[Officium] In Dedicatione S. Michaëlis Archangelis [Rank] (rubrica innovata) Ss. Michaëlis, Gabrielis et Raphaëlis Archangelis;;Duplex 1. classis;;6;;ex Sancti/05-08 [Ant Matutinum] Se agitó el mar, * y tembló la tierra, cuando el Arcángel Miguel descendió del cielo.;;8 Alabemos al Señor, * a quien alaban los Ángeles, y a quien aclaman los Querubines y Serafines, diciendo: Santo, Santo, Santo.;;10 Subió * el humo de los perfumes al acatamiento del Señor por la mano del Ángel.;;14 V. Se puso el ángel junto al altar del templo. R. Con un incensario de oro en la mano. Arcángel Miguel, * acude en auxilio del pueblo de Dios.;;18 Miguel, * príncipe del paraíso, a quien honran los ángeles.;;23 Glorioso * apareciste en la presencia del Señor; por esto el Señor te ha revestido de hermosura.;;33 V. Subió el humo de los perfumes al acatamiento del Señor. R. Por la mano del Ángel. Un enviado * es el Arcángel Miguel; un mensajero de Dios en favor de las almas justas, aleluya, aleluya.;;95 Se le dieron * muchos perfumes para que los ofreciese sobre el altar de oro, colocado ante el altar de Dios.;;96 Celebramos todas las grandes acciones * del Arcángel Miguel, el cual, valeroso en la lucha, consiguió la victoria.;;102 V. Te cantaré himnos en presencia de los ángeles, oh Dios mío. R. Te adoraré en tu templo santo y confesaré tu nombre. [Lectio4] Sermón de San Gregorio, Papa. !Homilía 34 sobre el Evangelio. Decimos que existen nueve órdenes de ángeles, porque la Sagrada Ecritura menciona a los ángeles, árcángeles, virtudes, potestades, principados, dominaciones, tronos, querubines y serafines. La existencia de los ángeles y de los arcángeles la atestiguan casi todas las páginas de los libros sagrados. De los querubines y serafines hablan muchas veces, como sabemos, los libros de los profetas. Además, el apóstol San Pablo enumera cuatro órdenes cuando dice en su epístola a los efesios: Sobre todo principado, y potestad, y virtud, y dominación. Dice también escribiendo a los colosenses: Ya sean tronos, potestades, principados o dominaciones. Agregando, pues, los tronos a las cuatro órdenes de que ha hablado a los efesios, tenemos cinco órdenes; y si les añadimos los ángeles, árcángeles, querubines y serafines, vemos que existen realmente nueve órdenes de ángeles. [Lectio5] El nombre de ángel es el de oficio y no de naturaleza. Ya que si aquellos espíritus de la patria celestial siempre son espíritus, no siempre pueden llamarse ángeles, puesto que lo son sólo cuando anuncian alguna cosa. Por que dice el Salmista hablando de Dios: Que hace ángeles a sus espíritus; como si dijera: A aquellos a quienes tiene siempre como espíritus, los hace ángeles cuando le place. Ahora bien: los que anuncian cosas menores se llaman ángeles; pero los que anuncian los más grandes misterios se llaman arcángeles. De ahí que a la Virgen María se le envió, no un ángel cualquiera, sino el Arcángel Gabriel, ya que tratándose del más importante de los mensajes, convenía que desempeñara este ministerio uno de los más grandes ángeles. Además, estos arcángeles llevan nombres propios que expresan los efectos de su operación. Así, Miguel significa: ¿Quién como Dios?; Gabriel, fuerza de Dios; y Rafael, medicina de Dios. [Lectio6] Siempre que se trata de algo que requiere un gran poder, la Escritura cita como enviado a Miguel para que, tanto su nombre, como el acto, manifiesten que nadie puede hacer lo que Dios hace con su poder. Así, hablando de aquel antiguo enemigo, que en su orgullosa ambición de igualar a Dios decía: Yo subiré a los cielos, levantaré mi trono sobre los astros del firmamento y seré semejante al Altísimo; y en reación a la plenitud de su poder que le será dejada cerca del fin del mundo antes de arrojarle al suplicio eterno, se dice que luchará con el Arcángel Miguel; San Juan dice: Tuvo lugar un combate con el Arcángel Miguel. Vemos que a María le fue enviado Gabriel, que significa Fuerza de Dios. Venía a anunciar a Aquél que para vencer a las potestades aéreas se dignó hacerse humilde. Rafael significa Medicina de Dios; cuando para cumplir su misión, tocó los ojos de Tobías, le libró de las tinieblas de su ceguera. [Lectio7] Lectura del Santo Evangelio según San Mateo !Mt 18:1-10 En aquel tiempo: Acercáronse los discípulos a Jesús diciendo: ¿Quién será el mayor en el reino de los cielos? Y lo que sigue. _ Homilía de San Jerónimo, Presbítero. !Libro 3 sobre los comentarios del cap. 18 de San Mateo. ¿A qué la pregunta de los Apóstoles, tras el hallazgo de la moneda y del pago del tributo: Quien pensáis que será el mayor en el reino de los cielos? Porque habían visto pagar un mismo tributo por Pedro y por el Señor, inferían que, al ser equiparado Pedro al Señor en el pago del tributo, estaba por encima de los demás Apóstoles; por esto preguntaban: ¿Quién será el mayor en el reino de los cielos? Mas Jesús, que ve sus pensamientos y conoce el motivo de su error, quiere sanar el apetito de la gloria moviendo a la humildad. [Lectio8] Si tu mano o tu pie te es ocasión de escándalo, córtalos y arrójalos lejos de ti. Es necesario que haya escándalos. Mas ¡ay del hombre que es causa, por culpa suya, de que se produzca lo que no puede dejar de producirse en el mundo! No hay afección ni parentesco que no deba romperse cuando estos vínculos nos exponen a escándalos. Si hay alguna persona, parece decir el Señor, tan unida como la mano, el pie o el ojo lo está al cuerpo, que os sea útil y os sirva, y ponga a vuestro servicio su clarividencia, pero que sea ocasión de escándalo, y que con su conducta, contraria a la vuestra, os arrastre al infierno, debéis privaros de su trato y de las ventajas que ésta os reporte; no sea que por la intimidad con parientes o amigos, os expongáis por su causa a la perdición. [Lectio9] Yo os digo que sus ángeles, en los cielos, están viendo siempre la cara de mi Padre. Dijo antes, usando la imagen de la mano, del pie y del ojo cuyo sacrificio se impone, que es menester separarse de los parientes y amigos que nos escandalicen. Pero ahora mitiga el rigor de este principio con esta recomendación: Mirad que no despreciéis a alguno de estos pequeñitos. Como diciendo: No os recomiendo que uséis de severidad sin enseñaros a mezclarla con la benignidad: Porque sus Ángeles en los cielos están viendo siempre la cara de mi Padre. Grande es la dignidad de las almas, ya que cada hombre tiene un Ángel custodio. Leemos en el Apocalipsis de San Juan: Escribe esto al Ángel de Efeso, y a los de las otras iglesias. El Apóstol manda que en la iglesia las mujeres velen su cabeza a causa de los Ángeles. &teDeum