[Officium] Dominica III in Quadragesima [Ant 1] @Tempora/Quad2-6:Ant 3 [Oratio] @Tempora/Quad2-6:Oratio 3 [Lectio1] Del Libro del Génesis !Gn 37:2-10 2 José, todavía muchacho, siendo de dieciséis años, apacentaba el ganado con sus hermanos; y estaba con los hijos de Bala y de Zelfa, mujeres de su padre; y acusó a sus hermanos ante el padre de un delito enorme. 3 Amaba Israel a José más que a todos sus hijos, por haberle engendrado en la vejez, y le hizo una túnica bordada de varios colores. 4 Al ver, pues, sus hermanos que el padre le amaba más que a todos sus hijos, le odiaban, y no podían hablarle sin agrura. 5 Tras esto sucedió que habiendo tenido un sueño, se lo contó a sus hermanos; lo que fue incentivo de mayor odio, 6 porque les dijo: Oíd lo que he soñado. 7 Parecíame que estábamos atando gavillas en el campo, y como que mi gavilla se alzaba, y se tenía derecha, y que vuestras gavillas, puestas alrededor adoraban la mía. 8 Respondieron sus hermanos: Pues qué, ¿has de ser tú nuestro rey?, ¿o hemos de estar sujetos nosotros a tu dominio? Así, pues, la materia de estos sueños y coloquios, fue fomento de la envidia y del odio. 9 Vio también otro sueño, que refirió a sus hermanos, diciendo: He visto entre sueños, cómo el sol y la luna, y once estrellas me adoraban. 10 Y contándolo a su padre y a sus hermanos, su padre le respondió, diciendo: ¿Qué quiere decir ese sueño que has visto?; ¿por ventura yo y tu madre y tus hermanos postrados por tierra te habremos de adorar? [Responsory1] R. Viendo a José desde lejos, decíanse unos a otros sus hermanos: Aquí viene el soñador: * Ea, matémosle, y se verá qué le aprovechan sus sueños, V. Al ver los hermanos de José, que el padre le amaba más que a todos sus hijos, odiábanle y no podían hablarle sin agrura, por lo cual decían. R. Ea, matémosle, y se verá qué le aprovechan sus sueños. [Lectio2] !Gn 37:11-20 12 Fueron sus hermanos a apacentar el ganado de su padre en Siquem, 13 y dijo Israel a José: “Tus hermanos están apacentando en Siquem. Ven que te mande a ellos.” El respondió: 14 “Heme aquí.” “Pues vete a ver si están bien tus hermanos y el ganado, y vuelve a decírmelo.” Y le envió desde el valle de Hebrón, y se dirigió José a Siquem. 15 Encontróle un hombre errando por el campo y le preguntó: “¿Qué buscas?” 16 Y él le contestó: “A mis hermanos busco. Haz el favor de decirme dónde están apacentando.” 17 Contestóle el hombre: “Se han ido de aquí, pues les oí decir: Vamonos a Dotaín.” 18 Viéronle ellos desde lejos, antes que a ellos se aproximara, y concibieron el proyecto de matarle. 19 Dijéronse unos a otros: “He aquí que viene el de los sueños;” 20 vamos a matarle y le arrojaremos a uno de estos pozos, y diremos que le ha devorado una fiera; así veremos de qué le sirven los sueños.” [Responsory2] R. Dijo Judá a sus hermanos: He aquí que pasan unos Ismaelitas; venid, sea vendido, y que no se manchen nuestras manos. * Es nuestro hermano, y de nuestra misma carne, V. ¿Qué ganaremos con quitar la vida a nuestro hermano y ocultar su muerte? Mejor es venderle. R. Es nuestro hermano, y de nuestra misma carne. [Lectio3] !Gn 37:21-28 21 Oyendo esto Rubén, se esforzaba en librarle de sus manos, y decía: 22 No le quitéis la vida, ni derraméis su sangre, sino echadle en aquella cisterna seca que está en el desierto, y no manchéis vuestras manos; lo decía con el fin de librarle de ellos y restituirle a su padre. 23 Apenas, pues, hubo llegado José a sus hermanos, le desnudaron de la túnica talar de varios colores. 