[Officium] S. Joannis Eudes Confessoris [Oratio] Oh Dios, que enardeciste admirablemente al bienaventurado Juan, tu confesor, para que promoviese el culto de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, y que por medio de él instituiste en tu Iglesia nuevas familias religiosas, haz que al venerar nosotros sus méritos, nos instruyamos en sus ejemplos. $Per eumdem [Lectio4] Juan nació de piadosos padres en Ry, diócesis de Séez, en el año 1601. De niño, y tras haberse alimentado con el Pan de los ángeles, hizo voto perpetuo de castidad. Entró en el colegio de Padres jesuitas de Caen, distinguiéndose por su piedad, se puso bajo la tutela de la Virgen María. Ya adolescente, se consagró a Ella con un pacto firmado con su sangre. Tras acabar las letras y la filosofía, y rechazando las proposiciones matrimoniales, ingresó en la congregación del Oratorio del cardenal Berulle, y se ordenó sacerdote en París. Mostró su ardiente caridad cuando, durante una peste en diversas regiones, prodigó sus cuidados a los apestados en sus necesidades espirituales y corporales. Fue nombrado rector del Oratorio de Caen, alimentó el propósito de fundar un instituto para formar jóvenes idóneos para los ministerios sacerdotales, y después de implorar el socorro divino, se separó con tristreza de sus hermanos con quienes había convivido veinte años. [Lectio5] Asociado con otros cinco sacerdotes, fundó en la fiesta de la Anunciación de la Santísima Virgen María del año 1643, una congregación de clérigos regulares que puso bajo la advocación de los santísimos nombres de Jesús y de María, abriendo el primer seminario en Caen, al cual siguió la fundación de otros en Normandía y en Bretaña. Instituyó, para convertir a una vida cristiana las mujeres perdidas, la orden de Nuestra Señora de la Caridad, de donde brotó, como de un árbol noble, la rama de la congregación del Buen Pastor de Angers. Además fundó el instituto del Corazón admirable de la Madre de Dios, y otras obras de caridad. Dejó muchos y excelentes escritos, y como misionero apostólico predicó hasta sus postreros años en muchos pueblos y ciudades, y aun en el mismo palacio real. [Lectio6] Propagó con singular celo la devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y de María, siendo el primero que, por inspiración de lo alto, quiso tributarles culto litúrgico; por eso es considerado como padre, maestro y apóstol de esta devoción. Adversario de las doctrinas jansenistas, mantuvo una adhesión inquebrantable a la Cátedra de Pedro, y rogó constantemente por sus enemigos como por sus hermanos. Agobiado por los trabajos más que por las enfermedades, y deseando morir para unirse con Cristo, expiró en paz el día 19 de agosto de 1680, al tiempo en que repetía los dulces nombre de Jesús y de María. La fama de sus milagros fue causa de que el papa San Pío X le beatificara, y repitiéndose estos prodigios, fue canonizado con ocasión del año santo, en el domingo de Pentecostés, por Pío XI, el cual extendió su Oficio y Misa a toda la Iglesia. [Lectio94] Juan nació en 1601 de padres devotos en Ry, diócesis de Séez. Siendo un niño, tras alimentarse del Pan de los Ángeles, prometió la virginidad perpetua. En las escuelas, donde siguió sus estudios de una manera digna de elogio, brilló por su piedad. Amaba a la Santísima Virgen, y tenía gran caridad al prójimo. Habiéndose unido a la Congregación Berulliana del Oratorio, fue ordenado sacerdote en París. Nombrado rector de la casa del Oratorio en Caen, lo dejó con tristeza para educar a jóvenes aptos para el ministerio de la Iglesia. Con este fin, y con 5 compañeros, fundó la congregación de sacerdotes a la que dio los más santos Nombres de Jesús y María, y abrió el primer seminario en Caen, que fue seguido más tarde por muchos otros. Para llamar a las mujeres pecadoras a una vida cristiana, fundó la Orden de Nuestra Señora de la Caridad. De este noble árbol, la Congregación del Buen Pastor de Angers es una rama. También fundó la Sociedad del Corazón Admirable de la Madre de Dios y otras instituciones caritativas. Ardiendo con un amor singular por los Corazones más sagrados de Jesús y María, fue el primero en pensar, inspirado de Dios, en ofrecerles un culto litúrgico. Como misionero apostólico, predicó el Evangelio a muchos pueblos y ciudades. Agotado con sus grandes trabajos, murió pacíficamente el 19 de agosto de 1680. Famoso por muchos milagros, fue contado entre los Bienaventurados por el Papa S. Pío X, y entre los Santos por el Papa Pío XI en el día de Pentecostés, y su Oficio y Misa se extendieron a toda Iglesia. &teDeum