[Officium] Feria tertia infra Hebdomadam IV post Octavam Pentecostes [Lectio1] Del Libro Primero de los Reyes !1 Sam 17:38-40 38 Mandó Saúl que vistieran a David con sus propios vestidos y le puso un casco de bronce en la cabeza y le cubrió con una coraza. 39 Ciñó a David su espada sobre su vestido. Intentó David caminar, pues aún no estaba acostumbrado, y dijo a Saúl: “No puedo caminar con esto, pues nunca lo he hecho.” Y David se lo quitó de encima. 40 Tomó su cayado en la mano, escogió en el torrente cinco cantos lisos y los puso en su zurrón de pastor, en su morral, y con su honda en la mano se acercó al filisteo. [Lectio2] !1 Sam 17:41-46 41 El filisteo fue avanzando y acercándose a David, precedido de su escudero. 42 Volvió los ojos el filisteo, y viendo a David, lo despreció, porque era un muchacho rubio y apuesto. 43 Dijo el filisteo a David: “¿Acaso soy un perro, pues vienes contra mí con palos?” Y maldijo a David el filisteo por sus dioses, 44 y dijo el filisteo a David: “Ven hacia mí y daré tu carne a las aves del cielo y a las fieras del campo.” 45 Dijo David al filisteo: “Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo voy contra ti en nombre de Yahvé Sebaot, Dios de los ejércitos de Israel, a los que has desafiado. 46 Hoy mismo te entrega Yahvé en mis manos, te mataré y te cortaré la cabeza y entregaré hoy mismo los cadáveres del ejército filisteo a las aves del cielo y a las fieras de la tierra, y sabrá toda la tierra que hay Dios para Israel.” [Lectio3] !1 Sam 17:48-51 48 Se levantó el filisteo y fue acercándose al encuentro de David. David salió rápidamente de las filas al encuentro del filisteo. 49 Metió su mano David en su zurrón, sacó de él una piedra, la lanzó con la honda e hirió al filisteo en la frente; la piedra se clavó en su frente y cayó de bruces en tierra. 50 Y venció David al filisteo con la honda y la piedra; hirió al filisteo y lo mató sin tener espada en su mano. 51 Corrió David, se detuvo sobre el filisteo y tomando la espada de éste la sacó de su vaina, lo mató y le cortó la cabeza. Viendo los filisteos que había muerto su campeón, huyeron.