[Officium] Ss. Angelorum Custodum [Ant Vespera] Dios ha dado orden * a sus ángeles para que te guarden en tus caminos. Alabemos al Señor, * a quien alaban los ángeles y aclaman los querubines y serafines: Santo, Santo, Santo. Sus ángeles * están viendo siempre el rostro de mi Padre celestial. Bendito sea Dios, * que ha mandado a su ángel y ha librado a sus siervos que creen en Él. Alabad a Dios * todos sus ángeles, alabadle todos los coros celestiales. [Hymnus Vespera] v. Ensalzamos a los ángeles custodios de los hombres, que el Padre celestial dio como compañeros a nuestra frágil naturaleza, para que no sucumbiera a las asechanzas del enemigo. _ Pues, por haber caído el ángel rebelde, despojado justamente de las prerrogativas que le fueron concedidas, se afana, llevado de la envidia, en apartar del cielo a los que Dios llama a él. _ Vuela, pues, hacia aquí , ¡oh protector vigilante!, y aleja de la región, que se te ha confiado, tanto los males del alma como todo lo que turba la paz de sus habitantes. _ Devota alabanza sea dada a la Trinidad Santa, cuyo poder dirige sin cesar la triple máquina del universo, y cuya gloria permanece por todos los siglos. Amén. [Versum 1] V. Delante de los ángeles tañeré para ti, Dios mío. R. Me postraré hacia tu santuario, daré gracias a tu nombre. [Ant 1] Son todos espíritus * servidores, enviados en ayuda de los que han de heredar la salvación. [Oratio] ¡Oh Dios, que en tu providencia inefable te has dignado enviar para nuestra custodia a tus santos ángeles!; concede a quienes te suplican ser siempre defendidos por su protección y gozar eternamente de su compañía. $Per Dominum [Invit] Al Señor Rey de los Ángeles, * Venid, adorémosle. [Ant Matutinum] El mismo Dios, * Señor del cielo y de la tierra, enviará su Ángel delante de ti.;;8 Mi Dios * envió su Ángel, el cual cerró las fauces de los leones, y no me han hecho daño ninguno.;;10 Id en buena hora, * y Dios os asista en vuestro viaje, y su Ángel os acompañe.;;14 V. Púsose el Ángel junto al altar del templo. R. Teniendo en su mano un incensario de oro. Mientras he estado yo con vosotros, * por voluntad de Dios he estado; bendecidle y cantad sus alabanzas.;;18 Alzándose el Ángel del Señor * que iba delante del ejército de los israelitas, se colocó detrás de ellos.;;23 El Ángel del Señor asistirá * alrededor de los que temen, y les librará.;;33 V. Subió el humo de los perfumes al acatamiento del Señor. R. Por la mano del Ángel. Y envió * el Señor un Ángel, que mató a todos los hombres fuertes y belicosos, y al general del ejército del rey de los asirios.;;95 Adorad al Señor * todos sus Ángeles; oyolo Sion y llenose de alborozo.;;96 Bendecid al Señor * todos vosotros, oh Ángeles suyos de gran poder y virtud, ejecutores de sus órdenes, prontos a obedecer la voz de sus mandatos.;;102 V. Te cantaré himnos en presencia de los ángeles, oh Dios mío. R. Te adoraré en tu templo santo y confesaré tu nombre. [Lectio1] Del Libro del Éxodo !Ex 23:20-23 20 He aquí que yo mandaré un ángel ante ti para que te defienda en el camino y te haga llegar al lugar que te he dispuesto. 21 Acátale y escucha su voz, no le resistas, porque no perdonará vuestras rebeliones y porque lleva mi nombre. 