[Lectio1]
Del Libro de Job. 
!Job 1:13-16
13 Y sucedió un día en que estaban sus hijos y sus hijas comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano primogénito, 
14 que llegó un mensajero a Job y le dijo: “Estaban arando los bueyes y pacían cerca de ellos las asnas, 
15 y se echaron sobre ellos los sábeos y los tomaron hiriendo a los siervos a filo de la espada. Yo solo he podido escapar para darte la noticia.” 
16 Todavía estaba éste hablando, cuando llegó otro, que dijo: “Ha caído del cielo fuego de Dios, que abrasó a las ovejas y a los mozos, consumiéndolos. Sólo he escapado yo para darte la noticia.”

[Responsory1]
R. Mi cítara ha convertido sus voces en llanto, y mis órganos en lúgubres acentos. 
* Ten piedad de mí, Señor, porque nada son mis días. 
V. Mi piel se ha ennegrecido, y mis huesos se han desecado. 
R. Ten piedad de mí, Señor, porque nada son mis días.

[Lectio2]
!Job 1:17-19
17 Todavía estaba éste hablando, cuando vino otro, que dijo: “Los caldeos, divididos en tres tropeles, han dado sobre los camellos, apoderándose de ellos, y a los siervos los hirieron a filo de la espada. Yo solo he podido escapar para traerte la noticia.” 
18 Mientras hablaba éste todavía, llegó otro, que dijo: “Estaban tus hijos y tus hijas comiendo y bebiendo vino en la casa de su hermano, el primogénito, 
19 y vino del otro lado del desierto un torbellino y conmovió las cuatro esquinas de la casa, que cayó sobre los jóvenes, y han muerto. Yo solo he escapado para darte la noticia.”

[Responsory2]
R. ¡Oh, si se pesaran en una balanza mis pecados, por los que he merecido la ira, 
* Con las calamidades que padezco! 
V. Se vería que éstas les sobrepujan en peso como las arenas del mar; de aquí es que mis palabras están llenas de dolor. 
R. Con las calamidades que padezco.

[Lectio3]
!Job 1:20-22
20 Levantose entonces Job, rasgó sus vestiduras, rasuró su cabeza y, echándose en tierra, adoró, 
21 diciendo: “Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo tornaré allá. Yahvé lo dio, Yahvé lo ha quitado. 
22 ¡Bendito sea el nombre de Yahvé! En todo esto no pecó Job ni atribuyó a Dios insipiencia.