[Officium] Sacratissimi Cordis Domini Nostri Jesu Christi [Ant Vespera] Somete, Señor, * a tus enemigos con tu yugo ligero.;;109 El Señor, * es piadoso y clemente, el da alimento a sus fieles.;;110 En las tinieblas * brilla una luz para los justos: el Señor clemente y compasivo.;;111 ¿Cómo pagaré * al Señor todo el bien me ha hecho?;;115 Del Señor * viene la misericordia y la redención copiosa.;;129 [Hymnus Vespera] v. ¡Oh, cómo la soberbia y crueldad de nuestros muchos pecados ha herido el Corazón inocente de Dios, que no merecía tal trato! _ Nuestros pecados dirigen la lanza del soldado, cuando la agita, y el pecado mortal aguza el hierro de la cruel lanza. _ La Iglesia, desposada con Cristo, nace de su corazón abierto: ésta es la puerta abierta en el costado del arca para la salvación de los pueblos. _ De este Corazón brota sin cesar la gracia, a manera de fuente de siete caños, para que lavemos allí, en la sangre del Cordero, nuestros vestidos manchados. _ Vergonzoso es volver a cometer pecados, que desgarren el Corazón divino: antes bien reproduzcamos en nuestros corazones esas llamas, que revelan amor. _ ¡Oh Jesús, que derramas la gracia por tu Corazón!, gloria sea dada a Ti, en unión con el Padre y el Espíritu Santo, por los siglos sempiternos. Amén. [Versum 1] V. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí. R. Que soy manso y humilde de corazón. [Ant 1] He venido * a traer fuego a la tierra, y ¿qué quiero sino que se abrase? [Oratio] ¡Oh Dios, que en el corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados, has depositado infinitos tesoros de caridad!; te pedimos que al rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida reparación. $Per eumdem [Octava 1] !Conmemoración de la Octava del Stmo. Corazón de N.S.J.C. Ant. He venido * a traer fuego a la tierra, y ¿qué quiero sino que se abrase? _ V. Tomad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí. R. Que soy manso y humilde de corazón. _ $Oremus ¡Oh Dios, que en el corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados, has depositado infinitos tesoros de caridad!; te pedimos que al rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida reparación. $Per eumdem [Invit] Al Corazón de Jesús herido por nuestro amor * Venid, adorémosle. [Hymnus Matutinum] v. Dichoso Creador del mundo, Cristo, Redentor de todos los hombres, luz que brota de la luz del Padre, y verdadero Dios, engendrado por Dios. _ Tu amor te ha obligado a tomar carne mortal, para devolvernos, nuevo Adán, lo que nos perdió el primero. _ Este amor, creador fecundo de la tierra, del mar y de los astros, se ha compadecido de la culpa de nuestros padres y nos ha librado de nuestra esclavitud. _ Nunca se extinga en tu Corazón el ardor de este amor excelso; acudan a esta fuente todos los pueblos sedientos de la gracia del perdón. _ Sólo para purificarnos de nuestras manchas con la sangre y el agua que de él manaron se vio este Corazón atravesado por la lanza y lacerado por la herida. _ Gloria a ti, oh Jesús, que de tu Corazón derramas la gracia, juntamente con el Padre y el Espíritu Santo, por los siglos eternos. Amén. [Ant Matutinum] Los pensamientos * de su Corazón se extienden de generación en generación.;;32 En ti * se halla la fuente de la vida; con el torrente de tus delicias nos saciarás, Señor.;;35 El hombre * con quien vivía yo en dulce paz, y que comía de mi pan, ha urdido contra mí una gran traición.;;40 V. Tomad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí. R. Porque soy manso y humilde de Corazón. Nuestro Dios, * Rey de toda la tierra, reinará sobre las naciones.;;46 Cuando más angustiado * se hallaba mi corazón, Tú me elevaste sobre la piedra.;;60 A proporción * de los muchos dolores que atormentaron mi corazón, tus consuelos llenaron de alegría mi alma.;;93 V. Yo dije: Señor, compadécete de mí. R. Sana mi alma, porque pequé contra ti. Los que amáis al Señor, * celebrad la memoria de su santidad.;;96 Han visto * todos los confines de la tierra la salvación realizada por nuestro Dios.;;97 Te alabaré * en medio de los pueblos, porque tu misericordia es más grande que los cielos.;;107 V. Hizo un memorial de sus maravillas el misericordioso Señor. R. Y dio un manjar a los que le temen. [Lectio1] Del Profeta Jeremías !Jer 24:5-7 5 Así dice Yahvé, Dios de Israel: Como a esos higos buenos, así miraré a los cautivos de Judá, que para su bien he arrojado de este lugar a la tierra de los caldeos. 