22 Pero, si le escuchas y haces cuanto él te diga, yo seré enemigo de tus enemigos y afligiré a los que te aflijan, 23 pues mi ángel marchará delante de ti. [Responsory1] R. Ordenó Dios a sus Ángeles que te guardasen en todos tus caminos; * Te llevarán en la palma de sus manos; no sea que tropiece tu pie en alguna piedra. V. Eran millares de millares los que le servían, y mil millones los que asistían ante su presencia. R. Te llevarán en la palma de sus manos; no sea que tropiece tu pie en alguna piedra. [Lectio2] Del Profeta Zacarías !Zac 1:7-11 7 El Señor habló así a Zacarías, profeta, hijo de Baraquías, hijo de Iddo, diciendo: 8 Vi de noche a un varón que cabalgaba en un caballo rojo y estaba entre los montes en el valle; detrás de él había caballos rojos, alazanes y blancos. 9 Yo entonces pregunté: ¿Qué son éstos, mi señor? Y el ángel que me hablaba me dijo: Voy a darte a saber quiénes son éstos; 10 pero el que estaba entre los montes tomó la palabra y dijo: Estos son los que Yahvé ha mandado a recorrer la tierra. 11 Luego hablaron ellos al ángel de Yahvé que estaba entre los montes y le dijeron: Hemos recorrido la tierra, y toda está quieta y tranquila. [Responsory2] R. Respondió el Ángel del Señor y dijo: Señor de los ejércitos: * ¿Hasta cuándo no te compadecerás de Jerusalén y de las ciudades de Judá contra las cuales te has enojado? V. Este año es el septuagésimo. R. ¿Hasta cuándo no te compadecerás de Jerusalén y de las ciudades de Judá contra las cuales te has enojado? [Lectio3] !Zac 2:1-5 1 Alcé de nuevo los ojos, miré, y vi a un varón que tenía en la mano un cordel de medir, 2 y le pregunté: ¿Dónde vas? El me respondió: A medir a Jerusalén para ver cuánta es su anchura y cuánta su longitud. 3 Apareció el ángel que hablaba conmigo, y vi que venía a su encuentro otro ángel, 4 que le dijo: ¡Corre! Di a ese joven: Sin murallas será habitada Jerusalén; tal será en ella la muchedumbre de hombres. 5 Y Yo seré para ella, dice el Señor, muro de fuego en derredor, y seré su gloria en medio de ella. [Responsory3] R. No temáis ante las naciones; adorad en vuestros corazones y temed al Señor; * Porque su Ángel está con vosotros. V. Se puso el Ángel junto al altar del templo, teniendo en su mano un incensario de oro. R. Porque su Ángel está con vosotros. &Gloria R. Porque su Ángel está con vosotros. [Lectio4] Sermón de San Bernardo, Abad. !Sobre el Salmo 90. Dios envió a sus Ángeles para que cuidaran de ti. ¡Oh admirable dignación! ¡Oh caridad grande y entrañable! ¿Quién envía?, ¿a quiénes envía? ¿Y con qué objeto?, ¿qué envía? Procuremos recordar tan gran mandato. Porque, ¿de quién procede esta orden? ¿De quién dependen los Ángeles? ¿A quién corresponde mandarlos y a qué voluntad obedecen? Envió Dios a sus Ángeles para que te guardaran en todos tus caminos. Y ellos llegan hasta llevarte en las palmas de sus manos. La suprema Majestad envía a los Ángeles; a aquellos espíritus tan excelsos, y tan dichosos por la proximidad y familiaridad con Dios. Y nos los envía a nosotros. Pero, ¿quiénes somos nosotros? ¿Quién es el hombre para que te acuerdes de él, o el hijo del hombre para que te fijes en él? ¡Como si el hombre no fuera corrupción y el hijo del hombre un gusano! ¿Mas para qué nos los envió? Para cuidar de nosotros. [Responsory4] R. ¡Vive el mismo Señor! * Su Ángel me ha guardado, así al ir de aquí, como estando allí, y al volver acá. V. Ni ha permitido el Señor que yo, su sierva, fuese violada. R. Su Ángel me ha guardado, así al ir de aquí, como estando allí, y al volver acá. [Lectio5] ¡Cuánto respeto y confianza deben infurdirnos sus palabras! Respeto por su presencia, devoción por su bondad, confianza por su protección. Procedamos siempre con cautela, puesto que los Ángeles, cumpliendo lo que se les ha mandado, siguen todos nuestros pasos, en cualquier lugar, por retirado que sea; respetad a vuestro Ángel. ¿Os atreveríais a hacer en su presencia lo que no haríais en la mía? ¿Dudáis que esté