[Officium] Feria Quinta infra Hebdomadam I post Octavam Paschae [Lectio1] De los Hechos de los Apóstoles !Hch 5:1-6 1 Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira, su mujer, vendió una posesión 2 y retuvo una parte del precio, siendo sabedora de ello también la mujer, y llevó el resto a depositarlo a los pies de los apóstoles. 3 Díjole Pedro: Ananías, ¿por qué se ha apoderado Satanás de tu corazón, moviéndote a engañar al Espíritu Santo, reteniendo una parte del precio del campo? 4 ¿Acaso sin venderlo no lo tenías para ti, y vendido no quedaba a tu disposición el precio? ¿Por qué has hecho tal cosa? No has mentido a los hombres, sino a Dios. 5 Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Se apoderó de cuantos lo supieron un temor grande. 6 Luego se levantaron los jóvenes y envolviéndole le llevaron y le dieron sepultura. [Lectio2] !Hch 5:7-11 7 Pasadas como tres horas entró la mujer, ignorante de lo sucedido, 8 y Pedro le dirigió la palabra: Dime si habéis vendido en tanto el campo. Dijo ella: Sí, en tanto; 9 y Pedro a ella: ¿Por qué os habéis concertado en tentar al Espíritu Santo? Mira, los pies de los que han sepultado a tu marido están ya a la puerta, y ésos te llevarán a ti. 10 Cayó al instante a sus pies y expiró. Entrando los jóvenes, la hallaron muerta y la sacaron, dándole sepultura con su marido. 11 Gran temor se apoderó de toda la iglesia y de cuantos oían tales cosas. [Lectio3] !Hch 5:12-16 12 Eran muchos los milagros y prodigios que se realizaban en el pueblo por mano de los apóstoles. Estando todos reunidos en el pórtico de Salomón, 13 nadie de los otros se atrevía a unirse a ellos, pero el pueblo los tenía en gran estima. 14 Crecían más y más los creyentes, en gran muchedumbre de hombres y mujeres, 15 hasta el punto de sacar a las calles los enfermos y ponerlos en los lechos y camillas, para que, llegando Pedro, siquiera su sombra los cubriese; 16 y la muchedumbre concurría de las ciudades vecinas a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados por los espíritus impuros, y todos eran curados. [Ant 2] Mi corazón arde * en deseos de ver a mi Señor. Busco y no encuentro dónde lo pusieron. Aleluya, aleluya. [Ant 3] Metí mi dedo * en el agujero de los clavos, y mi mano en su costado, y dije: Señor mío y Dios mío. Aleluya.