[Officium] In Decollatione S. Joannis Baptistæ [Ant Vespera] Herodes mandó prender * a Juan, y lo metió en la cárcel encadenado por causa de Herodías. Señor, mi rey, * dame en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista. A la hija * que danzaba le ordenó su madre: pide la cabeza de Juan. Juan reprendía * a Herodes, por causa de Herodías, mujer de su hermano Felipe, pues se había casado con ella. Dame en una bandeja * la cabeza de Juan el Bautista. El rey se puso triste por su juramento. [Ant 1] Mandó Herodes * a uno de sus guardias, con orden de decapitar a Juan en la cárcel. Al enterarse sus discípulos fueron a recoger el cadáver y le dieron sepultura. [Oratio] Te pedimos, Señor, que la fiesta de San Juan Bautista, tu precursor y tu mártir, nos asegure tu auxilio saludable. $Qui vivis [Lectio1] @Sancti/06-24 [Responsory1] R. El rey Herodes envió a prender a Juan, y le aherrojó en la cárcel, porque le temía por razón de Herodías, * Esposa de su hermano Filipo, con la cual se había casado. V. Juan reprendía a Herodes por razón de Herodías. R. Esposa de su hermano Filipo, con la cual se había casado. [Responsory2] R. Juan Bautista reprendía a Herodes, * Por razón de Herodías, con la cual se había casado en vida de su esposo Filipo, hermano suyo. V. Habiendo enviado Herodes un alabardero, mandó cortar la cabeza de Juan en la cárcel. R. Por razón de Herodías, con la cual se había casado en vida de su esposo Filipo, hermano suyo. [Responsory3_] R. Ordenó la madre a su hija, que danzaba: * No pidas sino la cabeza de Juan Bautista. * Y el rey se puso triste a causa del juramento y de los que estaban con él en la mesa. V. Dijo la joven a su madre: ¿Qué pediré? Respondiole: R. No pidas sino la cabeza de Juan Bautista. &Gloria R. Y el rey se puso triste a causa del juramento y de los que estaban con él en la mesa. [Lectio4] Del libro de S. Ambrosio sobre las Vírgenes. !lib. 3. Hay que considerar en la memoria de S. Juan Bautista, quién fue el martirizado, quiénes sus verdugos, cuáles fueron la causa, el modo y el momento de su martirio. Se trata de un justo condenado a muerte por unos adúlteros: la pena capital que ellos merecen recae sobre el que debería ser su juez. La muerte de un Profeta se convierte en recompensa de una bailarina. Llégase a un extremo que repugna aun a los bárbaros: la cruel sentencia que se ejecutará, es dictada en la mesa, en un banquete; y el objeto de la impía ejecución lo llevan de la prisión a la sala del festín. ¡Cuántos crímenes en una sola acción! [Lectio5] Al ver a un emisario correr a la prisión, ¿quién no creería en la liberación del Profeta? ¿Quién no pensaría, pues se conmemora el natalicio de Herodes con un gran festín y se ha autorizado a una joven a pedir lo que quiera, que se envía al emisario a librar a Juan de sus cadenas? ¿Qué tiene que ver la crueldad con las delicias, o la muerte con la voluptosidad? El Profeta sufrirá su pena durante un convite y tras una sentencia dictada en una fiesta, que él habría reprobado aun en caso de absolvérsele. Córtanle la cabeza y la traen en un plato. He aquí un bocado digno de paladares crueles, el más a propósito para satisfacer una ferocidad insaciable. [Responsory5] R. Éste conoció la justicia, y vio grandes maravillas, y rogó al Altísimo; * Y fue contado en el número de los Santos. V. Éste fue el que despreció la vida del siglo, y llegó al reino celestial. R. Y fue contado en el número de los Santos. [Lectio6] Tú, el más odioso de los reyes, contempla este espectáculo digno de tu convite; para que nada falte a tu satisfacción, extiende la mano: que se deslice entre tus dedos esta sangre sagrada. Ya que ni tu hambre se sacia con los manjares, ni las bebidas han apagado tu sed de crueldad, mira esta sangre que, caliente aún, fluye de las venas de esta cabeza que mandaste cortar. Estos ojos que fueron testigos de tu crimen, se niegan a contemplar tus placeres. Más que por la muerte, están cerrados por el horror de tus excesos. Esta boca, cuyas censuras no soportabas, aun muda y exangüe te llena de temor. [Responsory6] R. El Señor le honró y le guardó de sus enemigos, y le defendió de los que pretendían seducirle: * Y le dio una gloria eterna, V. Descendió con él en lo profundo, y en medio de las cadenas no le abandonó. R. Y le dio una gloria eterna. &Gloria R. Y le dio una gloria eterna. [Lectio94] Del libro de S. Ambrosio sobre las Vírgenes, lib. 3 _ Hay que considerar en la memoria de S. Juan Bautista, quién fue el martirizado, quiénes sus verdugos, cuáles fueron la causa, el modo y el momento de su martirio. Se trata de un justo condenado a muerte por unos adúlteros: la pena capital que ellos merecen recae sobre el que debería ser su juez. La muerte de un Profeta se convierte en recompensa de una bailarina. Llégase a un extremo que repugna aun a los bárbaros: la cruel sentencia que se ejecutará, es dictada en la mesa, en un banquete; y el objeto de la impía ejecución lo llevan de la prisión a la sala del festín. ¡Cuántos crímenes en una sola acción! &teDeum [Lectio7] Lectura del Santo Evangelio según San Marcos !Mc 6:17-29 En aquel tiempo: Herodes había enviado a prender a Juan, y le aherrojó en la cárcel por amor de Herodías, mujer de su hermano Filipo, con la cual se había casado. Y lo que sigue. _ Homilía de San Agustín, Obispo. !Sermón 10, de los sermones nuevos. El santo Evangelio ofrece a nuestra mirada un sangriento espectáculo: la cabeza de San Juan Bautistas sobre un plato, lúgubre envío hecho por la crueldad, por odio a la verdad. Vemos a una joven danzando, a su madre entregándose a la venganza, y entre desenfrenos y delicias del convite, al rey jurar y poner en obra su impío juramento. Cúmplese en Juan lo que predijera de Nuestro Señor Jesucristo: “Conviene que Él crezca y que yo disminuya”. Juan disminuyó, al ser decapitado, y el Salvador creció al ser levantado en la cruz. La verdad engendró el odio. Las advertencias del santo de Dios resultaron insoportables para aquellos cuya salvación se proponía. Devolviéronle mal por bien. [Lectio8] ¿Qué diría, sino aquello de que tenía el alma llena? ¿Y qué le responderían, sino aquello de que tenían lleno el corazón? Sembró trigo, encontró espinas. Decía al rey: «No te es lícito tener por mujer a la esposa de tu hermano». Aquel esclavo de su pasión, vivía con la mujer de su hermano. El aprecio que profesaba a Juan le impedía matarlo: honraba al hombre que le decía la verdad. Pero una abominable mujer concibió un odio secreto, y debía darlo a luz en el momento oportuno: lo cual hizo por medio de su hija bailarina. [Ant Laudes] @:Ant Vespera [Ant 3] El rey incrédulo * envió a los verdugos con la orden de cortar la cabeza a Juan el Bautista.