[Hymnus Vespera] v. ¡Oh Virgen, la primogénita del Creador, la predestinada a llevar en tu seno al Hijo del Altísimo! _ Sólo Tú, la mujer vaticinada como enemigo sempiterno del demonio, eres colmada de gracia desde tu concepción purísima. _ Tú engendras a la Vida en tu seno, y restituyes la vida que Adán perdió, suministrando la carne a la Víctima divina que había de ser inmolada. _ La muerte, ya vencida con el precio subido del sacrificio, no te acompaña, y Tú, igual que tu Hijo, eres llevada en cuerpo al cielo. _ Toda la naturaleza, llamada en tu persona a subir a la cima de todos los honores, es ensalzada al brillar con gloria tan grande. _ ¡Oh Reina triunfadora!, vuelve los ojos a nosotros los desterrados, para que, con tu protección, consigamos la patria dichosa del cielo. _ ¡Oh Jesús, que naciste de la Virgen!, gloria sea dada a ti, en unión con el Padre y el Espíritu Santo, por los siglos eternos. Amén. [Oratio] Dios todopoderoso y eterno, que hiciste subir al cielo en cuerpo y alma a la Inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo; concédenos estar siempre orientados hacia el cielo, para que merezcamos participar de su misma gloria. $Per eumdem [Octava 1] !Conmemoración de la Octava de la Asunción de la B.M.V. Ant. Hoy * la Virgen María sube al cielo: alegraos, porque reina con Cristo eternamente. _ V. La Madre de Dios ha sido glorificada. R. Sobre los coros de los ángeles en el reino de los cielos. _ $Oremus Dios todopoderoso y eterno, que hiciste subir al cielo en cuerpo y alma a la Inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo; concédenos estar siempre orientados hacia el cielo, para que merezcamos participar de su misma gloria. $Per eumdem [Hymnus Matutinum] v. ¡Oh María, Tú que fuiste la Madre pura de la Vida, levántate! Ya pasó el invierno con sus fríos; levántate, ya ríen en los prados las flores con su hermosura. _ Sólo Tú, arrancando del árbol de la vida el fruto que no pudieron coger nuestros padres pecadores, quebrantas al autor de la muerte, brillando como lirio entre espinas. _ Tú, arca fabricada con madera incorruptible, guardas el maná del cual fluye aquella virtud, con la cual, nuevamente animados, resucitarán de sus tumbas los huesos. _ Tu carne, sierva dócil del Espíritu soberano, no tolera la corrupción; y su compañera, el alma, sube a los cielos sin pasar por la muerte. _ ¡Levántate apoyada en tu Amado!, sube al cielo, ciñe esa corona tejida de estrellas, y acoge el canto de tus hijos que te proclaman bianaventurada. _ Alabanza imperecedera sea dada a la Trinidad excelsa, que a ti, oh Virgen, te coronó, y próvida te constituyó reina y madre nuestra. Amén. [Ant Matutinum] Ha sido elevada * la santa Madre de Dios, sobre los coros angélicos, al reino de los cielos.;;8 Las puertas del Paraíso * nos han sido abiertas por ti, que hoy triunfas gloriosa con los ángeles.;;18 Bendita Tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.;;23 V. Ha sido elevada la santa Madre de Dios. R. Sobre los coros angélicos, al reino de los cielos. Con esa tu gallardía * y hermosura, camina, avanza prósperamente y reina.;;44 El Altísimo * consagró su morada.;;45 ¡Qué pregón * tan glorioso para ti, Virgen María!;;86 V. María ha sido elevada al cielo, de lo cual se alegran los ángeles. R. Alaban y bendicen al Señor. Alégrate, Virgen María, * sola Tú has destruido las herejías de todo el mundo.;;95 Los cielos pregonan * su justicia y todos los pueblos contemplan su gloria.;;96 Cantad al Señor * un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas en ti, María.;;97 V. La Virgen María ha sido elevada al cielo. R. Donde el Rey de los reyes tiene su trono de estrellas. [Lectio1] Del Libro del Génesis !Gen 3:9-15 9 Pero llamó el Señor Dios a Adán, diciendo: “Adán, ¿dónde estás?” 10 Y éste contestó: “Te he oído en el jardín, y, temeroso, porque estaba desnudo, me escondí.” 11 “¿Y quién, le dijo, te ha hecho saber que estabas desnudo? ¿Es que has comido del árbol que te prohibí comer?” 12 Y dijo Adán: “La mujer que me diste por compañera me dio de él y comí.” 13 Dijo, pues, Dios a la mujer: “¿Por qué has hecho eso?” Y contestó la mujer: “La serpiente me engañó y comí.” 14 Dijo luego Dios a la serpiente: “Por haber hecho esto, maldita serás entre todos los animales y entre todas las bestias del campo. Te arrastrarás sobre tu pecho y comerás el polvo todo el tiempo de tu vida. 15 Pongo enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo; éste te aplastará la cabeza, y tú le acecharás a él el calcañal.” [Lectio2] De la 1ª Epístola de San Pablo a los Corintios !1 Cor 15:20-26 20 Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicias de los que reposan. 21 Porque, como por un hombre vino la muerte, también por un hombre vino la resurrección de los muertos. 22 Y como en Adán mueren todos, así también en Cristo serán todos vivificados. 23 Pero cada uno a su tiempo: el primero Cristo; luego los de Cristo, cuando Él venga. 