[Officium] Die V infra octavam Paschae [Oratio] ¡Oh Dios, que has reunido a pueblos diversos en la confesión de tu nombre!; concede a los que han renacido en fuente bautismal una misma fe en su espíritu y una misma caridad en su vida. $Per Dominum [Lectio1] Lección del Santo Evangelio según San Juan !Jn 20:11-18 En aquel tiempo: María estaba en pie fuera del sepulcro llorando. Con las lágrimas en los ojos, se inclinó a mirar en el sepulcro, y vió a dos Ángeles sentados, vestidos de blanco. Y lo que sigue. _ Homilía de San Gregorio, Papa. !Homilía 25 sobre los Evangelios. María Magdalena, que en la ciudad había sido una mujer pecadora, amando la verdad, lavó con sus lágrimas las manchas de sus pecados, y se cumplió la voz de la Verdad: “Se le han perdonado muchos pecados porque amó mucho”. Y así, la que antes pecando había permanecido en su frialdad, después amando estuvo fuertemente abrasada. Al llegar al sepulcro, no encontrando allí el cuerpo del Señor, creyó que se lo habían llevado, y lo participó a los discípulos, que dirigiéndose allí, vieron y creyeron lo que ella les dijo. “Volvieron los discípulos a su morada”, y se añade: “Pero María estaba en pie fuera del sepulcro llorando”. [Responsory1] R. Se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto. Dijéronle los Ángeles: Mujer, ¿por qué lloras? Resucitó tal como dijo: * Irá delante de vosotros a Galilea, allí le veréis, aleluya, aleluya. V. Y llorando, se inclinó y miró en el sepulcro y vio a dos Ángeles sentados, vestidos de blanco, y le dijeron. R. Irá delante de vosotros a Galilea, allí le veréis, aleluya, aleluya. [Lectio2] Qué grande era el amor que se encendió en el corazón de esta mujer, cuando al ausentarse los discípulos no se apartó del sepulcro del Señor. Buscaba al que no había encontrado; buscándolo, lloraba, y encendida del fuego de su amor, se abrasaba en deseos de ver al que ella creía se habían llevado. Y sucedió que lo vio sólo ella, la única que se quedó para buscarlo, porque la perseverancia es la virtud de las buenas obras. Así lo dice la Verdad: “El que perseverare hasta el fin se salvará”. [Responsory2] R. Alegraos conmigo todos los que amáis al Señor, porque el que yo buscaba se me apareció; * Y llorando junto al sepulcro, vi al Señor, aleluya, aleluya. V. Aunque se ausentaron los discípulos, yo no me aparté, y encendida del fuego de su amor me abrasaba en deseos de verle. R. Y llorando junto al sepulcro, vi al Señor, aleluya, aleluya. &Gloria R. Y llorando junto al sepulcro, vi al Señor, aleluya, aleluya. [Lectio3] Llorando María se inclinó y miró en el sepulcro. Había visto ya vacío el sepulcro, ya había publicado que se habían llevado al Señor: ¿por qué vuelve a inclinarse, y a renovar el deseo de verle? Porque al que ama, no le basta haber mirado una sola vez, porque la fuerza del amor aumenta los deseos de buscar. Y, efectivamente, primero le buscó, y no le encontró; perseveró en buscarle, y le encontró; sucedió que con la dilación crecieron sus deseos, y creciendo consiguió encontrarle. &teDeum [Ant 2] María estaba * junto al sepulcro llorando y vio dos ángeles vestidos de blanco sentados y el sudario que había estado sobre la cabeza de Jesús. Aleluya. [Ant 3] Se han llevado a mi Señor * y no sé dónde lo han puesto. Si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré. Aleluya.