[Officium] Dominica II Post Pascha [Ant 1] Yo soy el pastor de las ovejas; * Yo soy el camino, la verdad y la vida; Yo soy el buen pastor y conozco mis ovejas, y las mías me conocen. Aleluya, aleluya. [Oratio] ¡Oh Dios, que por medio de la humillación de tu Hijo levantaste a la humanidad caída!; conserva a tus fieles en continua alegría, y concede los gozos del cielo a quienes has librado de la muerte eterna. $Per eumdem [Lectio1] De los Hechos de los Apóstoles !Hch 13:13-20 13 De Pafos navegaron Pablo y los suyos, llegando a Perge de Panfilia, pero Juan se apartó de ellos y se volvió a Jerusalén. 14 Ellos, dejando atrás Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia, y entrando en la sinagoga en día de sábado, se sentaron; 15 hecha la lectura de la Ley y de los Profetas, les invitaron los jefes de la sinagoga, diciendo: Hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación al pueblo, decidla. 16 Entonces se levantó Pablo, y haciendo señal con la mano, dijo: “Varones israelitas y vosotros los que teméis a Dios, escuchad: 17 El Dios de este pueblo de Israel eligió a nuestros padres y acrecentó al pueblo durante su estancia en la tierra de Egipto, y con brazo fuerte los sacó de ella. 18 Durante unos cuarenta años los proveyó de alimento en el desierto; 19 y destruyendo a siete naciones de la tierra de Canaan, se la dio en heredad 20 al cabo de unos cuatrocientos cincuenta años. Después les dio jueces, hasta el profeta Samuel. [Lectio2] !Hch 13:21-25 21 Luego pidieron rey y les dio a Saúl, hijo de Gis, de la tribu de Benjamín, por espacio de cuarenta años. 22 Rechazado éste, alzó por rey a David, de quien dio testimonio, diciendo: He hallado a David, hijo de Jesé, varón según mi corazón que hará en todo mi voluntad. 23 Del linaje de éste, según su promesa, suscitó Dios para Israel un salvador, Jesús, 24 precedido por Juan, que predicó antes de la llegada de aquél el bautismo de penitencia a todo el pueblo de Israel. 25 Cuando Juan estaba para acabar su carrera, dijo: No soy yo el que vosotros pensáis: otro viene después de mí, a quien no soy digno de desatar el calzado. [Lectio3] !Hch 13:26-33 26 Hermanos, hijos de Abraham, y los que entre vosotros temen a Dios: a nosotros se nos envía este mensaje de salud. 27 En efecto, los moradores de Jerusalén y sus príncipes, desconociendo a éste y también las voces de los profetas que se leen cada sábado, condenándole, las cumplieron, 28 y sin haber hallado ninguna causa de muerte, pidieron a Pilato que le quitase la vida. 29 Cumplido todo lo que de Él estaba escrito, le bajaron del leño y le depositaron en un sepulcro, 30 pero Dios le resucitó de entre los muertos y durante muchos días se apareció 31 a los que con Él habían subido de Galilea a Jerusalén, que son ahora sus testigos ante el pueblo. 32 Nosotros os anunciamos el cumplimiento de la promesa hecha a nuestros padres, 33 que Dios cumplió en nosotros, sus hijos, resucitando a Jesús, según está escrito en el salmo segundo: “Tú eres mi hijo, Yo te engendré hoy”. [Lectio4] Sermón de San León, Papa. !Serón 1 de la Ascensión del Señor, después del comienzo. Estos días, carísimos, que transcurrieron entre la resurrección del Señor y su ascensión, no pasaron sin fruto, sino que en ellos recibieron su confirmación grandes sacramentos, y se nos revelaron grandes misterios. En estos días hemos sido librados del temor de una muerte funesta, y no sólo se nos ha manifestado la inmortalidad del alma sino también la del mismo cuerpo. En ellos, mediante el soplo del Señor, reciben los Apóstoles el Espíritu Santo, y al bienaventurado Apóstol Pedro, después de habérsele confiado las llaves del reino, se le manda que cuide con preferencia a los demás del rebaño del Señor. [Lectio5] En estos días el Señor se juntó como compañero a dos discípulos que iban de camino, y para disipar todas las tinieblas de nuestra incertidumbre, reprende a estos hombres tímidos y amedrentados su lentitud en creer. Sus corazones, así