[Officium] Feria II infra Hebdomadam II post Epiphaniam [Lectio1] De la Epístola II a los Corintios !2 Cor 3:1-3 1 ¿Voy a comenzar de nuevo a recomendarme a mí mismo? ¿O necesito, como algunos, de cartas que nos recomienden a vosotros o en que vosotros me recomendéis? 2 Mi carta sois vosotros mismos, escrita en nuestros corazones, conocida y leída de todos los hombres, 3 pues notorio es que sois carta de Cristo, expedida por nosotros mismos, escrita, no con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en las tablas de carne que son vuestros corazones. [Responsory1] R. ¡Cuán grande es, Señor, la abundancia de tus dulzuras, * Las cuales has reservado para los que te temen! V. La derramas copiosa sobre los que en ti esperan, en presencia de los hijos de los hombres. R. Las cuales has reservado para los que te temen! [Lectio2] !2 Cor 3:4-8 4 Tal es la confianza que por Cristo tenemos en Dios: 5 No que nosotros seamos capaces de poner en cuenta cosa alguna como de nosotros mismos, que nuestra suficiencia viene de Dios. 6 Él nos capacitó como ministros de la nueva alianza, no de la letra, sino del espíritu, que la letra mata, pero el espíritu da vida. 7 Pues si el ministerio de muerte escrito con letras sobre piedras fue glorioso, hasta el punto de que no pudieran los hijos de Israel mirar el rostro de Moisés a causa de su resplandor, con ser transitorio, 8 ¡cuánto más no será glorioso el ministerio del espíritu! [Responsory2] R. Sé mi auxilio, oh Dios: * No me abandones. V. Ni me rechaces, oh Dios, Salvador mío. R. No me abandones. [Lectio3] !2 Cor 3:9-14 9 Si el ministerio de condenación es glorioso, mucho más glorioso será el ministerio de la justicia. 10 Y en verdad, en este aspecto aquella gloria deja de serlo, comparada con esta otra gloria sobreeminente. 11 Porque si lo transitorio fue glorioso, ¿cuánto más lo será lo que permanece? 12 Teniendo, pues, tal esperanza, procedemos con plena franqueza, 13 y no como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro para que los hijos de Israel no pusiesen los ojos en una gloria destinada a perecer. 14 Pero sus entendimientos estaban velados y lo están hoy por el mismo velo que continúa sobre la lección de la Antigua Alianza, sin percibir que sólo por Cristo ha sido removido. [Responsory3] R. Bendeciré al Señor en todo tiempo; * Su alabanza estará siempre en mi boca. V. En el Señor se gloriará mi alma; que lo oígan y se alegren los humildes. R. Su alabanza estará siempre en mi boca. &Gloria R. Su alabanza estará siempre en mi boca.