[Officium] Feria Secunda infra Hebdomadam Passionis [Lectio1] Lectura del santo Evangelio según San Juan !Jn 7:32-39 En aquel tiempo: Los príncipes de los sacerdotes y los fariseos enviaron ministros para que prendiesen a Jesús. Y lo que sigue. _ Homilía de San Agustín, Obispo. !Tratado 31 sobre San Juan, hacia el medio. ¿Cómo podrían prenderlo no queriéndolo Él aún? Siendo así, no pudiéndole prender contra su voluntad, su misión, no tuvo otro efecto que convertirles en testigos de sus enseñanzas. ¿Qué enseñaba? He aquí lo que dijo Jesús: Aún estoy con vosotros un poco de tiempo. Lo que ahora queréis hacer, lo haréis; pero más tarde, porque ahora no lo quiero. ¿Y por qué lo consiento, pero no en esta ocasión? Porque aún estaré con vosotros un poco de tiempo, y luego iré a quien me envió. Debo cumplir la misión que se me ha confiado y así llegar a mi pasión. [Responsory1] R. Dios mío, líbrame del poder del pecador, y de la mano del que obra contra la ley y del inicuo. * Porque Tú eres mi fortaleza. V. Dios mío, no te alejes de mí: Dios mío, ven en mi socorro. R. Porque Tú eres mi fortaleza. [Lectio2] “Me buscaréis, y no me hallaréis, y en donde estoy Yo, vosotros no podéis venir”. Así predijo su resurrección. No quisieron reconocerle cuando estaba presente, y después le buscaron, al ver que muchos creían en Él. En verdad que se realizaron grandes milagros en los días de la resurrección del Señor y de su ascensión al cielo. Entonces los discípulos obraron grandes maravillas, pero Cristo las obraba por medio de ellos, así como las había obrado por sí mismo. Pues Él dijo a sus discípulos: Sin mí nada podéis hacer. Cuando el cojo, sentado a la puerta, se levantó a la voz de Pedro y anduvo por sus propios pies, admirándolo los hombre, les habló Pedro, diciéndoles que esto no lo había realizado con su poder, sino en virtud de aquel que ellos mismos habían crucificado. Muchos, llenos de compunción, dijeron: ¿Qué haremos? [Responsory2] R. Los que querían darme la muerte, se juntaron en consejo, diciendo: Dios le ha abandonado. * Persigámosle y detengámosle, ya que no hay quien le libre; Dios mío, no te apartes de mí; Dios mío, acude en mi socorro. V. Todos mis enemigos maquinaban contra mí. Pronunciaron una palabra perversa contra mí, diciendo: R. Persigámosle y detengámosle, ya que no hay quien le libre; Dios mío, no te apartes de mí; Dios mío, acude en mi socorro. [Lectio3] Sus enemigos se vieron reos de un gran crimen, al dar la muerte, al mismo que habían de venerar y adorar; les parecía imposible expiar este crimen. A la verdad era un gran pecado, cuya consideración les movía a desesperación; pero no debían desesperar aquellos en favor de los cuales el Señor, pendiente en la Cruz, se había dignado orar. Pues había dicho: “Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen”. Entre muchos extraños veía a algunos de los suyos, y pedía perdón para los que le injuriaban. No atendía a que ellos le daban la muerte, sino a que por ellos moría. [Responsory3] R. Mis enemigos me hablaban pacíficamente, pero con su ira me eran molestos. * Tú lo has visto, Señor; no guardes más tiempo silencio ni te apartes de mí. V. Mas yo cuando me atormentaban, me cubría con cilicio y humillaba mi alma con el ayuno. R. Tú lo has visto, Señor; no guardes más tiempo silencio ni te apartes de mí. &Gloria R. Mis enemigos me hablaban pacíficamente, pero con su ira me eran molestos. * Tú lo has visto, Señor; no guardes más tiempo silencio ni te apartes de mí. [Ant 2] En el día más solemne * de las fiestas, Jesús, en pie, gritaba: El que tenga sed, que venga a mí y beba. [Oratio 2] Santifica, Señor, nuestras penitencias, y concédenos el perdón de nuestras culpas. $Per Dominum [Ant 3] El que tenga sed, * que venga a mí y beba. De sus entrañas manarán torrentes de agua viva. [Oratio 3] Concede, Señor, a tu pueblo santo salud espiritual y corporal, para que, dedicándose siempre al bien obrar, sea digno de la protección de tu poder. $Per Dominum.