6 Pondré sobre ellos mis ojos para bien, y los haré volver a esta tierra, los edificaré y no los destruiré, los plantaré y no los arrancaré, 7 y les daré un corazón para que reconozcan que Yo soy Yahvé, y ellos serán mi pueblo y Yo seré su Dios, pues se convertirán a mí de todo corazón. [Responsory1] R. Estableceré con ellos una eterna alianza, y no cesaré de hacerles bien, e infundiré mi temor en su corazón, * Para que no se aparten de mí. V. Y mi gozo será el favorecerles con todo mi Corazón. R. Para que no se aparten de mí. [Lectio2] !Jer 30, 18-19; 30, 21-24 18 Así dice Yahvé: He aquí que voy a restablecer los tabernáculos de Jacob, y me compadeceré de sus tiendas, y se reedificará la ciudad sobre su teso de ruinas, y el palacio se asentará en su debido lugar. 19 Y saldrán de ellos cantos de alabanza y voces de los que se alegran, 21 y los multiplicaré, y no serán disminuidos; los engrandeceré, y no serán empequeñecidos. Y su jefe saldrá de ella misma, de en medio de ella saldrá su soberano, y yo le haré acercarse y se allegará a mí, pues ¿quién, si no, intentaría acercarse a mí? Oráculo de Yahvé. 22 Y vosotros seréis mi pueblo, y Yo seré vuestro Dios. 23 He aquí que el huracán de la ira divina se desencadena y una tempestad se desata y descargará sobre la cabeza de los malvados. 24 No volverá atrás la cólera de Yahvé hasta ejecutar y cumplir los designios de su corazón. Vosotros los conoceréis al fin de los tiempos. [Responsory2] R. En verdad que si me hubiese llenado de maldiciones un enemigo mío, lo habría sufrido con paciencia: * Mas tú, ¡oh hombre, que aparentabas ser otro yo, y que conmigo tomabas dulce alimento! V. Y si me hubiese hablado con altanería el que me odiaba, podría haberme guardado de él. R. Mas tú, ¡oh hombre, que aparentabas ser otro yo, y que conmigo tomabas dulce alimento! [Lectio3] !Jer 31, 1-3; 31, 31-33 1 En aquel tiempo -oráculo de Yahvé- seré el Dios de todas las tribus de Israel, y ellos serán mi pueblo. 2 Así dice Yahvé: Halló gracia en el desierto el pueblo escapado de la espada; se fue a su reposo Israel. 3 Desde lejos se le hizo ver Yahvé. Con amor eterno te amé, por eso te he mantenido mi favor. 31 He aquí que vienen días -oráculo de Yahvé- en que Yo haré alianza con la casa de Israel y la casa de Judá, 21 no como la alianza que hice con sus padres cuando, tornándolos de la mano, los saqué de la tierra de Egipto, pues ellos quebrantaron mi alianza y Yo los rechacé -oráculo de Yahvé-. 33 Porque ésta será la alianza que Yo haré con la casa de Israel después de aquellos días, oráculo de Yahvé: Yo pondré mi ley en su interior y la escribiré en su corazón, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. [Responsory3] R. Cuando estábamos muertos por los pecados, Dios nos dio vida en Cristo * Por el exceso de caridad con que nos amó. V. Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia. R. Por el exceso de caridad con que nos amó. &Gloria R. Por el exceso de caridad con que nos amó. [Lectio4] Entre los admirables progresos de la ciencia sagrada y de la piedad, con los cuales los designios de la divina Sabiduría van manifestándose, ninguno tan notable como el desarrollo triunfante del culto al Sagrado Corazón de Jesús. Ya en los primeros siglos, los Padres, los Doctores y los Santos, celebraron con frecuencia el Amor de nuestro Redentor, y llamaron a la herida abierta en el costado de Cristo fuente misteriosa de todas las gracias. En la Edad Media, cuando empezaron los fieles a venerar la santísima Humanidad del Salvador con una más tierna devoción, las almas contemplativas acostumbraban a penetrar a través de aquella herida en el mismo Corazón herido de amor por los hombres. Y desde entonces, esta contemplación llegó a ser tan familiar a todas las almas santas, que no hay país ni Orden religiosa en que no se hallen de ella