[Officium] Feria Quinta infra Hebdomadam II in Quadragesima [Lectio1] Lectura del santo Evangelio según San Lucas !Lc 16:19-31 En aquel tiempo: Dijo Jesús a los fariseos: Hubo cierto hombre muy rico, que se vestía de púrpura y de lino finísimo, y tenía cada día espléndidos banquetes. Y lo que sigue. _ Homilía de San Gregorio, Papa. !Homilía 40 sobre los Evangelios. ¿A quién, hermanos carísimos, a quién representa este rico que vestía púrpura y brocado, y comía cada día espléndidamente, sino al pueblo judío? Este observó exteriormente una vida ordenada, pero, mientras vivía en las delicias, se sirvió de la ley, no para su utilidad sino para su vanidad. Y ¿a quién nos muestra este Lázaro lleno de males sino al pueblo gentil? Al convertirse éste a Dios, no se avergonzó de confesar sus pecados, y su mal salió al exterior, como el humor, que atraído a la piel por una herida, sale de la carne. [Lectio2] ¿Qué es la confesión de los pecados, sino cierta ruptura de las heridas? Porque la ponzoña del pecado, que, oculta en el interior del alma constituía para ella una pestilencia, encuentra una salida saludable en la confesión. Las lesiones de la piel atraen a la superficie los humores viciados. Ahora bien, confesando los pecados, ¿qué otra cosa hacemos, sino dar salida al mal que en nosotros estaba oculto? “Lázaro, cubierto de males deseaba saciarse de las migas que caían de la mesa del rico, y nadie se las daba”. Con esto se nos muestra que aquel pueblo soberbio no quería admitir al conocimiento de la Ley a ninguno de los Gentiles. [Lectio3] Sirvióse Israel del conocimiento de la ley, no para ejercer la caridad sino para ensoberbecerse, como un rico a causa de las riquezas que ha recibido. Y las palabras de doctrina que caían de su boca, podemos decir que eran como migajas que caían de su mesa. Por otra parte “los perros lamían las llagas del pobre que yacía a la puerta”. No pocas veces en las sagradas Letras, por los perros se designan los predicadores. Y a la verdad, la lengua de los perros, al lamer cura; y los santos doctores al instruirnos para la confesión de nuestros pecados, con su lengua curan en algún modo las heridas de nuestra alma. [Ant 2] Hijo, recuerda * que recibiste tus bienes en vida, y Lázaro, a su vez, males. [Oratio 2] Concédenos, Señor, el auxilio de tu gracia, a fin de que, aplicándonos como conviene a la oración y al ayuno, seamos libres de nuestros enemigos del alma y del cuerpo. $Per Dominum [Ant 3] Pidió * una gota de agua el rico, el que negó a Lázaro las migas de pan. [Oratio 3] Ven, Señor, en ayuda de tus siervos, y derrama tu bondad inagotable sobre los que te suplican, para que unifiques, renueves y protejas a quienes te alaban como Creador y Guía. $Per Dominum