iluminados, se abrasan mediante la llama de la fe, y los que estaban tibios, al declararles el Señor las Escrituras se enardecen. Del mismo modo mientras estaban sentados a la mesa, con la fracción del pan se abren sus ojos. Mucho más felices fueron aquellos discípulos al contemplar la glorificación de la naturaleza humana del Salvador, que nuestros primeros padres, a quienes, como castigo de su pecado se les abrieron los ojos para la propia confusión. [Lectio6] No obstante estos y otros milagros, los discípulos se muestran dominados por el temor, aunque el Señor se les haya aparecido, y les haya dicho: “la paz sea con vosotros”. Con el fin de alejar la duda que aún atormentaba su corazón, ya que creían ver un espíritu y no un cuerpo, el Salvador les muestra las señales de la crucifixión que quedaban en sus manos y en sus pies, invitándoles a examinarlas atentamente y a tocarlas. Las señales de los clavos y de la lanza habían permanecido en su cuerpo para curar las heridas de los corazones infieles, y para que se creyera con certeza firmísima, que la misma naturaleza que estuvo en el sepulcro, había de sentarse juntamente con Dios Padre en su trono. [Lectio7] Lección del Santo Evangelio según San Juan !Jn 10:11-16 En aquel tiempo: Dijo Jesús a los fariseos: Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. Y lo que sigue. _ Homilía de San Gregorio, Papa !Homilía 14 sobre los Evangelios. Habéis oído, amados hermanos, en la lección evangélica una enseñanza que os va dirigida; habéis visto también a qué prueba estamos sometidos vuestros pastores. Aquel que es bueno, no por una gracia accidental, sino esencialmente, dice: Yo soy el buen pastor. Y luego, dándonos el modelo de bondad que debemos imitar, añade estas palabras: El buen pastor da su vida por sus ovejas. Él hizo lo que enseñó, practicó lo que había mandado. El buen pastor dio su vida por sus ovejas, para convertir, en el sacramento de la Eucaristía, su cuerpo y su sangre en alimento, saciando las ovejas que había redimido con su propia sangre. [Lectio8] Nos ha mostrado el camino que debemos seguir, despreciando la muerte; nos ha mostrado el ejemplar según el cual debemos modelarnos. Lo primero que nos exige es que demos misericordiosamente nuestros bienes externos por sus ovejas; y lo segundo, que, si es necesario, demos también nuestra vida. Por lo primero, que es más fácil, se llega a lo segundo, que es más difícil. Ahora bien, siendo incomparablemente mayor el alma, por la cual vivimos, que la sustancia terrena que poseemos exteriormente, el que no da sus bienes por sus ovejas, ¿cómo dará por ellas su vida? [Lectio9] Son muchos los que, amando más los bienes de la tierra que sus ovejas, pierden merecidamente el nombre de pastor: “El mercenario, y el que no es pastor, de quien no son propias las ovejas, viendo venir al lobo desampara las ovejas y huye”. Se llama mercenario y no pastor el que no por un amor sincero, sino por la recompensa temporal apacienta las ovejas del Señor. Es mercenario todo aquel que, si bien tiene el lugar de pastor, no busca el bien de las almas, sino que anhela las terrenas comodidades, se goza con el honor de la prelatura, nutriéndose con las ganancias temporales, y alegrándose con la reverencia de los hombres. &teDeum [Capitulum Laudes] !1 Pe 2:21-22 v. Queridos hermanos: Cristo padeció su pasión por vosotros, dejándoos un ejemplo para que sigáis sus huellas. Él no cometió pecado ni encontraron engaño en su boca. $Deo gratias [Ant 2] @:Ant 1 [Capitulum Sexta] !1 Pe 2:23-24 v. Se ponía en manos del que juzga injustamente. Cargado con nuestros pecados, subió al leño, para que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Sus heridas nos han curado. $Deo gratias [Capitulum Nona] !1 Pe 2:25 v. Andabais descarriados como ovejas, pero ahora habéis vuelto al pastor y guardián de vuestras vidas. $Deo gratias [Ant 3] Yo soy el buen pastor, * que apaciento mis ovejas y doy la vida por mis ovejas. Aleluya.