[Ant 1] Tú que sostienes * el trono del cielo y escudriñas los abismos; Tú, Señor, Rey de reyes, que pesas los montes y mides la tierra, escúchanos, Señor, en nuestro llanto. [Lectio1] Empieza el Libro del Profeta Oseas. !Ose 1:1-3 1 Palabra de Yahvé dirigida a Oseas, hijo de Beeri, en tiempos de Ozías, Joatán, Acaz y Ezequias, reyes de Judá, y en tiempos de Jeroboam, hijo de Joás, rey de Israel. 2 Comienzo del hablar de Yahvé en Oseas: Dijo Yahvé a Oseas: Ve y toma por mujer a una prostituta y engendra hijos de prostitución, pues que se prostituye la tierra apartándose de Yahvé. 3 Fue, pues, y tomó por mujer a Gomer, hija de Diblayim, que concibió y le parió un hijo. [Lectio2] !Ose 1:4-7 4 Y le dijo Yahvé: Ponle por nombre Jezrael, porque de aquí a poco visitaré Yo las matanzas de Jezrael sobre la casa de Jehú y pondré fin al reino de la casa de Israel. 5 Aquel día romperé Yo el arco de Israel en el valle de Jezrael. 6 Concibió ella de nuevo y parió una hija, y Yahvé dijo a Oseas: Dale el nombre de “LoRujamá,” porque ya no me compadeceré de la casa de Israel, no la perdonaré jamás. 7 Pero tendré misericordia de la casa de Judá, y los salvaré por Yahvé, Dios; no los salvaré con arco, ni con espada, ni con guerra, ni con caballos, ni con jinetes. [Lectio3] !Ose 1:8-11 8 Luego de destetar a “Lo-Rujamá”, volvió a concebir y parió un hijo, y dijo Yahvé: 9 Llámalo “Lo-Ammí”, porque vosotros no sois mi pueblo, y Yo no soy vuestro Dios. 10 Y será la muchedumbre de los hijos de Israel como las arenas del mar, que son sin medida y sin número, y en el lugar mismo en que se les dijo: “Vosotros no sois mi pueblo”, se dirá de ellos: “Los hijos del Dios vivo”. 11 Los hijos de Judá y los hijos de Israel se juntarán en uno y se darán un jefe único y se desbordarán de la tierra, pues será grande el día de Jezrael. [Lectio4] Del Libro “La Ciudad de Dios” de San Agustín, Obispo. !Libro 18, cap. 28. El profeta Oseas tiene un lenguaje tan profundo que es difícil penetrarlo: pero algo tendré que citar de él en cumplimiento de mi promesa: “Y sucederá -dice- que donde se les habrá dicho a ellos: Vosotros no sois mi pueblo; se les dirá: Vosotros sois hijos del Dios vivo”. Estas palabras son una profecía de la vocación de los gentiles, que al principio no pertenecían a Dios; así las entendieron los mismos Apóstoles. [Lectio5] El pueblo de los gentiles es también espiritualmente de los hijos de Abrahán, y es llamado pueblo de Israel: “Y se congregarán en un solo pueblo los hijos de Judá y los de Israel, y se elegirán un solo caudillo y se levantarán de la tierra”. Tratar de explicar más este lenguaje profético, equivaldría a quitarle toda su fuerza. Acordémonos de la piedra angular y de las dos murallas, compuesta la una de judíos y la otra de gentiles, aquélla bajo el nombre de Israel, y ésta de Judá, apoyándose ambas en un mismo principado, y elevándose sobre la tierra. [Lectio6] De esos israelitas carnales que ahora no quieren confesar a Cristo, pero que creerán un día en Él, no ellos, sino sus hijos (los cuales, por esto, ocuparán al morir el lugar merecido), el Profeta dice: “Porque los hijos de Israel mucho tiempo estarán sin rey, sin caudillo, sin sacrificios, sin altar, sin sacerdocio y sin profecías”. ¿Quién no ve que tal es actualmente el estado de los judíos?