presente porque no le veis con los ojos? Decidme: ¿Qué haríais si le oyeseis, si le tocaseis, si olieseis su perfume? Recordad que no es sólo la vista la que nos asegura la realidad de las cosas. [Responsory5] R. El Ángel del Señor, habiendo descendido al horno, estaba con Azarías y sus compañeros, y los preservaba de la llama del horno; * Y el fuego no les tocó en parte alguna, ni les causó la menor molestia. V. Bendito sea el Señor que ha enviado a su Ángel y ha librado a sus siervos que creyeron en Él. R. Y el fuego no les tocó en parte alguna, ni les causó la menor molestia. [Lectio6] Así, hermanos, amemos con el afecto más tierno a estos Ángeles de Dios, con quienes estaremos un día en la herencia de su reino, y ha constituido nuestro Padre celestial en guías y protectores nuestros durante esta vida. ¿Qué temeríamos con tales custodios? Nos guardan en todos nuestros caminos los que no pueden ser vencidos ni engañados por nuestros enemigos, ni pueden engañarnos. Son fieles, prudentes, poderosos: ¿Qué temeríamos? Basta seguirles y estar junto a ellos para tener la protección del cielo. Siempre que nos sintamos tentados o estemos en una prueba, invoquemos a nuestro guarda, guía y ayuda en la necesidad y la tribulación. Clamemos a él, y digamos: Señor, sálvanos, porque perecemos. [Responsory6] R. En todas sus tribulaciones, no fueron atormentados; * Porque el Ángel que estaba en su presencia los sacaba a salvo. V. A impulso de su amor y de su clemencia, los redimió, y los sobrellevó, y los alzó en todo tiempo. R. Porque el Ángel que estaba en su presencia los sacaba a salvo. &Gloria R. Porque el Ángel que estaba en su presencia los sacaba a salvo. [Lectio7] Lectura del Santo Evangelio según San Mateo !Mt 18:1-10 En aquel tiempo: Acercáronse los discípulos a Jesús, diciendo: ¿Quién pensáis que será el mayor en el reino de los cielos? Y lo que sigue. _ Homilía de San Hilario, Obispo. !Comentario sobre San Mateo. El señor enseña que sólo haciéndonos como niños, entraremos en el reino de los cielos, es decir, destruyendo en nosotros con la sencillez del niño lo que hay de vicioso en nuestros cuerpos y almas. Llama niños a cuantos por la fe creen en sus palabras. Y en efecto, los niños obedecen a su padre, aman a su madre, desconocen la maldad, no añoran las riquezas, no se ensoberbecen ni odian a los demás; no mienten; y tienen por verdadero cuanto oyen. Volvamos, pues, a la sencillez de los niños, y llevemos grabada en nosotros la imagen de la humildad del Salvador. [Responsory7] R. Luego que el Macabeo y su gente supieron que los enemigos habían comenzado a sitiar las fortalezas, * Rogaban al Señor con lágrimas y suspiros, a una con todo el pueblo, que enviase un Ángel bueno para salvar a Israel. V. Mientras marchaban con ánimo denodado, se les apareció, al salir de Jerusalén, un personaje a caballo, vestido de blanco. R. Rogaban al Señor con lágrimas y suspiros, a una con todo el pueblo, que enviase un Ángel bueno para salvar a Israel. [Lectio8] ¡Ay del mundo a causa de los escándalos! La humildad de la Pasión es un escándalo para el mundo. He aquí lo que detiene a los hombres en la ignorancia: no querer reconocer al Señor de la eterna gloria bajo las ignominias de la cruz. Ahora bien: ¿puede haber algo más peligroso para el mundo que no recibir a Cristo? Él dice que es necesario que haya escándalos, porque, para realizar el misterio que iba a devolvernos la vida eterna, la humillación de la Pasión debía ser completa en Él. [Responsory8] R. ¡Oh Señor! Tú que enviaste uno de tus Ángeles al rey de Judá, Ezequiel, y quitaste