[Lectio1] Del Libro de Tobías. !Tob 2:19-21 19 Entretanto Anna, su mujer, iba todos los días a tejer, y traía el sustento que podía ganar con el trabajo de sus manos. 20 Y así fue que recibiendo un cabrito de leche, le trajo a su casa. 21 Cuyo balido, como lo oyese su marido, dijo: Mirad que no sea acaso hurtado; restituidle a sus dueños: porque no nos es lícito comer ni tocar cosa robada. [Lectio2] !Tob 2, 22-23; 3, 1-3 22 A lo que su mujer, irritada, respondió: Bien claro es que ha salido vana tu esperanza, y ahora se ve el fruto de tus limosnas. 23 Y con estas y semejantes palabras le zahería. 1 Entonces Tobías prorrumpió en gemidos, y empezó a orar con lágrimas, 2 diciendo: Justo eres, Señor, y justos son tus juicios, y todas tus sendas no son más que misericordia y verdad y justicia. 3 Ahora, pues, Señor, acuérdate de mí y no tomes venganza de mis pecados ni refresques la memoria de mis culpas, ni de las de mis padres. [Lectio3] !Tob 3:4-6 4 Porque ellos desoyeron tus preceptos, tú nos has entregado en botín al cautiverio y a la muerte, objeto de escarnio para todas las naciones entre las que hemos sido dispersados. 5 Muchos son tus juicios y verdaderos, para que vayas a tomar venganza por mis pecados y los de mis padres; porque ni cumplimos tus preceptos ni caminamos sinceramente delante de ti. 6 Ea, pues, haz conmigo según tu beneplácito. Quítame el aliento de vida, para que muera y me convierta en polvo; porque más prefiero morir que vivir.