Señor. Amén. !*&CheckBlessing !Besa el altar, alza los ojos, extiende, alza y une las manos, inclina la cabeza y dice: S. Bendígaos, Dios omnipotente, v. Padre, Hijo + y Espíritu Santo. M. Amén. !*D !En las Misas de Difuntos se omite la Bendición. !*&CheckUltimaEv !Este Evangelio final se omite cuando a la Misa le sigue alguna procesión, absolución del túmulo y en otras misas: S. El Señor esté con vosotros. M. Y con tu espíritu. !Hace la Signo de la Cruz sobre el altar, su frente, labios y pecho, y dice: &Ultimaev !*R # Oraciones leoninas Dicho de rodillas en las Misas ordinarias: S. Dios te salve, María, llena de gracia; el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito sea el fruto de tu vientre, Jesús. r. T. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. S. Dios te salve, María, llena de gracia; el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito sea el fruto de tu vientre, Jesús. r. T. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. S. Dios te salve, María, llena de gracia; el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito sea el fruto de tu vientre, Jesús. r. T. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén._ r. T. Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María! S. Ruega por nosotros, santa Madre de Dios. r. T. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo. _ P. Oremos. Oh Dios, refugio y fortaleza nuestra, mira propicio al pueblo que clama a Ti: y, por la intercesión de la gloriosa e Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, y del Bienaventurado San José, su esposo, y de tus Santos apóstoles Pedro y Pablo, y de todos los santos, escucha misericordioso y benigno las preces que te dirigimos por la conversión de los pecadores y por la libertad y exaltación de nuestra Santa Madre la Iglesia. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén. _ r. T. Arcángel San Miguel, defiéndenos en la batalla, sé nuestro amparo contra la perversidad y las asechanzas del demonio. Reprímalo, Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de las milicias celestiales, lanza al infierno, con el divino poder, a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén. _ S. Corazón Sacratísimo de Jesús, r. T. Ten piedad de nosotros. S. Corazón Sacratísimo de Jesús, r. T. Ten piedad de nosotros. S. Corazón Sacratísimo de Jesús, r. T. Ten piedad de nosotros.