@Tempora/Pent04-3 [Lectio1] De libro primo Regum. !1 Sam 17, 57-58; 18, 1-5 57 Cuando David volvió de matar al filisteo, lo tomó Abner y lo condujo ante Saúl. Traía en su mano la cabeza del filisteo. 58 Saúl le preguntó: «Muchacho, ¿de quién eres hijo?». David respondió: «Soy hijo de tu siervo Jesé, el de Belén». 1 Cuando David acabó de hablar con Saúl, el ánimo de Jonatán quedó unido al de David y lo amó como a sí mismo. 2 Aquel día Saúl lo tomó a su servicio, y no le permitió volver a casa de su padre. 3 Jonatán hizo un pacto con David, a quien amaba como a sí mismo. 4 Se despojó del manto que llevaba y se lo dio a David, lo mismo que sus vestiduras y hasta su espada, su arco y su cinturón. 5 Cuando David salía en expedición adonde quiera que le enviaba Saúl, tenía éxito, y Saúl le puso al frente de los soldados. [Lectio2] !1 Sam 18:6-11 6 A su regreso, cuando volvió David de matar al filisteo, salían las mujeres de todas la ciudades de Israel al encuentro del rey Saúl para cantar danzando al son de adufes y triángulos con cantos de alegría. 7 Las mujeres, danzando, cantaban a coro: “Saúl mató sus millares y David sus miríadas.” 8 Se irritó mucho Saúl y le disgustó el suceso, pues decía: “Dan miríadas a David y a mí millares; sólo le falta ser rey.” 9 Y desde aquel día en adelante miraba Saúl a David con ojos de envidia. 10 Al día siguiente se apoderó de Saúl un espíritu malo de Dios y deliraba en medio de la casa; David tocaba como otras veces. Tenía Saúl la lanza en la mano. 11 Blandió Saúl la lanza y dijo: “Voy a clavar a David en la pared.” Pero David le esquivó dos veces. [Lectio3] !1 Sam 18:12-17 12 Temía Saúl a David porque Yahvé estaba con David y de Saúl se había apartado, 13 y lo alejó Saúl de junto a sí, nombrándolo jefe de mil, y entraba y salía a la cabeza de la tropa. 14 David ejecutaba con éxito todas sus empresas, y Yahvé estaba con él. 15 Viendo Saúl que tenía mucho éxito le temió. 16 Todo Israel y Judá quería a David, pues salía y entraba a la cabeza de ellos. 17 Dijo Saúl a David: “Voy a darte por mujer a mi hija mayor Merab, tan sólo con que me seas valeroso y luches las batallas de Yahvé.” Saúl se había dicho: “Que no muera por mi mano, sino por mano de los filisteos.”