la vida a ciento ochenta y cinco mil hombres del ejército de Senaquerib, * Envía ahora, oh Dominador de los cielos, a tu ángel bueno que vaya delante de nosotros, y haga conocer la fuerza de tu terrible y tremendo brazo. V. A fin de que queden llenos de espanto los que, blasfemando, vienen contra tu santo pueblo. R. Envía ahora, oh Dominador de los cielos, a tu ángel bueno que vaya delante de nosotros, y haga conocer la fuerza de tu terrible y tremendo brazo. &Gloria R. Envía ahora, oh Dominador de los cielos, a tu ángel bueno que vaya delante de nosotros, y haga conocer la fuerza de tu terrible y tremendo brazo. [Lectio9] No despreciéis a ninguno de estos pequeños que creen en mí. Esto imponen, a los que han creído en el Señor, los vínculos más estrechos del amor mutuo. Los Ángeles de los párvulos ven a Dios todos los días; y, por otra parte, el Hijo del hombre vino para salvar lo que estaba perdido. Ergo, el Hijo del hombre salva, y los Ángeles ven a Dios; pero sabemos con certeza, que estos mismos Ángeles presiden a las oraciones de los fieles. Así, pues, los Ángeles ofrecen cada día a Dios las oraciones de los que se han de salvar por Cristo. Luego es peligroso despreciar a aquéllos cuyos deseos y peticiones se presentan ante el trono del Dios eterno e invisible, por el ministerio de los Ángeles de su corte. &teDeum [Capitulum Laudes] !Ex 23:20-21 v. Así dice el Señor: Yo envío a mi ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te lleve al lugar que yo he fundado. Respeta su presencia y escucha su voz. $Deo gratias [Hymnus Laudes] v. ¡Oh eterno Ordenador de los astros, que creaste todas las cosas con tu poder infinito, y las gobiernas con tu no menor providencia! _ Atiende a estos pecadores, aquí reunidos, que te suplican, y concede una luz nueva a sus almas en este amanecer. _ Que el ángel de nuestra guarda, escogido por ti, nos asista para preservarnos del contagio del mal. _ Que desvirtúe las astucias del dragón envidioso: para que no cautive nuestros corazones incautos con la red del engaño. _ Que aleje de nuestros confines el temor de los enemigos; que fomente la paz entre los ciudadanos, y ahuyente la peste. _ Gloria sea dada a Dios Padre, y que Él guarde por medio de sus ángeles a aquellos a quienes ha redimido el Hijo y ha ungido el Espíritu Santo. Amén. [HymnusM Laudes] v. ¡Oh eterno Ordenador de los astros, que creaste todas las cosas con tu poder infinito, y las gobiernas con tu no menor providencia! _ Atiende a estos pecadores, aquí reunidos, que te suplican, y concede una luz nueva a sus almas en este amanecer. _ Que el ángel de nuestra guarda, escogido por ti, nos asista para preservarnos del contagio del mal. _ Que desvirtúe las astucias del dragón envidioso: para que no cautive nuestros corazones incautos con la red del engaño. _ Que aleje de nuestros confines el temor de los enemigos; que fomente la paz entre los ciudadanos, y ahuyente la peste. _ Gloria sea dada a Dios Padre, y que Él guarde por medio de sus ángeles a aquellos a quienes ha redimido el Hijo y ha ungido el Espíritu Santo. Amén. [Ant 2] El ángel * que hablaba conmigo volvió y me despertó, como se despierta a quien duerme. [Lectio Prima] !Ex 23:22-23 v. Pero si escuchas su voz, si haces lo que te mando, Yo seré enemigo de tus enemigos y contrario de tus contrarios. Y mi ángel irá delante de ti. [Capitulum Sexta] !Ex 23:21 v. No te rebeles contra él, porque no perdonará tus delitos, ya que lleva mi nombre. $Deo gratias [Ant 3] Santos ángeles * custodios nuestros, defendednos en la lucha, para que no perezcamos en el temible juicio.