[Officium]
Die IV infra octavam Paschae

[Oratio]
¡Oh Dios, que todos los años nos alegras con la Resurrección del Señor!; concédenos que, al celebrar en la tierra estas fiestas, merezcamos llegar a las alegrías de la eternidad. 
$Per eumdem

[Ant Matutinum]
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V. Se alegraron los discípulos, aleluya.
R. A la vista del Señor, aleluya.

[Lectio1]
Lección del Santo Evangelio según San Juan.
!Jn 21, 1-14.
En aquel tiempo: Otra vez se manifestó Jesús a sus discípulos en la orilla del mar de Tiberíades. Y se manifestó así: Estaban juntos Simón Pedro y Tomás llamado Dídimo. Y lo que sigue.
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Homilía de san Gregorio, Papa.
!Homilía 24 sobre los Evangelios.
Esta lección del santo Evangelio ofrece a nuestro entendimiento una cuestión. Mas al llamarnos la atención indica la necesidad de distinguir convenientemente. Se puede preguntar ¿por qué, Pedro, siendo pescador antes de su conversión, después de convertido volvió a la pesca? Si la verdad dice: “Todo aquel que pone su mano en el arado, y mira atrás, no es apto para el reino de Dios”, ¿por qué volvió a tomar lo que dejó? Mas si se mira la razón de esta discrepancia, luego se ve que el oficio que ejerció sin pecar antes de convertirse, pudo después sin pecar, volver a tomarlo.

[Responsory1]
R. He aquí que el león de Judá, la raíz de David, por su victoria consiguió abrir el libro, y quitar sus sellos. 
* Aleluya, aleluya, aleluya. 
V. El Cordero que fue muerto es digno de recibir el poder, la divinidad, la sabiduría, la fortaleza, el honor, la gloria y la bendición. 
R. Aleluya, aleluya, aleluya.

[Lectio2]
San Pedro fue pescador, y San Mateo fue cobrador de impuestos; y San Pedro después de su conversión volvió a la pesca; pero San Mateo no volvió a encargarse de su telonio. Porque una cosa es buscar la vida con el oficio de pescador, y otra amontonar dinero con los lucros de los impuestos. Pues hay muchos negocios que rara vez o nunca se pueden ejercer sin pecar. Es necesario que tras la conversión la voluntad huya del peligro de pecar. 

[Responsory2]
R. Yo soy la verdadera vid, y vosotros los sarmientos; 
* El que permanece en mí, y Yo en él, produce abundante fruto, aleluya, aleluya. 
V. Como el Padre me amó, os amé Yo también. 
R. El que permanece en mí, y Yo en él, produce abundante fruto, aleluya, aleluya. 
&Gloria
R. El que permanece en mí, y Yo en él, produce abundante fruto, aleluya, aleluya. 

[Lectio3]
Trabajando los discípulos en el mar, se quedó el Señor en la orilla tras su resurrección, cuando antes de su resurrección había caminado sobre las olas a vista de sus discípulos. El mar significa el presente siglo, en que las vicisitudes y agitaciones de la vida corruptible semejan a las olas del mar que sin cesar chocan y se estrellan unas con otras. Y ¿qué se representa por la solidez de la orilla, sino la duración del eterno descanso? Por esto, como los discípulos estaban aún entre las olas de esta vida mortal, trabajaban en el mar. Y como nuestro Redentor no tenía ya carne corruptible, se quedó en la orilla después de su resurrección.
&teDeum

[Ant 2]
Echad la red a la derecha * de la barca y encontraréis. Aleluya.

[Ant 3]
Dijo Jesús * a sus discípulos: Traed de los peces que acabáis de coger. Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes. Aleluya.