24 Y le metieron en una cisterna vieja que no tenía agua. 25 Y sentados a comer, vieron venir de Galaad una caravana de ismaelitas, con sus camellos cargados de aromas y bálsamos, y mirra destilada, que iban con dirección a Egipto. 26 Entonces dijo Judá a sus hermanos: ¿Qué ganaremos con quitar la vida a nuestro hermano, y ocultar su muerte? 27 Mejor es venderle a los ismaelitas, y no manchar nuestras manos; porque al fin, hermano nuestro es, y de nuestra misma carne. Asintieron los hermanos a sus razones. 28 Y mientras pasaban unos negociantes madianitas, sacándole de la cisterna, le vendieron a aquellos ismaelitas, por veinte siclos de plata; quienes le condujeron a Egipto. [Responsory3] R. Sacando a José de la cisterna, le vendieron a los Ismaelitas por veinte siclos de plata. * Volviendo Rubén al pozo, y no habiéndole hallado, rasgó sus vestidos con lágrimas, y dijo: * El muchacho no aparece, y yo ¿dónde iré? V. Mas ellos habiendo teñido la túnica de José con la sangre del cordero, enviáronla al padre, diciéndole: Mira si ésta es la túnica de tu hijo. R. Volviendo Rubén al pozo, y no habiéndole hallado, rasgó sus vestidos con lágrimas, y dijo: &Gloria R. El muchacho no aparece, y yo ¿dónde iré? [Responsory3](rubrica 1960 aut rubrica monastica) R. Sacando a José de la cisterna, le vendieron a los Ismaelitas por veinte siclos de plata. * Volviendo Rubén al pozo, y no habiéndole hallado, rasgó sus vestidos con lágrimas, y dijo: * El muchacho no aparece, y yo ¿dónde iré? V. Mas ellos habiendo teñido la túnica de José con la sangre del cordero, enviáronla al padre, diciéndole: Mira si ésta es la túnica de tu hijo. R. Volviendo Rubén al pozo, y no habiéndole hallado, rasgó sus vestidos con lágrimas, y dijo: El muchacho no aparece, y yo ¿dónde iré? [Lectio4] Del Libro de S. Ambrosio, Obispo, sobre el Patriarca José. _ La vida de los Santos es norma de vida para los demás. Por lo que se nos dan de ellas noticias en las Sagradas Escrituras, a fin de que conociendo a Abrahán, Isaac, Jacob y los demás justos como modelos de inocencia, imitemos sus virtudes y sigamos sus huellas. Hoy me propongo ocuparme de la historia de José, la cual si bien resplandece en todo género de virtudes, no obstante brilla con todo esplendor por su castidad. Justo es por lo tanto que habiendo admirado en Abrahán la gran fe, en Isaac la pureza de intención, y en Jacob la fortaleza y paciencia en los trabajos, después de la consideración general de las virtudes, pase el alma a considerar atentamente sus caracteres especiales. [Responsory4] R. Viendo Jacob la túnica de José, rasgó sus vestidos llorando, y dijo: * Una bestia feroz ha devorado a mi hijo José, V. Tomaron sus hermanos la túnica de José, enviándola al padre, el cual habiéndola reconocido dijo: R. Una bestia feroz ha devorado a mi hijo José. [Lectio5] Consideremos al santo patriarca José como modelo de castidad. En sus costumbres, en sus actos resplandece la pureza y como compañera, la gracia. Por esto, sus padres le amaban más que a los otros hijos. Pero esta predilección fue incentivo de la envidia de sus hermanos, y de ahí arranca el argumento de su historia. El varón perfecto no debe moverse por la envidia y el deseo de vengar las injurias y devolver mal por mal. David dice: “Si devolví males a los que me los habían causado, caiga yo delante de mis enemigos”. [Responsory5] R. Habiendo entrado José en Egipto, oyó una lengua que no conocía; sus manos se ocuparon en trabajar: * Y hablaba sabiamente en medio de los príncipes. V. Le afligieron, oprimiendo sus pies con grillos; un puñal atravesó su alma, hasta que cumplió su vaticinio. R. Y hablaba sabiamente en medio de los príncipes. [Lectio6] ¿En qué habría sido José preferido a los demás, si hubiera causado daño a los que le maltrataron, o hubiera amado a los que le amaban? Esto es lo que muchos practican; lo verdaderamente admirable es amar a los enemigos. Y esto es lo que nos enseña nuestro Salvador. José es digno de admiración, ya que perdonando a los que le habían ofendido, y pagando el ultraje con beneficios, practicó antes del Evangelio un precepto que después del Evangelio aprendemos todos sin que podamos practicarlo. Sepamos que los santos tuvieron que sufrir por la envidia, e imitemos su paciencia; no fueron de una naturaleza superior a la nuestra, sino más cumplidores del deber: no estuvieron libres de malas inclinaciones, sino que corrigieron sus defectos. Si la envidia no respetó ni a los santos, ¿cuánto más deben precaverse los pecadores? [Responsory6] R. Acuérdate de mí en el tiempo de prosperidad. Para sugerir a Faraón que me saque de esta cárcel. * Porque me prendieron alevosamente, y siendo inocente me arrojaron a esta fosa. V. Faltan aún tres días, después de los cuales Faraón se acordará de tu ministerio, y te volverá a tu antigua dignidad: entonces acuérdate de mí. R. Porque me prendieron alevosamente, y siendo inocente me arrojaron a esta fosa. &Gloria R. Porque me prendieron alevosamente, y siendo inocente me arrojaron a esta fosa. [Lectio7] Lectura del santo Evangelio según San Lucas !Lc 11:14-28 En aquel tiempo: Estaba Jesús lanzando un demonio, el cual era mudo; y así que hubo echado el demonio, habló el mudo, y todas las gentes quedaron muy admiradas. Y lo que sigue. _ Homilía de San Beda, Venerable, Presbítero. !Libro 4, cap. 48 sobre el cap. 11 de San Lucas. Este endemoniado, según San Mateo, era mudo y ciego. Fue curado por el Señor, de tal suerte, que hablaba y veía. Se realizaron tres milagros en un mismo hombre: el ciego ve, el mudo habla, y el que estaba poseído es librado del demonio. Se realizó de una manera visible, mas ahora tiene lugar todos los días en la conversión de los creyentes. Es arrojado de su alma primero el demonio, ven luego la luz de la fe, y se abre su boca, antes muda, para cantar las divinas alabanzas. “Algunos dijeron que echaba los demonios por virtud de Belzebú”. Esto no lo dijeron los del pueblo, sino los fariseos y escribas, como lo atestiguan los otros Evangelistas. [Responsory7] R. Justamente padecemos esto, por haber pecado contra nuestro hermano, ya que al ver las angustias de su alma al rogarnos, nosotros no le atendimos. * Por esto nos ha sobrevenido esta tribulación, V. Dijo Rubén a sus hermanos: ¿Por ventura no os dije yo: No cometáis ese crimen contra el muchacho, y no hicisteis caso? R. Por esto nos ha sobrevenido esta tribulación. [Lectio8] El pueblo que parecía menos instruido admiraba las obras del Señor. Por el contrario, los escribas y fariseos negaban estas obras, o si no les era posible, lo echaban a mala parte, como si fueran realizadas por el espíritu inmundo. “Y otros, tentándole, le pedían una señal del cielo”. Querían que como Elías hiciera descender fuego del cielo, o como en tiempo de Samuel, se viera de súbito retumbar el trueno, brillar los relámpagos y llover a torrentes, como si estas cosas no pudiesen ser mal interpretadas, diciendo que acontecían por causas