[Officium] S. Thomæ de Villanova Episcopi et Confessoris [Ant 1] Da y distribuye * entre los pobres, su justicia permaecerá por los siglos. [Oratio] Oh Dios, que adornaste al santo Pontífice Tomás con la virtud de una insigne misericordia en favor de los pobres, te suplicamos, que por su intercesión derrames benignamente en favor de cuantos te suplican, las riquezas de tu misericordia. $Per Dominum [Lectio4] Nació Tomás en el pueblo de Fuentellana, diócesis de Toledo, en España, en 1448, de una familia distinguida. Desde la infancia se destacó por la compasión y misericordia hacia los pobres; ya en su niñez dio repetidas pruebas, entre las que cabe mencionarse el hecho de despojarse más de una vez de sus vestidos para cubrir a los desnudos. De joven fue enviado al colegio mayor de San Ildefonso, en Alcalá, para el estudio de las letras. Con motivo de la muerte de su padre, volvió a casa, y dedicó toda su herencia al sostenimiento de las doncellas indigentes. Volvió luego a Alcalá, donde, terminados sus estudios de teología, en los que sobresalió, obligado ocupó una cátedra de la Universidad, en la que explicó con gran éxito cuestiones filosóficas y teológicas. Pedía a Dios, a la vez, que le instruyera en la ciencia de los santos y le inspirara una regla para dirigir su vida y costumbres. Por vocación divina, abrazó el Instituto de los Ermitaños de S. Agustín. [Lectio5] Hecha su profesión religiosa, se señaló por las virtudes y cualidades propias, por su humildad, paciencia, continencia y por su ardiente caridad. Entre las múltiples ocupaciones, mantuvo siempre su espíritu dedicado a la oración y a la contemplación de las cosas divinas. Obligado a aceptar la carga de la predicación, impuesta en vista de su santidad y sabiduría, logró apartar, con la gracia de Dios, a muchos pecadores del vicio conduciéndolos al camino de la salvación. Siendo superior de sus hermanos, supo juntar la prudencia, la justicia y la mansedumbre, con la solicitud y la severidad, restableciendo la antigua disciplina en multitud de casos. [Lectio6] Designado para el arzobispado de Granada, cargo que rechazó con porfía y mucha humildad, se vio obligado por orden de sus superiores a aceptar, un poco después, el de Valencia, rigiéndolo cerca de 11 años, cumpliendo los deberes de vigilante pastor, sin cambiar nada de su género de vida, y prodigando a los pobres las cuantiosas rentas de la Iglesia, no guardando para sí ni siquiera el lecho; ya que, en efecto, el que ocupaba en el momento de llamarle Jesucristo al cielo, se lo había prestado un indigente, a quien lo había dado poco antes de limosna. Durmiose en el Señor el día sexto de los idus de septiembre, a los 78 años. Quiso Dios poner de manifiesto la santidad de su siervo con milagros durante su vida y después de su muerte. Así, un granero cuyo trigo había sido distribuido entre los pobres, se llenó de súbito y un niño muerto recobró la vida junto al sepulcro del santo. En vista de estos milagros y otros muchos con que fue glorificado, el sumo Pontífice Alejandro VII lo inscribió en el número de los Santos. [Lectio94] Tomás nació de buenos padres en Fuentellana, diócesis de Toledo, España. Desde sus primeros años mostró gran misericordia y bondad hacia los pobres. Porque, siendo niño, más de una vez se quitó sus propias vestiduras para vestir al desnudo; y siendo joven, después de la muerte de su padre, dio toda su herencia para ayuda de las niñas necesitadas. Cuando terminó el curso de teología, por inspiración divina, abrazó el Instituto de los Ermitaños de San Agustín. Adornado con todas las virtudes, se destacó en la caridad hacia los pobres y los pecadores, a quienes procuró sacar del fango del vicio. Su caridad fue más evidente cuando, llamado por obediencia para gobernar la iglesia de Valencia, cumplió con los deberes de un pastor muy vigilante y distribuyó los grandes ingresos de la iglesia a los necesitados, no dejando para sí mismo ni siquiera una cama. Se durmió en el Señor el día 8 de septiembre a los 78 años. &teDeum [Ant 2] La asamblea * de los fieles narrará sus limosnas.