manifestaciones admirables. Por fin, en los últimos siglos, y particularmente en tiempo en que los herejes, con pretexto de una falsa piedad, se esforzaban en apartar a los cristianos de la Sagrada Eucaristía, comenzó a darse culto público al Sagrado Corazón, gracias sobre todo a San Juan Eudes, autor del culto litúrgico de los Sagrados Corazones de Jesús y de María. [Responsory4] R. Cerca está el Señor de cuantos le invocan: * De todos los que le invocan de verdad. V. Clemente y misericordioso es el Señor, paciente y muy misericordioso. R. De todos los que le invocan de verdad. [Lectio5] Mas, para establecer plena y perfectamente el culto del Sagrado Corazón de Jesús, y para propagarlo por todo el mundo, Dios mismo se eligió como instrumento una virgen humildísima de la Orden de la Visitación, Santa Margarita María de Alacoque, la cual, ya desde su infancia, había profesado un ardiente amor a la Sagrada Eucaristía. Apareciósele varias veces nuestro Señor Jesucristo, y le manifestó los tesoros y los anhelos de su divino Corazón. Estando ella en oración ante el Santísimo Sacramento, le mostró su Corazón, doliéndose de que en pago de su inmensa caridad nada recibía de los hombres ingratos, sino desprecios. Le mandó asimismo que procurara se estableciese el viernes después de la Octava de Corpus Christi una nueva fiesta, en la que se tributara a su Corazón el culto que le es debido, y se repararan con dignos homenajes las injurias que le infieren los pecadores en el Sacramento de su amor. Nadie ignora cuántas y cuán graves fueron las dificultades que experimentó la sierva de Dios para poder dar cumplimiento a lo mandado por Jesucristo. Fortalecida por el mismo Señor, y ayudada eficazmente por sus directores espirituales, no cesó hasta su muerte de cumplir la misión encomendada. [Responsory5] R. Te doy gracias, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y prudentes. * Y las has revelado a los pequeñuelos. V. Sí, Padre, alabado seas por haber sido de tu agrado que así fuera. R. Y las has revelado a los pequeñuelos. [Lectio6] El papa Clemente XIII aprobó, en el año mil setecientos sesenta y cinco, un Oficio y una Misa en honor del Sagrado Corazón de Jesús; y Pío IX extendió esta fiesta a la Iglesia universal. A partir de aquel momento, el culto del Sagrado Corazón, cual río que se desborda, vencidos todos los obstáculos, se propagó por el orbe entero. Y en la aurora del nuevo siglo, con ocasión del jubileo, el Sumo Pontífice León XIII consagró el linaje humano al Sagrado Corazón. Dicha consagración, hecha con gran solemnidad en todas las iglesias del orbe, contribuyó en gran manera a acrecentar esta devoción, lográndose que no sólo las naciones, sino las mismas familias en particular, se consagraran en crecido número al Corazón divino y se sometieran a su regio imperio. Por último, Pío XI, Pontífice máximo, para que la solemnidad de la fiesta fuera proporcionada a una devoción tan extendida, elevó la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús al rito doble de primera clase con Octava; y además, para reparar la violación de los derechos de Jesucristo, soberano Rey y Señor, y para que se lloren los pecados de los pueblos, ordenó se recite todos los años en dicha festividad en todos los templos del mundo cristiano un acto de desagravio. [Responsory6] R. Todas las naciones que Tú creaste vendrán, * Y te adorarán, oh Señor, en tu presencia. V. Y tributarán gloria a tu nombre, porque eres grande y hacedor de maravillas. R. Y te adorarán, oh Señor, en tu presencia. &Gloria R. Y te adorarán, oh Señor, en tu presencia. [Lectio7] Lección del santo Evangelio según San Juan !Jn 19:31-37 En aquel tiempo: Los judíos, como era día de Parasceve, para que los cuerpos no quedasen en la cruz el sábado, puesto que aquel era un sábado muy solemne, suplicaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y los quitasen de allí. Y lo que sigue. _ Homilía de San Buenaventura, Obispo. !Libro del árbol de la vida, núm. 30. Para que del costado de Jesucristo, dormido en la cruz, se formara la Iglesia, y se cumpliesen las palabras de la Escritura: “Reconocerán a quien