[Officium] Ss. Quatuor Coronatorum Martyrum [Oratio] v. Movidos por el valiente testimonio de tus gloriosos mártires en la fe, te pedimos, Dios todopoderoso, sentir su piadosa intercesión en el cielo. $Per Dominum [Lectio93] Habiendo los cuatro hermanos Severo, Severiano, Carpóforo y Victorino, mostrado con valor su aversión por el culto de los dioses, en la persecución de Diocleciano, fueron azotados con correas plumbeadas y perdieron la vida por el nombre de Jesucristo. Sus cuerpos fueron echados a los perros, que no los tocaron. Recogidos por los cristianos, fueron inhumados en el arenal de la vía Lavicana, a tres millas de Roma, cerca del sepulcro de los santos mártires Claudio, Nicostrato, Sinforiano, Castor y Simplicio, que habían sufrido martirio bajo el mismo emperador. Siendo escultores excelentes, se negaron a esculpir estatuas de los ídolos. Conducidos ante la imagen del sol para que la adoraran, declararon que jamás se harían reos de venerar las obras de los hombres. Por ello fueron encarcelados, y como se mantuvieron firmes en su resolución durante varios días, fueron primero azotados con escorpiones, y encerrados luego vivos en cofres de plomo, fueron arrojados al Tíber. En Roma hay una iglesia dedicada a ellos, cuyos nombres, que eran desconocidos, han sido divinamente manifestados. En esta iglesia fueron sepultados con los cuatro cuerpos dichos, los de los otros cinco mártires; la fiesta de todos es el día sexto antes de los idus de noviembre. &teDeum