[Officium] Sabbato infra Hebdomadam II in Quadragesima [Lectio1] Lectura del santo Evangelio según San Lucas !Lc 15:11-32 En aquel tiempo dijo Jesús a los fariseos y escribas esta parábola: Un hombre tenía dos hijos, de los cuales el más joven dijo a su padre: Padre, dame la parte de mi herencia que me toca. Y lo que sigue. _ Homilía de San Ambrosio, Obispo. !Libro 8 de los Coment. sobre el cap. 15 de San Lucas, después del principio. Vemos que el divino patrimonio se da al que lo pide. Y no culpes al padre por haber dado al más joven su parte. En el reino de Dios no existe edad alguna que sea joven, ni la fe envejece con los años. Aquel joven que pidió su parte, se sintió capaz de conservarla; y ojalá no se hubiese alejado del padre, pues así no habría sufrido las dificultades de su juventud. Pero al dejar la casa paterna partió a un país lejano, y empezó a sentir hambre. A la verdad que pierde su patrimonio quien se aparta de la Iglesia. [Responsory1] R. Padre mío, pequé contra el cielo y contra ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo: * Trátame como uno de tus jornaleros. V. ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me estoy muriendo de hambre! No; yo iré a mi padre, y le diré: R. Trátame como uno de tus jornaleros. [Lectio2] “Partió lejos, a una región muy distante”. ¿Puede haber mayor alejamiento que apartarse el hombre de sí mismo; que estar alejado de los justos, no por las fronteras, sino por las costumbres; no por la extensión de territorios, sino por los afectos; que estar alejados de los santos por el mar agitado de los placeres que se interpone entre ellos y nosotros? Aquel que se aleja de Cristo está desterrado de la patria, es ciudadano del mundo. Aunque nosotros seamos peregrinos, somos conciudadanos de los Santos y moradores de la casa de Dios. Ya que cuantos estábamos distanciados nos hemos acercado mediante la sangre de Cristo. No envidiemos a los que vuelven de una región lejana, pues también estuvimos en ella, como enseña Isaías: “Se ha mostrado la luz a los que estaban sentados en la región de las sombras de la muerte”. La región apartada es la sombra de la muerte. [Lectio3] Mas nosotros, teniendo ante nuestros ojos a Jesucristo, nuestro Señor, que es como el alma de nuestra alma, vivimos a la sombra de Cristo. Por esto dice la Iglesia: Me senté a la sombra de aquél a quien había deseado. El hijo pródigo, viviendo lujuriosamente, malgastó todos los dones de la naturaleza. Por eso, tú que recibiste la imagen de Dios, que conservas su semejanza, no quieras perderla con la fealdad del pecado, indigna de una criatura racional. Obra eres de Dios. No digas a las criaturas: Vosotras sois mi Padre, para que no te hagas semejante a ellas, según está escrito: “Sean semejantes a ellas quienes obran de tal suerte”. [Ant 2] Me pondré en camino * adonde está mi padre, y le diré: Padre, trátame como a uno de tus jornaleros. [Oratio 2] Concede, oh Señor, a nuestros ayunos un efecto saludable; de suerte que la mortificación de la carne que practicamos, redunde en provecho espiritual de nuestras almas. $Per Dominum [Ant 3] Dijo el padre * a sus criados: Sacad enseguida el mejor traje y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies. [Oratio 3] Escucha, Señor, la oración de los humildes; y, en defensa nuestra, extiende tu mano poderosa. $Per Dominum