traspasaron”, dispuso Dios que uno de los soldados abriera con su lanza aquel pecho sacratísimo, de modo que, al brotar de allí sangre y agua, se derramara el precio de nuestra salvación; el cual, procediendo de lo más profundo del Corazón divino como de una fuente, diese a los sacramentos de la Iglesia la virtud de comunicar la vida de la gracia, y fuera para los que ya viven en Cristo el manantial de agua viva que salta hasta la vida eterna. Levántate, pues, oh alma amiga de Jesucristo; no dejes de estar alerta; aplica ahí tus labios para sorber las aguas de la fuente del Salvador. [Responsory7] R. Cuando Yo seré levantado en alto sobre la tierra, * Todo lo atraeré a mí. V. Esto lo decía para significar de qué muerte había de morir. R. Todo lo atraeré a mí. [Lectio8] !De la Vid mística, cap. 3. Ya que nos hemos acercado al Corazón dulcísimo de nuestro Señor Jesucristo, y tan grato nos es estar aquí, no nos dejemos separar de él. ¡Oh cuán dulce, cuán agradable es habitar en este Corazón! Tu Corazón, oh buen Jesús, es un rico tesoro, una perla preciosa, que encontramos en el campo cavado de tu cuerpo. ¿Quién despreciaría esta perla preciosa? Yo daré por ella todas las demás perlas; trocaré, para comprarla, mis pensamientos y afectos, arrojando todas mis preocupaciones en el Corazón del buen Jesús, que me alimentará sin defraudarme en nada. Y como he hallado tu Corazón, que es también mío, oh dulcísimo Jesús, te ruego, a ti que eres mi Dios: recibe mis preces en este santuario donde das audiencia, atraeme todo entero a tu Corazón. [Responsory8] R. Seamos, pues, imitadores de Dios, * Y procedamos con amor. V. Como Cristo nos amó y se ofreció a sí mismo por nosotros. R. Y procedamos con amor. &Gloria R. Y procedamos con amor. [Lectio9] Tu costado fue abierto para franquearnos la entrada. Tu Corazón fue llagado para que pudiéramos morar en él al abrigo de las perturbaciones del exterior, para que la herida visible nos revelara la herida invisible del amor. ¿Podía manifestarnos más evidentemente este ardiente amor que dejándose atravesar por la lanza en su cuerpo y en su mismo Corazón? La herida corporal pone al descubierto la herida espiritual. ¿Quién no amará a aquel Corazón herido tan en lo profundo? ¿Quién no pagará con amor a quien tanto nos ama? ¿Quién no abrazará a tan casto amante? Devolvamos amor por amor, abracemos al que vemos llagado por nosotros, a aquel cuyas manos y pies, cuyo costado y Corazón horadaron unos viñadores crueles, y pidámosle se digne encadenar con los vínculos de su amor y herir con su dardo a este nuestro corazón, tan duro aún y tan impenitente. &teDeum [Ant Laudes] Uno de los soldados, * con la lanza, le traspasó el costado y al punto salió sangre y agua. Jesús en pie * gritaba: El que tenga sed, que venga a mí y beba. Con amor eterno * nos ha amado Dios. Por eso, al ser elevado sobre la tierra, nos ha atraído hacia su corazón, compadeciéndose de nosotros. Venid a mí * los fatigados y agobiados, que yo os aliviaré. Hijo, * dame tu corazón, y tus ojos guarden mis caminos. [Capitulum Laudes] !Ef 3:8-9 v. Hermanos: A mí, el más insignificante del pueblo santo, se me ha dado esta gracia: anunciar a los gentiles la riqueza insondable que es Cristo, e iluminar la realización del misterio, escondido desde el principio de los siglos en Dios, creador de todo. $Deo gratias [Hymnus Laudes] v. ¡Oh Corazón, arca que contiene la ley, no de la antigua esclavitud, sino de la gracia, del perdón, de la misericordia!. _ ¡Oh Corazón, santuario inmaculado de la nueva alianza, templo más santo que aquel antiguo, y velo más útil que aquel que fue rasgado! _ Tu caridad ha querido herirte con un golpe que te dejara abierto, para que nosotros veneremos las llagas de tu amor invisible. _ Cristo sacerdote, que sufrió dolores cruentos y místicos, ofrendó ambos sacrificios bajo este símbolo del amor. _ ¿Quién no devolverá amor al que nos ama? ¿Quién de los redimidos no le amará, y escogerá en ese Corazón su eterna morada? _ ¡Oh Jesús, que derramas la gracia por tu Corazón!, gloria sea dada a Ti, en unión con el Padre y el Espíritu Santo, por los siglos sempiternos. Amén. [Versum 