[Officium] Feria VI Quattuor Temporum in Adventu [Officium] (rubrica innovata) Feria VI infra Hebdomadam III Adventus [Oratio] Despierta tu poder, Señor, y ven a salvarnos; para que cuantos confían en tu amor pronto sean liberados de todo mal. $Qui vivis [Lectio1] Lectura del santo Evangelio según San Lucas !Lc 1:39-47 En aquel tiempo: Partió María y se fue apresuradamente a las montañas, a una ciudad de Judá, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. Y lo que sigue. _ Homilía de San Ambrosio !Libro 2 sobre San Lucas, cap. 1, después del principio. Es razonable que los que exigen fe, demuestren que la merecen. Por lo que el Ángel, al anunciar el misterio a la Virgen María, a fin de convencerla mediante un ejemplo, le anunció la concepción hecha en una mujer anciana y estéril, para demostrar que nada es imposible a Dios de cuanto le pluguiere. Luego que María oyó esto, no como incrédula, ni con duda de lo que se le anunciaba, ni del ejemplo que se le proponía, sino alegre por la promesa, religiosa en el cumplimiento del deber, presto partió gozosa para las montañas; ¿a dónde había de ir la que estaba llena de Dios, sino a lo más elevado? La gracia del Espíritu Santo, a la verdad, desconoce la tardanza. [Responsory1] R. Envía, Señor, al Cordero Dominador de la tierra, * De la Piedra del desierto al monte de la hija de Sion. V. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación. R. De la Piedra del desierto al monte de la hija de Sion. [Lectio2] Aprended vosotras, santas mujeres, los cuidados que debéis a vuestras parientas en casos semejantes. A María, que moraba, en el recogimiento más íntimo, el pudor de la virginidad no la retrajo de presentarse en público, ni la aspereza de las montañas de dar satisfacción a su celo, ni la distancia, del cumplimiento de su deber. La Virgen partió presurosa a las montañas; la Virgen, conocedora de sus deberes, no haciendo caso de las dificultades, atendiendo más al afecto que a la debilidad de su sexo, dejó su casa. Aprended, vírgenes, a no discurrir por las casas de los extraños, a no entreteneros en las plazas, a apartaros de las habladurías callejeras. María, amante de su casa, ansiosa cuando salía fuera, permaneció tres meses con su parienta. [Responsory2] R. ¡Oh cielos! derramad desde lo alto vuestro rocío, y lluevan las nubes al justo: * Que se abra la tierra y brote al Salvador, V. Envía, Señor, al Cordero Dominador de la tierra, de la Piedra del desierto al monte de la hija de Sion. R. Que se abra la tierra y brote al Salvador. [Lectio3] Habéis aprendido, vírgenes, el pudor de María; aprended ahora su humildad. Visita la parienta a la parienta, la más joven a la anciana, y no sólo la visita, sino que se anticipa a saludarla. Es muy conveniente que una virgen sea tanto más humilde cuanto es más casta. Aprenda a venerar a las más ancianas. Debe ser maestra de humildad, aquella que profesa la castidad. Este ejemplo nos ofrece un modelo de piedad y una norma de doctrina. Advirtamos cómo el superior viene a ayudar al inferior: María a Isabel; Cristo a Juan. [Responsory3] R. Los campos del desierto se cubrieron de verdor odorífero para Israel; porque he aquí que nuestro Dios vendrá con su poder, * Y su resplandor con Él. V. De Sion viene el resplandor de su belleza: nuestro Dios viene visiblemente. R. Y su resplandor con Él. &Gloria R. Y su resplandor con Él. [Ant 2] En cuanto tu saludo * llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Aleluya. [Ant 3] Éste es el testimonio * que dio Juan: El que viene detrás de mí existía antes que yo.