[Officium] Dominica IV in Quadragesima [Ant 1] Mujer, ¿ninguno te ha condenado? * –Ninguno, Señor.– Tampoco yo te condeno. Anda y en adelante no peques más. [Oratio] Dios todopoderoso, a los que nos vemos justamente afligidos por nuestra conducta, concédenos el consuelo de tu gracia. $Per Dominum [Lectio1] Del libro del Éxodo !Ex 3:1-6 1 Ocupábase Moisés en apacentar las ovejas de su suegro Jetro, sacerdote de Madián, y guiando una vez la grey a lo interior del desierto, vino hasta el monte de Dios, Horeb. 2 Donde se le apareció el Señor en una llama de fuego que salía de en medio de una zarza, y veía que la zarza estaba ardiendo, y no se consumía. 3 Por lo que dijo Moisés: Iré a ver esta gran maravilla, cómo es que no se consume la zarza. 4 Pero viendo el Señor que se acercaba ya para ver lo que era, llamole desde entre la zarza, y dijo: Moisés, Moisés. Aquí me tienes, respondió él. 5 No te acerques acá, prosiguió el Señor: Quítate el calzado de los pies, porque la tierra que pisas es santa. 6 Y añadió: Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Cubriose Moisés el rostro, porque no se atrevía a mirar hacia Dios. [Responsory1] R. Habló el Señor a Moisés, diciendo: Desciende a Egipto y di a Faraón, * Que deje partir a mi pueblo: se endureció el corazón de Faraón: no quiere dejar partir a mi pueblo si no se ve obligado por una mano fuerte. V. El clamor de los hijos de Israel vino a mí, y vi su aflicción; pero ven, te enviaré a Faraón. R. Que deje partir a mi pueblo: se endureció el corazón de Faraón: no quiere dejar partir a mi pueblo si no se ve obligado por una mano fuerte. [Lectio2] !Ex 3:7-10 7 Le dijo el Señor: He visto la tribulación de mi pueblo en Egipto, y oído sus clamores, a causa de la dureza de los sobrestantes de las obras. 8 Y conociendo cuánto padece, he bajado a librarle de las manos de los egipcios, y hacerle pasar por aquella tierra a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al país del cananeo, y del heteo, y del amorreo, y del ferezeo, y del heveo y del jebuseo. 9 En suma, el clamor de los hijos de Israel ha llegado a mis oídos; y he visto su aflicción, y cómo son oprimidos de los egipcios. 10 Pero ven tú; que te quiero enviar al faraón, para que saques de Egipto al pueblo mío, los hijos de Israel. [Responsory2] R. Se presentó Moisés delante de Faraón, y dijo: Esto dice el Señor: * Deja partir a mi pueblo, para que me sacrifique en el desierto, V. El Señor Dios de los Hebreos me ha enviado a ti, diciendo. R. Deja partir a mi pueblo, para que me sacrifique en el desierto. [Lectio3] !Ex 3:11-15 11 Moisés dijo a Dios: ¿Y quién soy yo para ir al faraón y sacar de Egipto a los hijos de Israel? 12 Dios le dijo: Yo estaré contigo, y ésta será la señal de que soy yo quien te envía: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, daréis culto a Dios sobre este monte. 13 Moisés dijo a Dios: Pero si voy a los hijos de Israel y les digo: El Dios de vuestros padres me envía a vosotros, y me preguntan cuál es su nombre, ¿qué voy a responderles?” 14 Y Dios dijo a Moisés: Yo soy el que soy. Así responderás a los hijos de Israel: Yo soy me manda a vosotros. 15 Y prosiguió: Esto dirás a los hijos de Israel: Yahvé, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me manda a vosotros. Este es para siempre mi nombre, es mi memorial de generación en generación. [Responsory3] R. Cantemos alabanzas al Señor, porque ha hecho brillar su gloria y grandeza, y ha precipitado en el mar al caballo y al caballero. * El Señor ha sido para mí salvación, mi auxilio y mi protector. V. El Señor como valiente campeón; es su nombre el Omnipotente. R. El Señor ha sido para mí salvación, mi auxilio y mi protector. &Gloria R. El Señor ha sido para mí salvación, mi auxilio y mi protector. [Lectio4] Sermón de San Basilio el Grande. !Homilía 1 del ayuno, antes del medio. Moisés subió al monte fortalecido por el ayuno, ya que no se habría atrevido a subir a la cumbre que estaba humeando, ni a penetrar en la nube, si el ayuno no le hubiese dado fuerzas. Mediante el ayuno recibió los mandamientos divinos escritos por el dedo de Dios en las tablas. Del mismo modo sobre el monte, el ayuno le obtuvo el don de la Ley; pero al pie del monte la gula condujo el