[Rank] (rubrica divino) In Octava Concept. Immac. Beatæ Mariæ Virginis;;Duplex majus;;4;;vide Sancti/12-08 [Lectio4] De la Bula dogmática del Papa Pío IX. _ De tiempos antiguos, los prelados, los eclesiásticos, las Órdenes regulares y los mismos emperadores y reyes suplicaron encarecidamente a esta Sede apostólica que difiniera como dogma de fe la Inmaculada Concepción de la Santísima Madre de Dios. Súplicas reiteradas, aun hoy, fueron dirigidas especialmente a Gregorio XVI, nuestro predecesor, de gloriosa memoria, y aun a Nos mismo nos han sido presentadas, ya por obispos, por el clero secular, por institutos religiosos, por príncipes ilustres y por el pueblo fiel. Considerando, con gran gozo de nuestra alma estos hechos, apenas fuimos inmerecidamente elevados por los altos y secretos juicios de la divina Providencia a esta sublime Cátedra de Pedro y tomamos las riendas del gobierno de la Iglesia, nos propusimos con todo empeño, siguiendo los impulsos de la devoción, afecto y veneración que desde la infancia profesamos a la Santísima Virgen María, llevar a cabo todo lo que en esta materia pudiese ser aún objeto de los deseos de la Iglesia, para que se aumentase el honor de la Santísima Virgen y brillasen con más claridad sus prerrogativas. [Lectio5] Así, pues, grandemente confiados en el Señor, y creyendo llegada la oportunidad de definir la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, Madre de Dios, que tan admirablemente ilustran y declaran las divinas Escrituras, la veneranda tradición, el sentir constante de la Iglesia, el singular acuerdo de los prelados y fieles católicos, y los insignes actos y constituciones de nuestros predecesores; después de examinadas cuidadosamente todas las cosas, y de dirigir a Dios fervorosas y continuas preces, hemos creído un deber no vacilar en sancionar y definir con nuestro supremo fallo la Inmaculada Concepción de la misma Virgen, y satisfacer de este modo a los piadosísimos deseos de todo el orbe católico y a nuestra particular devoción a la Santísima Virgen, y al mismo tiempo honrar más y más en Ella a su Unigénito Hijo nuestro Señor Jesucristo, ya que en el Hijo redundan todos los honores y alabanzas que a la Madre se tributan. [Lectio6] Por tanto, después de haber ofrecido, en la humildad y el ayuno, nuestras oraciones privadas y las públicas preces de la Iglesia a Dios Padre por medio de su Hijo, para que se dignase dirigir y confirmar nuestro entendimiento con la virtud del Espíritu Santo, implorada la intercesión de toda la corte celestial e invocado con fervor el Espíritu Paráclito, e inspirados por Él: en honor de la santa e individua Trinidad, para esplendor y ornamento de la Virgen Madre de Dios, exaltación de la fe católica y aumento de la Religión cristiana, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados San Pedro y San Pablo y la Nuestra, declaramos, fallamos y definimos que ha sido revelada por Dios, y por lo tanto debe ser creída firme y constantemente por todos los fieles la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María en el primer instante de su Concepción fue preservada inmune de toda mancha de culpa original por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en vista de los méritos de Jesucristo, Salvador del linaje humano. Por tanto, si (lo que Dios no permita) hubiere quienes osaren pensar contra lo que Nos hemos definido, sepan y entiendan que son condenados por su propio juicio, que han naufragado en la fe y que quedan separados de la unidad de la Iglesia. [Lectio7] Lectura del Santo Evangelio según San Lucas !Lc 1:26-28 En aquel tiempo: Envió Dios al Ángel Gabriel a Nazaret, ciudad de Galilea, a una Virgen desposada con un varón de la casa de David, llamado José, y el nombre de la Virgen era María. Y lo que sigue. _ Homilía de San Epifanio, Obispo. !Oración sobre las alabanzas de la Madre de Dios, María Santísima. ¿Qué diré, o cómo hablaré de la ilustre y santa Virgen? Pues, exceptuado sólo Dios, Ella es superior a todos: más bella por naturaleza que los mismos Querubines, los Serafines y que toda la milicia angélica. Ninguna lengua es suficiente, ni en la tierra ni en el cielo, para cantar sus alabanzas, ni aun las mismas de los Ángeles. Oh Virgen bienaventurada, paloma pura y esposa celestial, María, cielo, templo y trono de la divinidad, a ti pertenece Cristo, sol resplandeciente del cielo y de la tierra. Nube luminosa que recibiste del cielo para iluminar a la tierra, su sol más resplandeciente, el Cristo. Salve, llena de gracia, puerta del cielo, de quien claramente el profeta en el Cantar de los Cantares exclama: “Eres un jardín cerrado, hermana mía, esposa mía; eres un jardín cerrado, una fuente sellada”. [Lectio8] La Virgen es el lirio inmaculado, que engendró la rosa inmarcesible, Cristo. ¡Oh santa Madre de Dios, oveja inmaculada, que has dado a luz al Cordero, a Cristo, el Verbo encarnado en ti! ¡Oh Virgen santísima, que has causado la admiración a los ejércitos de los Ángeles! Es un prodigio admirable ver en los cielos una mujer vestida del sol, llevando la luz en sus brazos; es un prodigio que causa la admiración de los cielos que el seno de la Virgen lleve al Hijo de Dios; es un prodigio que causa la admiración de los cielos ver al Señor de los Ángeles hecho hijo de la Virgen. Los Ángeles acusaban a Eva, mas ahora glorifican a María que levantó a Eva caída e introdujo a Adán en el cielo después de haber sido arrojado del paraíso. Ella es la medianera del cielo y de la tierra, que realizo su unión en una forma natural. [Lectio9] La gracia de la Santísima Virgen es inmensa. De ahí que Gabriel comienza por saludarla, diciendo: “Ave, llena de gracia”, Tú que eres un resplandeciente cielo. Salve, llena de gracia, Tú que eres urna de oro que contiene el maná celestial. Salve, llena de gracia, que sacias a los sedientos con la dulzura de la fuente perenne. Ave, Santísima Madre inmaculada, que engendraste a Cristo, que existía antes que Tú. Salve, púrpura regia que vestiste al Rey del cielo y de la tierra. Salve, libro profundísimo que diste a leer al mundo el Verbo, Hijo del Padre. &teDeum