ocultas y de diversas perturbaciones atmosféricas. Mas tú que desnaturalizas lo que ves con los ojos, tocas con las manos, y que sucede para tu provecho, ¿qué dirías de los prodigios venidos del cielo? Responderías que también los magos en Egipto realizaron prodigios en el aire. [Responsory8] R. Dijo Rubén a sus hermanos: ¿Por ventura no os dije yo: No cometáis ese crimen contra el muchacho, y no hicisteis caso? * Mirad cómo nos demanda su sangre. V. Justamente padecemos esto, por haber pecado contra nuestro hermano, porque al ver las angustias de su alma, cuando nos rogaba, nosotros no le escuchamos. R. Mirad cómo nos demanda su sangre. [Lectio9] Él, conociendo sus pensamientos, les dijo: “Todo reino en sí mismo dividido se arruinará, y una casa caerá sobre otra casa”. No contesta a sus palabras sino a sus pensamientos, a fin de que se vean obligados a creer en su poder. Si todo reino en sí dividido se arruinará, el reino del Padre, Hijo y Espíritu Santo no está dividido, ya que sin contradicción permanece, ni puede oposición alguna arruinarle, puesto que ha de durar para siempre. Mas si Satanás en sí mismo está dividido, ¿cómo puede permanecer su reino, ya que decís que Yo arrojo los demonios por virtud de Belzebü? Con esto quería que por su propia confesión dieran a entender que no creyendo en Él, elegían el reino del diablo, que no podía subsistir estando dividido contra sí mismo. [Responsory9] R. Se lamentaba Jacob de sus dos hijos: Ay de mí, me duelo de la pérdida de José, y triste estoy de Benjamín conducido para procurar víveres. * Ruego al Rey celestial que me permita verlos en mi profundo dolor, V. Prosternándose Jacob en gran manera inclinado hacia la tierra, y adorando, dijo: R. Ruego al Rey celestial que me permita verlos en mi profundo dolor. &Gloria R. Ruego al Rey celestial que me permita verlos en mi profundo dolor. [Ant Laudes] Señor, * por tu bondad, favorece a Sión, reconstruye las murallas de Jerusalén. El Señor * es mi auxilio. ¿Qué podrá hacerme el hombre? Mi alma está unida * a ti, Dios mío. El fuego * olvidó su fuerza, para que los jóvenes salieran ilesos. Sol y luna, * alabad a Dios, porque sólo su nombre es grande. [Capitulum Laudes] !Ef 5:1-2 v. Hermanos: Como hijos queridos de Dios, procurad pareceros a Él, y vivid en el amor, igual que Cristo nos ha amado y se ha entregado por nosotros, como ofrenda y víctima de olor agradable a Dios. $Deo gratias [Ant 2] Cuando un hombre fuerte * y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. [Ant Prima] Jesús estaba echando * un demonio, y habló el mudo. La multitud se quedó admirada. [Ant Tertia] Si echo los demonios * con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. [Ant Sexta] El que no está conmigo, * está contra mí; el que no recoge conmigo, desparrama. [Capitulum Sexta] !Ef 5:5 v. Tened esto muy presente: los lujuriosos, los impuros y depravados, en otras palabras, los idólatras, no heredan el reino de Cristo y de Dios. $Deo gratias [Ant Nona] Cuando un espíritu inmundo * sale de un hombre, va errante por el desierto buscando un sitio para descansar, y no lo encuentra. [Capitulum Nona] !Eph 5:8-9 v. Si antes erais tinieblas, ahora, de cristianos, sois luz. Portaos como hijos de la luz: y fruto de la luz es toda bondad, justicia y verdad. $Deo gratias [Ant 3] Una mujer * entre la multitud levantó la voz diciendo: Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron. Pero Él dijo: Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.