[Lectio1] De libro Esther !Est 4:1-5 1 Cuando supo Mardoqueo lo que pasaba, rasgó sus vestiduras, se vistió de saco y se cubrió de ceniza, y se fue por medio de la ciudad, dando fuertes, dolorosos gemidos, 2 y llegó hasta la puerta del rey, pues no era a nadie lícito entrar vestido de saco. 3 En todas las provincias, dondequiera que llegó la orden del rey y su edicto, hubo entre los judíos gran desolación, y ayunaron y lloraron y clamaron, acostándose muchos sobre la ceniza y vestidos de saco. 5 Las doncellas de Ester y sus eunucos vinieron a decírselo. La reina se quedó muy atemorizada y mandó vestidos a Mardoqueo para que se los pusiese, quitándose el saco; pero él se negó a aceptarlos. 5 Entonces llamó Ester a Hatac, uno de los eunucos que había puesto cerca de ella el rey, y le mandó que fuera a preguntar a Mardoqueo qué era aquello y de dónde venía. [Lectio2] !Est 4:6-11 6 Fue Hatac a Mardoqueo, a la plaza de la ciudad, delante de la puerta del rey; 7 y Mardoqueo le contó lo que pasaba y le dio noticia de la suma que Amán había ofrecido entregar al tesoro del rey en pago del exterminio de los judíos. 8 Diole también copia del edicto que se había publicado en Susa para exterminarlos, a fin de que se la enseñase a Ester y le diese cuenta de todo, y mandó a Ester presentarse al rey para pedirle gracia y pedirle por su pueblo. 9 Fue Hatac y comunicó a Ester lo que le había dicho Mardoqueo. 10 Ester encargó a Hatac que fuera a decir a Mardoqueo: 11 “Todos los servidores del rey y todo el pueblo de las provincias del rey saben que hay una ley que castiga con pena de muerte a cualquiera, hombre o mujer, que entre al rey, al atrio interior, sin haber sido llamado; sólo se libra de la muerte aquel a quien el rey tiende su cetro de oro, y yo no he sido llamada por el rey desde hace treinta días. [Lectio3] !Est 4:12-17 12 Cuando recibió Mardoqueo la contestación de Ester, 13 mandó que le respondieran: “No vayas a creer tú que serás la única en escapar entre los judíos todos por estar en la casa del rey, 14 porque, si ahora callas y el socorro y la liberación viniera a los judíos de otra parte, tú y la casa de tu padre pereceríais. ¿Y quién sabe si no es precisamente para un tiempo como éste para lo que tú has llegado a la realeza?” 15 Ester mandó decir a Mardoqueo: 16 “Ve y reúne a los judíos todos de Susa y ayunad por mí, sin comer ni beber por tres días, ni de noche ni de día. Yo también ayunaré igualmente con mis doncellas, y después iré al rey, a pesar de la ley, y si he de morir, moriré.” 17 Mardoqueo se fue e hizo lo que Ester le había mandado.