[Officium] Dominica VI Post Epiphaniam [Oratio] Te pedimos, Dios todopoderoso, que el fruto de la reflexión en tus misterios sea cumplir la palabra y de obra cuanto te agrada. Por nuestro Señor Jesucristo. $Per Dominum [Lectio1] Empieza la Epístola del Apóstol San Pablo a los Hebreos !Heb 1:1-4 1 Muchas veces y en muchas maneras habló Dios en otro tiempo a nuestros padres por ministerio de los profetas; 2 últimamente, en estos días, nos habló por su Hijo, a quien constituyó heredero de todo, por quien también hizo el mundo; 3 el cual, siendo esplendor de su gloria e impronta de su sustancia, y sustentando todas las cosas con su poderosa palabra, después de haber realizado la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, 4 hecho tanto mayor que los ángeles, cuando heredó un nombre más excelente que ellos. [Lectio2] !Heb 1:5-9 5 Pues ¿a cuál de los ángeles dijo alguna vez: “Tú eres mi Hijo, Yo te he engendrado hoy?” Y luego: “Yo seré para Él padre, y Él será Hijo para mí.” 6 Y de nuevo cuando introduce a su Primogénito en el mundo dice: “Adórenle todos los ángeles de Dios.” 7 De los ángeles dice: “El que hace a sus ángeles vientos y a sus ministros llamas de fuego.” 8 Pero al Hijo: “Tu trono, ¡oh Dios!, subsistirá por los siglos de los siglos, cetro de equidad es el cetro de tu reino. 9 Amaste la justicia y aborreciste la iniquidad, por eso te ungió Dios, tu Dios, con óleo de exaltación sobre tus compañeros.” [Lectio3] !Heb 1:10-14 10 Y “Tú, Señor, al principio, fundaste la tierra, y los cielos son la obra de tus manos. 11 Ellos perecerán, pero Tú permaneces, y todos, como un vestido, envejecerán, 12 y como un manto los envolverás, y como un vestido se mudarán; pero Tú permaneces el mismo, y tus años no se acabarán.” 13 ¿Y a cuál de los ángeles dijo alguna vez: “Siéntate a mi diestra, mientras pongo a tus enemigos por escabel de tus pies?” 14 ¿No son todos ellos espíritus administradores, enviados para servicio, en favor de los que han de heredar la salud? [Lectio4] Sermón de San Atanasio, Obispo. !Discurso 2 sobre los Arrianos después del medio. Si los herejes considerasen la persona, el asunto y el tiempo de que habla el Apóstol, ni atribuirían a la Divinidad lo propio de la naturaleza humana, ni se conducirían tan impía como neciamente contra Cristo. Dice el Apóstol: “Dios, que en otro tiempo habló a nuestros padres en diferentes ocasiones y de muchas maneras por los Profetas, nos ha hablado últimamente en estos días por medio de su Hijo”. Y: “Habiéndonos purificado de nuestros pecados, está sentado a la diestra de la majestad excelsa, constituido tanto más superior que los ángeles, cuanto más aventajado es el nombre que recibió”. De aquel tiempo en que Dios nos habló por su Hijo, cuando éste realizó la purificación de los pecados, hace mención la palabra del Apóstol. Cuando nos habló mediante su Hijo, o realizó éste la purificación de nuestros pecados, o se hizo hombre, ¿por ventura no fue después de los profetas, es decir, en los últimos días? [Lectio5] Tratando el Apóstol de la redención del Verbo, y de los últimos tiempos, recuerda que Dios no permaneció mudo en las edades anteriores, sino que había hablado por los profetas. Después de haber dado a entender que los profetas cumplieron su misión, que la ley fue dada por los ángeles, que el mismo Hijo descendió hasta nosotros y que asumió las funciones de su ministerio, añade: “Hecho tanto superior a los ángeles”, queriendo manifestar que en la medida que el Hijo es más excelente que el siervo, el ministerio del Hijo lo es sobre el ministerio y las funciones del siervo. [Lectio6] Cuando el Apóstol distingue el ministerio de la Ley antigua del de la nueva, usa de gran libertad al escribir y hablar a los Judíos. Por esto no se contenta, al compararlos, diciendo en general que el ministerio de la Ley Nueva fuese más grande o excelente, como si se tratara de cosas de un mismo género que tuviesen algo común, sino que lo llama “superior”, en tal forma que expresa la diferencia de naturaleza entre el Hijo y las criaturas. [Lectio7] Lección del Santo Evangelio según San Mateo !Mt 13:31-35 En aquel tiempo: Dijo Jesús a las multitudes esta parábola: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza que tomó en su mano un hombre, y lo sembró en su campo. Y lo que sigue. _ Homilía de San Jerónimo, Presbítero. !Libro 2 de los comentarios sobre el cap. 13 de San Mateo. El reino de los cielos es la predicación del Evangelio y el conocimiento de las Escrituras, que conduce a la vida, y del que se dice a los Judíos: “Se os quitará el reino de Dios, y se dará a gentes que produzcan sus frutos”. Es semejante este reino al grano de mostaza que un hombre sembró en su campo. Muchos entienden por este hombre al Salvador, ya que Él siembra en las almas de los creyentes. Otros entienden al mismo hombre que siembra en su propio campo, en sí mismo y en su corazón. [Lectio8] Éste que siembra son nuestros sentidos y nuestra inteligencia, que, recibiendo el grano de la predicación y conservando la semilla, la hacen crecer, mediante los humores de la fe, en nuestro corazón. La predicación del Evangelio es la menor de todas las disciplinas. En su primera manifestación, parece que no inspira confianza de cosa verdadera: nos propone a un hombre Dios, a Cristo muerto, y el escándalo de la cruz. Con relación a las enseñanzas de los filósofos, el esplendor de su elocuencia y la elegancia de sus discursos, parece inferior la semilla del Evangelio. [Lectio9] Mas aquéllas, cuando se han desarrollado, nada muestran de resistente, vigoroso y vivaz; sino hueco, endeble y sin sustancia, que no produce sino hojas y hierbas, que presto se secan y caen. Mas la predicación evangélica, que en sus principios parecía pequeña, apenas sembrada en el alma de los creyentes, o en todo el mundo, no produce hojas solamente, sino que se convierte en árbol, donde las aves del cielo (son las almas de los creyentes, o las virtudes puestas al servicio de Dios) vienen y habitan en sus ramas. Por ramas del árbol evangélico, debemos entender los diferentes dogmas, en los cuales cada una de las sobredichas aves se posa. &teDeum [Ant 2] El reino de los cielos * se parece a un grano de mostaza, que es la más pequeña de las semillas. Pero cuando crece es más alta que las hortalizas. [Ant 3] El reino de los cielos * se parece a la levadura que una mujer cogió y amasó con tres medidas de harina, hasta que todo fermentó.