[Lectio1] Del Profeta Daniel !Dan 6:11-15 11 Entonces apresuráronse a venir aquellos hombres y hallaron a Daniel orando y rogando a su Dios. 12 Llegáronse luego al rey y le hablaron acerca del real edicto: ¿No has firmado tú un decreto mandando que cualquiera que en el espacio de treinta días hiciese petición a dios u hombre, sino a ti, ¡oh rey! sea arrojado al foso de los leones? Respondió el rey, diciendo: Así es según la ley de Media y de Persia, que no puede revocarse. 13 Entonces respondieron ellos diciendo al rey: Pues Daniel, de los hijos de la cautividad de los judíos, no teniendo cuenta de ti, ¡oh rey! ni del edicto firmado, tres veces al día hace oración. 14 Al rey, cuando esto oyó, pesole sobremanera, y se propuso salvar a Daniel, y hasta la puesta del sol estuvo haciendo esfuerzos para librarle. 15 Pero aquellos hombres se reunieron ante el rey y le dijeron: Has de saber, ¡oh rey! que es la ley de Media y de Persia, que edicto u ordenanza que el rey firma es irrevocable. [Lectio2] !Dan 6:16-20 16 Mandó entonces el rey que trajeran a Daniel y le arrojaran al foso de los leones. Y, hablando el rey a Daniel, le dijo: Quiera salvarte tu Dios, a quien perseverante sirves. 17 Trajeron una piedra, que pusieron sobre la boca del foso de los leones, y la selló el rey con su anillo y con los anillos de sus grandes para que en nada pudiera mudarse la suerte de Daniel. 18 Fuese luego el rey a su palacio, y se acostó ayuno; no se tocaron ante él instrumentos de música y huyó de sus ojos el sueño. 19 Levantose, pues, muy de mañana y se fue apresuradamente al foso, y acercándose al foso de los leones, 20 llamó con tristes voces a Daniel, y, hablando el rey a Daniel, decía: Daniel, siervo del Dios vivo, el Dios tuyo, a quien perseverante sirves, ¿ha podido librarte de los leones? [Lectio3] !Dan 6:21-24 21 Entonces dijo Daniel al rey: ¡Vive por siempre, oh rey! 22 Mi Dios ha enviado a su ángel, que ha cerrado la boca de los leones para que no me hiciesen mal, porque delante de Él ha sido hallada en mí justicia, y aun contra ti, ¡oh rey! nada he hecho de malo. 23 Púsose entonces muy contento el rey, y mandó que sacasen del foso a Daniel. Este fue sacado del foso, y no hallaron en él herida alguna, porque había tenido confianza en su Dios. 24 Mandó el rey que los hombres que habían acusado a Daniel fueran traídos y arrojados al foso de los leones, ellos, sus hijos y sus mujeres, y antes de que llegasen al fondo del foso, los leones los agarraron y quebrantaron todos sus huesos.