pueblo a la idolatría, y le manchó con el pecado. “El pueblo todo se sentó para comer y beber, y se levantaron para divertirse”. La embriaguez del pueblo inutilizó en un solo día los cuarenta días de trabajo y perseverancia del siervo de Dios, pasados en oración y ayuno. Las tablas escritas por el dedo de Dios, que mereció el ayuno, quebrolas la embriaguez. Pues creyó el santo Profeta que un pueblo dado al vino era indigno de recibir la ley de Dios. [Responsory4] R. El mar fue vuestro camino; vuestro sendero las profundas aguas. * Habéis conducido a vuestro pueblo como un rebaño por la mano de Moisés y de Aarón. V. Les trasladasteis por el Mar Rojo y los llevasteis por medio de las grandes aguas. R. Habéis conducido a vuestro pueblo como un rebaño por la mano de Moisés y de Aarón. [Lectio5] En un momento, por causa de la gula, aquel pueblo formado por Dios con los más admirables prodigios, quedó esclavo de la más torpe idolatría de los Egipcios. Si comparas ambas cosas, verás que el ayuno conduce a Dios, y que los placeres causan la perdición. Si no ¿cuál fue la causa de la ruina y esclavitud de Esaú? ¿Acaso no fue aquel manjar por el que vendió su primogenitura? ¿no fue también por el ayuno que la oración de Ana fue atendida, y le fue concedido Samuel? ¿Qué hizo invencible al fortísimo Sansón? ¿Por ventura no fue el ayuno, en que fue concebido en el seno de su madre? El ayuno le concibió, le alimentó, y le hizo varón fortísimo. El Angel había ordenado prudentemente a la madre que no tocara nada procedente de la viña y que no bebiera vino ni sidra. El ayuno, que engendró a los profetas, fortalece y corrobora a los que ya son fuertes. [Responsory5] R. A los que perseguían a tu pueblo, Señor, les sumergiste en lo profundo. * Y con una columna de nube les guiaste, V. Condujiste como ovejas a tu pueblo por mano de Moisés y de Aarón. R. Y con una columna de nube les guiaste. [Lectio6] El ayuno hace sabios a los legisladores, es la mejor guarda del alma, compañero seguro del cuerpo, defensa y arma de los varones fuertes, ejercitación de los atletas y luchadores. El aleja las tentaciones, esfuerza la piedad, mora con la sobriedad y da la templanza. En los combates da fortaleza, en la paz enseña a vivir tranquilo; santifica el nazareno, perfecciona al sacerdote, ya que no es lícito ofrecer el sacrificio sin el ayuno, no sólo ahora en la mística y verdadera adoración, sino que ni en aquella en la cual se ofrecía en figura el sacrificio legal. El ayuno hizo que Elías pudiera contemplar la gran visión, ya que purificada su alma por el ayuno de cuarenta días, mereció en la cueva, ver a Dios en cuanto es posible al hombre. Moisés recibiendo de nuevo la ley, volvió de nuevo a ayunar. Los Ninivitas no se habrían librado de los castigos que les amenazaban a no ser por su ayuno y el de sus animales. En el desierto ¿quiénes perecieron? ¿no fueron los que desearon comer carne? [Responsory6] R. Moisés, siervo de Dios, ayunó cuarenta días y otras tantas noches. * Para que mereciera recibir la ley del Señor, V. Subiendo Moisés al monte Sinaí para tratar con el Señor, permaneció en aquel lugar cuarenta días y otras tantas noches. R. Para que mereciera recibir la ley del Señor. &Gloria R. Para que mereciera recibir la ley del Señor. [Lectio7] Lectura del santo Evangelio según San Juan !Jn 6:1-15 En aquel tiempo: Pasó Jesús al otro lado del mar de Galilea, que es el lago de Tiberíades. Y le siguió una gran muchedumbre de gentes, porque veían los milagros que hacía con los enfermos. Y lo que sigue. _ Homilía de San Agustín, Obispo. !Tratado 24 sobre San Juan. Los milagros que realizó nuestro Señor Jesucristo son obras divinas, y nos ayudan para conocer a Dios por medio de las cosas visibles. El es de tal naturaleza que no puede ser visto con los ojos del cuerpo; mas los milagros, con los cuales gobierna todo el mundo y dirige todas las criaturas, por su misma continuidad no nos admiran, y así vemos que apenas nadie fija la atención en las admirables y extraordinarias maravillas de Dios que resplandecen en cualquier grano de semilla. Por esto, en su admirable misericordia, se reservó realizar, en tiempo oportuno, algunas obras fuera del ordinario curso de la naturaleza, a fin de