2] V. Sacaréis agua con alegría. R. De las fuentes del Salvador. [Ant 2] Esto ocurrió * para que se cumpliera la Escritura, que dice: Mirarán al que atravesaron. [Octava 2] !Conmemoración de la Octava del Stmo. Corazón de N.S.J.C. Ant. Ocurrieron estas cosas * para que se cumpliesen las palabras de la Escritura: “Reconocerán a quien traspasaron”. _ V. Sacaréis agua con alegría. R. De las fuentes del Salvador. _ $Oremus ¡Oh Dios, que en el corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados, has depositado infinitos tesoros de caridad!; te pedimos que al rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida reparación. $Per eumdem [Lectio Prima] !Ef 3:17-19 v. Cristo habite por la fe en vuestros corazones; que el amor sea vuestra raíz y vuestro cimiento; así, con todo el pueblo de Dios, lograréis abarcar lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo, comprendiendo lo que trasciende toda ideología: el amor de Cristo. Así llegaréis avuestra plenitud, según la plenitud total de Dios. [Responsory Tertia] R.br. Tomad mi yugo sobre vosotros, * Y aprended de mí. R. Tomad mi yugo sobre vosotros, * Y aprended de mí. V. Que soy manso y humilde de corazón. R. Y aprended de mí. &Gloria R. Tomad mi yugo sobre vosotros, * Y aprended de mí. _ V. Yo dije: Señor, ten misericordia. R. Sáname, porque he pecado contra ti. [Capitulum Sexta] !Ef 3:14-17 v. Por eso doblo las rodillas ante el Padre, de quien toma nombre toda familia en la tierra y en el cielo, pidiéndole que, de los tesoros de su gloria, os conceda por medio de su Espíritu robusteceros en lo profundo de vuestro ser: que Cristo habite por la fe en vuestros corazones. $Deo gratias [Responsory Sexta] R.br. Yo dije: Señor, * ten misericordia. R. Yo dije: Señor, * ten misericordia. V. Sáname, porque he pecado contra ti. R. Ten misericordia. &Gloria R. Yo dije: Señor, * ten misericordia. _ V. El Señor misericordioso ha hecho maravillas memorables. R. Y da alimento a sus fieles. [Capitulum Nona] !Ef 3:17-19 v. Cristo habite por la fe en vuestros corazones; que el amor sea vuestra raíz y vuestro cimiento; así, con todo el pueblo de Dios, lograréis abarcar lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo, comprendiendo lo que trasciende toda ideología: el amor de Cristo. Así llegaréis avuestra plenitud, según la plenitud total de Dios. $Deo gratias [Responsory Nona] R.br. Ha hecho maravillas memorables * El Señor misericordioso. R. Ha hecho maravillas memorables * El Señor misericordioso. V. Da alimento a sus fieles. R. El Señor misericordioso. &Gloria R. Ha hecho maravillas memorables * El Señor misericordioso. _ V. Sacaréis agua con alegría. R. De las fuentes del Salvador. [Ant Vespera 3] Uno de los soldados, * con la lanza, le traspasó el costado y al punto salió sangre y agua.;;109 Jesús en pie * gritaba: El que tenga sed, que venga a mí y beba.;;110 Con amor eterno * nos ha amado Dios. Por eso, al ser elevado sobre la tierra nos ha atraído hacia su corazón, compadeciéndose de nosotros.;;115 Venid a mí * los fatigados y agobiados, que Yo os aliviaré.;;127 Hijo, * dame tu corazón, y tus ojos guarden mis caminos.;;147 [Versum 3] V. Sacaréis agua con alegría. R. De las fuentes del Salvador. [Ant 3] Al llegar a Jesús, * como vieron que ya había muerto, no le rompieron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado y al punto salió sangre y agua. [Oratio3] ¡Oh Dios, protector de los que en ti esperan: sin ti nada es fuerte ni santo! Aumenta los signos de tu misericordia sobre nosotros, para que, bajo tu dirección, caminemos de tal modo entre los bienes de la tierra, que no perdamos los del cielo. $Per Dominum [Octava 3] !Conmemoración de la Octava del Stmo. Corazón de N.S.J.C. Ant. Pero al llegar a Jesús, * viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua. _ V. Sacaréis agua con alegría. R. De las fuentes del Salvador. _ $Oremus ¡Oh Dios, protector de los que en ti esperan: sin ti nada es fuerte ni santo! Aumenta los signos de tu misericordia sobre nosotros, para que, bajo tu dirección, caminemos de tal modo entre los bienes de la tierra, que no perdamos los del cielo. $Per Dominum