[Rank] Quinta die infra Octavam Nativitatis Beatæ Mariæ Virginis;;Semiduplex;;2;;ex Sancti/09-08 [Lectio7] Lectura del Santo Evangelio según San Mateo !Mt 1,1-17 Libro de las generaciones de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham. Abraham engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob. Y lo que sigue. _ Homilía de S. Hilario, Obispo !Comentario sobre S. Mateo, cap. 1 No importa quién figura en la genealogía ni su orden, en tanto que todo el linaje procede de una sola fuente. Así, dado que José y María procedían del mismo linaje, y dado que se dice que José procede de la estirpe de Abraham, también María se dice que procede del mismo. Comtemplaba la ley que de morir un hombre sin descendencia, el siguiente hermano debía tomar a la viuda como mujer y considerar al primer hijo de la unión como propio del primer marido. La sucesión pervivía de ese modo en el primogénito, ya que los descendientes que guardaban el nombre y la estirpe eran los primogénitos. [Lectio8] Lo siguiente es que, como ya dijimos, esta genealogía no es consistente ni por el número ni por el orden de los del linaje, y esto requiere explicación. No es poca cosa que lo dicho sea una cosa y los hechos otra, ya que lo general no concuerda con los detalles. Pues desde Abraham hasta David hay catorce generaciones, y desde David hasta el cautiverio de Babilonia hay, según algunos libros, diecisiete. Pero no hay en esto negligencia ni engaño. Son tres las generaciones que faltan, pues Jorás engendró a Ocozías, Ocozías engendró a Joás, Joás a Amasia, y Amasia a Ozías; y en Mateo se dice que Jorás engendró a Ozías. Esto se debe a que la mujer que engendró de Jorás a Ocozías era extranjera, a saber, de Acab que tuvo a Jezabel por mujer. [Lectio9] Por el profeta se dice que no se sentaría en el trono de Israel ningún descendiente de Acab más allá de la cuarta generación. La mancha de la descendencia de extranjeros es así lavada, empezando a contar desde la cuarta generación y desconociendo las tres generaciones anteriores; así hay catorce generación hasta María, si bien el número real es diecisiete. Ningún error hay para aquellos que saben que no sólo la concepción de Nuestro Señor Jesucristo por María, sino que su procreación corporal también comprende el significado de su nacimiento eterno. &teDeum