[Officium] Feria Sexta infra Hebdomadam IV in Quadragesima [Lectio1] Lectura del santo Evangelio según San Juan !Jn 11:1-45 En aquel tiempo: Estaba enfermo Lázaro, vecino de Betania, patria de María y de Marta sus hermanas. Y lo que sigue. _ Homilía de San Agustín, Obispo. !Tratado 49 sobre San Juan, después del principio. El Señor huyó de las manos de los que querían apedrearle, y partió a la otra parte del Jordán, en donde Juan bautizaba. Mientras estaba allí, Lázaro enfermó en Betania, lugar cercano a Jerusalén. María era aquella que había ungido al Señor con un perfume, y limpiado sus pies con sus cabellos. Lázaro era su hermano. Sus hermanas mandaron enviados a Jesús. Ya comprendemos a dónde los enviaron: al lugar donde estaba Jesús, puesto que estaba ausente; a saber: en la otra parte del Jordán. Enviaron quienes comunicaran al Señor que estaba enfermo su hermano, a fin de que se dignase venir para librarle de la enfermedad. Mas Él difirió venir a curarle, a fin de poderle resucitar. [Lectio2] ¿Qué le anunciaron las hermanas de Lázaro? “Señor, he aquí que aquel a quien amas, está enfermo”. No dijeron: Ven. Al que ama, basta anunciarle la enfermedad. No se atrevieron a decir: Ven a curarle; ni: Manda y se hará. ¿Por qué no le dirigen esta súplica que valió elogios a la fe del centurión? Este dijo: “No soy digno que entres en mi casa; pero di una sola palabra, y quedará curado mi siervo”. No dijeron eso, sino tan sólo: “Señor, he ahí que aquel a quien amas está enfermo”. Es suficiente que lo sepáis; puesto que no podéis abandonar a los que amáis. [Lectio3] Dirá alguno: ¿Cómo en Lázaro fue figurado el pecador, si era tan amado de Cristo? Dice Cristo: “No he venido a buscar a los justos, sino a los pecadores”. Si Dios no amara a los pecadores, no habría descendido del cielo a la tierra. “Oyéndoles Jesús, les dijo: Esta enfermedad no se ordena a la muerte, sino que está ordenada para gloria de Dios, a fin de que por ella el Hijo de Dios sea glorificado”. Esta glorificación de Jesús no fue para aumentarle la gloria, sino para provecho nuestro. “No se ordena a la muerte”, sino a la realización de un milagro, en vista del cual los hombres creyeran en Cristo, y así evitaran la muerte. Nuestro Señor dio una prueba indirecta de su divinidad, contra los que niegan que el Hijo sea Dios. [Ant 2] Lázaro, nuestro amigo, * está dormido: voy a despertarlo. [Oratio 2] ¡Oh Dios, que renuevas el mundo con el misterio de tus sacramentos!; permite que tu Iglesia progrese por estos bienes eternos, y no le falten nunca los auxilios temporales. $Per Dominum [Ant 3] Señor, * si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Ya huele mal, porque lleva cuatro días enterrado. [Oratio 3] Dios todopoderoso, somos conscientes de nuestra flaqueza y confiamos en tu fuerza; concédenos la alegría de estar siempre bajo tu amor. $Per Dominum