[Officium] Feria II infra Hebdomadam V post Epiphaniam [Lectio1] De la Epístola primera a Timoteo !1 Tim 3:1-7 1 Verdadero es el dicho: Si alguno desea el episcopado, buena obra desea; 2 pero es preciso que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, morigerado, hospitalario, capaz de enseñar; 3 no dado al vino ni pendenciero, sino ecuánime, pacífico, no codicioso; 4 que sepa gobernar bien su propia casa, que tenga los hijos en sujeción, con toda honestidad; 5 pues quien no sabe gobernar su casa, ¿cómo gobernará la Iglesia de Dios? 6 No neófito, no sea que, hinchado, venga a incurrir en el juicio del diablo. 7 Conviene asimismo que tenga buena fama ante los de fuera, porque no caiga en infamia y en las redes del diablo. [Lectio2] !1 Tim 3:8-13 8 Conviene que los diáconos sean asimismo honorables, exentos de doblez, no dados al vino ni a torpes ganancias; 9 que guarden el misterio de la fe en una conciencia pura. 10 Sean probados primero, y luego ejerzan su ministerio, si fueren irreprensibles. 11 También las mujeres deben ser honorables, no chismosas, sobrias y en todo fieles. 12 Los diáconos sean maridos de una sola mujer, que sepan gobernar a sus hijos y a su propia casa. 13 Pues los que desempeñaren bien su ministerio alcanzarán honra y gran autoridad en la fe que tenemos en Cristo Jesús. [Lectio3] !1 Tim 3, 14-16; 4, 1 14 Esto te escribo con la esperanza de ir a verte pronto, 15 para que, si tardo, sepas cómo hay que comportarse en la casa de Dios, que es la Iglesia de Dios vivo, columna y sostén de la verdad. 16 Y sin duda que es grande el misterio de la piedad: “Que se ha manifestado en la carne, ha sido justificado por el Espíritu, ha sido mostrado a los ángeles, predicado a las naciones, creído en el mundo, ensalzado en la gloria.” 1 Pero el Espíritu claramente dice que en los últimos tiempos apostatarán algunos de la fe, dando oídos al espíritu del error y a las enseñanzas de los demonios.