[Officium] Dominica infra Octavam Epiphaniæ [Versum 1] @Sancti/01-06 [Ant 1] El niño Jesús se quedó * en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Estos, creyendo que estaba en la caravana, se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos. [Oratio] Escucha, Señor, en tu bondad, las súplicas de tu pueblo: enséñale lo que ha de hacer y concédele valor para cumplirlo. $Per Dominum [Lectio1] Empieza la I Epístola de San Pablo a los Corintios !1 Cor 1:1-3 1 Pablo, por la voluntad de Dios llamado a ser apóstol de Cristo Jesús, y Sóstenes, hermano, 2 a la iglesia de Dios en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos, con todos los que invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo en todo lugar, suyo y nuestro: 3 La gracia y la paz de parte de nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. [Responsory1] @Sancti/01-06:Responsory1 [Lectio2] !1 Cor 1:4-9 4 Doy continuamente gracias a Dios por la gracia que os ha sido otorgada en Cristo Jesús, 5 porque en Él habéis sido enriquecidos en todo, en toda palabra y en todo conocimiento, 6 en la medida en que el testimonio de Cristo se consolidó entre vosotros, 7 de modo que no escaseéis en don alguno, mientras llega para vosotros la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, 8 que a su vez os confirmará plenamente, para que seáis hallados irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. 9 Pues fiel es Dios, por quien habéis sido llamados a participar con su Hijo, Jesucristo, Señor nuestro. [Responsory2] @Sancti/01-06:Responsory2 [Lectio3] !1 Cor 1:10-13 10 Os ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos habléis igualmente, y no haya entre vosotros cismas, antes seáis concordes en el mismo pensar y en el mismo sentir. 11 Esto, hermanos, os lo digo porque he sabido por los de Cloe que hay entre vosotros discordias, 12 y cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo, yo de Apolo, yo de Cefas, yo de Cristo. 13 ¿Está dividido Cristo? ¿O ha sido Pablo crucificado por vosotros, o habéis sido bautizados en su nombre? [Responsory3] @Sancti/01-06:Responsory3 [Lectio4] Sermón de San León, Papa. !Sermón 4 de la Epifanía, cap. 1. Es justo y razonable alegrarnos con todo el corazón durante los días que nos recuerdan las obras de la divina misericordia, celebrando honoríficamente lo que ha sido realizado para nuestra salvación. A esto nos invita la disposición del ciclo litúrgico; después de habernos hecho celebrar el día en que el hijo de Dios, coeterno del Padre, nació de la Virgen, pone pocos días más tarde la festividad de la Epifanía, consagrada por la manifestación del Señor. [Lectio5] La divina Providencia ha constituido un poderoso argumento de nuestra fe; al celebrar las adoraciones tributadas al Salvador en su infancia, nos da, en los mismos documentos que tratan de su origen, la prueba de que Cristo al nacer tenía realmente naturaleza humana. Esto justifica a los impíos: creer que en un mismo Señor nuestro, Jesucristo, existen verdaderamente la divinidad y la humanidad: la divinidad por la que antes de todos los siglos es igual al Padre en la divina naturaleza; y la humanidad, mediante la cual se ha unido al hombre tomando la forma de esclavo. [Lectio6] Para fortalecer esta fe, proclamada contra todos los errores, fue decretado, por un designio de la inmensa bondad divina, que unos pueblos, moradores de lejanas regiones del Oriente, ocupados en el estudio de las estrellas, recibieran una señal del nacimiento del Niño que había de reinar sobre todo Israel. Una estrella singularmente bella apareció a los Magos, y su luz radiante llenó de admiración los ánimos de los que la contemplaban, que no podían dejar de buscar lo que les anunciaba una señal tan extraordinaria. [Lectio7] Lectura del santo Evangelio según San Lucas !Lc 2:42-51 Cuando Jesús hubo cumplido los doce años, subieron sus padres a Jerusalén como lo tenían de costumbre en el tiempo de la solemnidad; acabados aquellos días, cuando ya regresaban, permaneció el Niño Jesús en Jerusalén, sin que sus padres lo advirtiesen. Y lo que sigue. _ Homilía de San Ambrosio, Obispo. !Exposición en S. Lucas, lib. 2, números 63-65. Según leemos en el Evangelio, nuestro Señor empezó a enseñar al llegar a la edad de doce años. Este número debía ser el de los predicadores evangélicos de la fe. El que aquel Niño, que, aun según la carne, estaba lleno de la sabiduría y de la gracia de Dios, olvidara a sus padres según la carne, y quisiera ser hallado después de tres días en el templo, no fue sin motivo. Con ello significaba que después de tres días del triunfo de su pasión, resucitaría, y que sería propuesto a nuestra fe en un trono celestial, con honores divinos, aquel mismo que había sido tenido por muerto. [Lectio8] “¿Por qué me buscabais?” En Cristo hay dos generaciones: paterna la una y materna la otra. La paterna es del todo divina; la materna es aquella con la cual ha venido a nosotros para participar de nuestra naturaleza y de nuestros dolores. [Lectio9] “Y vino a Nazaret, y estaba sujeto a ellos”. ¿Qué había de hacer el maestro de toda virtud, sino cumplir su deber de piedad filial? Y ¿nos admiramos de que obedezca al Padre, aquel que está sujeto a la madre? Esta sujeción no es indicio de inferioridad, sino de piedad. &teDeum [Capitulum Laudes] !Rom 12:1 v. Os ruego, pues, hermanos, por la misericordia de Dios, que ofrezcáis vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios, éste es vuestro culto racional. $Deo gratias [Versum 2] @Sancti/01-06 [Ant 2] @:Ant 1 [Capitulum Sexta] !Rom 12:3 v. Por la gracia que me ha sido dada, os encargo a cada uno de vosotros no sentir de sí por encima de lo que conviene sentir, sino sentir modestamente, cada uno según la medida de fe que Dios le repartió. $Deo gratias [Capitulum Nona] !Rom 12:4-5 v. Pues a la manera que en un solo cuerpo tenemos muchos miembros, y todos los miembros no tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, pero cada miembro está al servicio de los otros miembros. $Deo gratias [Versum 3] @Sancti/01-06:Versum 1 [Ant 3] «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? * Tu padre y yo te buscábamos angustiados». «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?»