que quedásemos sorprendidos viendo, no cosas mayores, sino desacostumbradas, ya que las cotidianas no producían efecto en nuestro ánimo. [Responsory7] R. El rostro de Moisés tornose resplandeciente cuando el Señor le miró. * Viendo los ancianos la claridad de su rostro, admirados temieron en gran manera. V. Al descender del monte Sinaí, llevaba las dos tablas de la Ley, ignorando que a causa de su conversación con el Señor, su rostro despedía rayos de luz. R. Viendo los ancianos la claridad de su rostro, admirados temieron en gran manera. [Lectio8] Es mayor milagro el gobierno de todo el mundo que la alimentación de cinco mil hombres con cinco panes. Y con todo, de aquello nadie se admira. De esto nos admiramos, no porque sea cosa mayor, sino porque es rara. Y a la verdad, ¿quién ahora alimenta a todo el mundo, sino aquel que con pocos granos produce los alimentos? Jesucristo obró, pues, como Dios. Con el mismo poder con que multiplica pocos granos produciendo las mieses, hizo que en sus manos se multiplicasen los cinco panes. El poder estaba en las manos de Cristo. Aquellos cinco panes eran como semillas, no puestas en la tierra sino multiplicadas por aquél que hizo la tierra. [Responsory8] R. He aquí que envío mi Ángel, el cual te precederá y guardará siempre. * Obsérvale y atiende a mi voz, y seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te aflijan, y te precederá mi Ángel. V. Israel, si me atiendes, no habrá en ti ningún dios nuevo, ni te prosternarás ante un dios extranjero: porque yo soy el Señor. R. Obsérvale y atiende a mi voz, y seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te aflijan, y te precederá mi Ángel. [Lectio9] Presentó, pues, este milagro a nuestros sentidos para elevar nuestros pensamientos, y lo mostró a nuestros ojos para ejercitar nuestra mente. Quiso que admiráramos al Dios invisible a través de sus obras visibles, a fin de que, robustecidos en la fe y purificados por ella, deseásemos ver a aquel Dios cuya invisible realidad nos manifiestan las cosas visibles. Pero no sólo vemos estas cosas en los milagros de Cristo. Preguntemos a los mismos milagros qué nos predican de Cristo, pues también ellos hablan para quien sabe comprenderlos. En efecto, siendo Cristo el Verbo de Dios, todo lo que hace el Verbo es también una palabra para nosotros. [Responsory9] R. Pueblo mío, está atento a mi ley; * Inclina tu oído a las palabras de mis labios, V. Mi boca se expresará por medio de sentencias; explicaré cosas escondidas desde el comienzo del mundo. R. Inclina tu oído a las palabras de mis labios. &Gloria R. Inclina tu oído a las palabras de mis labios. [Ant Laudes] Aceptarás * los sacrificios justos, si apartas de mi pecado tu vista. Mejor es * refugiarse en el Señor que fiarse de los jefes. Señor, * tu diestra me sostiene. Eres poderoso, * Señor, líbranos de los fuertes, líbranos, Dios nuestro. Reyes de la tierra * y todos los pueblos, alabad a Dios. [Capitulum Laudes] !Gal 4:22-24 v. Hermanos: En la Escritura se dice que Abrahán tuvo dos hijos: uno de la esclava y otro de la mujer libre; el de la esclava nació según la carne, el de la libre, en virtud de la promesa. Esto tiene un significado. $Deo gratias [Ant 2] Entonces Jesús * levantó los ojos, y, al ver que acudía mucha gente, dijo a Felipe: ¿Con qué compraremos panes para que coman éstos? Lo decía para tantearlo, pues bien sabía Él lo que iba a hacer. [Ant Prima] Jesús tomó * los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados. [Ant Tertia] Con cinco panes * y dos peces sació el Señor a cinco mil hombres. [Ant Sexta] El Señor sació * a cinco mil hombres con cinco panes y dos peces. [Capitulum Sexta] !Gal 4:27 v. Alégrate, estéril, que no das a luz; rompe a gritar, tú que que no conocías dolores de parto; porque la abandonada tiene más hijos que la que vive con el marido. $Deo gratias [Ant Nona] La gente * al ver el signo que había hecho, decía: Éste sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo. [Capitulum Nona] !Gal 4:31 v. En una palabra, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la mujer libre: para vivir en la libertad, Cristo nos ha liberado. $Deo gratias [Ant 3] Subió Jesús * entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos.