[Officium] Dominica XXI Post Pentecosten [Oratio] Guarda, Señor, a tu familia con amor incansable, para que con tu protección se vea libre de toda adversidad y se consagre a tu nombre con la práctica del bien. $Per Dominum [Lectio7] Lección del Santo Evangelio según San Mateo. !Mt 18:23-35 En aquel tiempo: Dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: El reino de los cielos es comparable a un rey, que quiso tomar cuentas a sus siervos. Y lo que sigue. _ Homilía de San Jerónimo, Presbítero. !Lib. 3, Com. sobre cap. 28 de S. Mateo. Los Palestinos, mezclan parábolas en sus explicaciones para inculcar mejor, por medio de comparaciones y ejemplos, las enseñanzas. Mediante la comparación del rey y señor, y del siervo que debiéndole diez mil talentos obtuvo con sus ruegos la gracia del perdón, enseñó el Salvador a Pedro que también él debía perdonar pecados de menor consideración a sus hermanos. Porque si aquel rey y señor perdonó tan fácilmente a su siervo una deuda de diez mil talentos, ¿con cuánta mayor razón deberán los siervos perdonarse mutuamente deudas insignificantes? [Lectio8] Pongamos un ejemplo. Al que haya incurrido en adulterio, homicidio o sacrilegio, se le perdona, al pedirlo, crímenes mayores que la deuda de diez mil talentos con tal que, a su vez, perdone ligeros agravios. Si, por el contrario, nosotros nos mostramos implacables por una injuria, o si por una palabra molesta vivimos en perpetua discordia, ¿no nos declaramos nosotros merecedores de la cárcel? ¿No justificamos con nuestro proceder el que no se nos perdonen crímenes mayores? [Lectio9] “Del mismo modo se portará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonáis de corazón cada uno a su hermano”. ¡Terrible sentencia de Dios, acomodada a nuestras disposiciones! Si no perdonamos las ofensas pequeñas, Dios no nos perdonará nuestros grandes pecados. Uno dice: Nada tengo contra mi hermano, bien lo sabe él, júzguele Dios; a mí poco me importa lo que él intenta hacer, yo ya le he perdonado: el Señor mantiene su sentencia y echa por tierra esta simulación de paz fingida, diciendo: “Si no perdonáis de corazón cada uno a su hermano”. &teDeum [Ant 2] Dijo el señor * a su criado: Págame lo que me debes. El criado le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo y te lo pagaré. [Ant 3] ¡Siervo malvado! * Toda aquella deuda te la perdoné, porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti? Aleluya.