24 Después será el fin, cuando entregue a Dios Padre el reino, cuando haya reducido a la nada todo principado, toda potestad y todo poder. 25 Pues preciso es que Él reine hasta poner a todos sus enemigos bajo su pies. 26 El último enemigo reducido a la nada será la muerte. [Lectio3] !1 Cor 15:53-57 53 Es preciso que este ser corruptible se revista de incorruptibilidad y que este ser mortal se revista de inmortalidad. 54 Y cuando este ser corruptible se revista de incorruptibilidad y este ser mortal se revista de inmortalidad, entonces se cumplirá lo que está escrito: “La muerte ha sido sorbida por la victoria. 55 ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón?” 56 El aguijón de la muerte es el pecado, y la fuerza del pecado, la Ley. 57 Pero gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo. [Responsory4] @Commune/C11:Responsory6:s/.\&.*/ Tu nombre es bálsamo derramado./s s/: \*/:/s [Lectio6] De las actas del Papa Pío XII. _ La Iglesia universal ha manifestado en todos los tiempos y a lo largo de los siglos la fe en la Asunción corporal de la Santísima Virgen María; y dado que los Obispos de todo el mundo han llegado a un acuerdo casi unánime de esta verdad, consagrada en la Sagrada Escritura y profundamente enraizada en las almas de los fieles de Cristo, y que también está realmente concorde con otras verdades reveladas, debe definirse como un dogma de fe divina y católica, el Papa Pío XII, accediendo a las peticiones de toda la Iglesia, decretó que este privilegio de la Santísima Virgen María sea proclamado solemnemente, y así, el primer día de noviembre del año del Gran Jubileo, 1950, en Roma, en la plaza abierta ante la Basílica de San Pedro, rodeado por una multitud de muchos Cardenales y Obispos de la Santa Iglesia Romana que habían venido de todas partes, y ante una gran multitud de fieles, con todo el mundo católico regocijándose, proclamaron con declaración infalible la Asunción corporal de la Bienaventurada Virgen María al cielo: Por lo tanto, habiendo ofrecido a Dios continuas oraciones de súplica, y habiendo invocado la luz del Espíritu de la Verdad, para la gloria del Dios Todopoderoso que ha enriquecido a la Virgen María con su favor especial; en honor a su Hijo, el Rey inmortal de siglos y vencedor del pecado y la muerte; para el aumento de la gloria de la misma augusta Madre, y para la alegría y el júbilo de toda la Iglesia, por la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo, de los santos apóstoles Pedro y Pablo, y por nuestra propia autoridad, pronunciamos, declaramos y lo definimos como un dogma revelado divinamente que: La Madre Inmaculada de Dios, María siempre Virgen, fue, al final de su vida terrenal, asunta en cuerpo y alma en la gloria celestial. [Lectio7] Lectura del Santo Evangelio, según San Lucas !Lc 1:41-50 En aquel tiempo: Llena del Espíritu Santo, Isabel exclamó, diciendo: Bendita Tú entre las mujeres. Y lo que sigue. _ Homilía de San Pedro Canisio. !De la Virgen María, Madre de Dios, lib. 5, c.6. La Iglesia con frecuencia y reverencia dedica fiestas a la Madre de Dios, porque es una obra agradable a Dios y a los fieles que se celebran muchas fiestas públicas en fechas fijas, en honor de la más bendita, bendita en el cielo, la Madre de nuestro Señor y Dios. Entre las fiestas celebradas con devoción continuamente, hasta hoy, la de la Asunción se considera la más grande e importante. De hecho, no hubo un día más feliz y alegre para María, si consideramos la felicidad del cuerpo y el alma, como lo que se le concedió en ese día; especialmente, como nunca antes, su espíritu, alma y cuerpo se regocijaron maravillosamente en el Dios viviente y pudo decir con razón: Él ha considerado la humildad de su sierva; porque he aquí, que todas las generaciones me llamarán bendita; porque el que es poderoso me ha magnificado. [Lectio8] Oh, Madre tres veces bendita y augusta, por esto te amamos, felicitando a tu Hijo por tu gozo admirable e incomparable; porque todo lo que te ha dicho y prometido el Señor, por tu hermoso tránsito de esta vida, se ha cumplido perfectamente. Bendita eres Tú que has creído, y has alcanzado este día hasta el fin de la fe y el fruto de toda virtud, y has merecido, por fin, gozar de la visión más de Aquél a quien tanto amabas y deseaste tanto. Tú misma, recibiste a Emmanuel, quien como invitado entró en ti, como en una poderosa fortaleza en este mundo; y hoy, a su vez fuiste recibida por Él en su mansión real; siendo magníficamente acogida y con el mayor honor, como corresponde a quien se considera digna de ser la Madre de Uno mayor que Salomón. [Lectio9] Oh día bendito, que tan precioso regalo llevó desde el desierto de este mundo a la ciudad santa y eterna, de modo que la alegría inaudita y la admiración brotó en todos los benditos en el cielo. Oh, bendito día, en que se cumplió el anhelo ardiente de la esposa, encontrando lo que había buscado, para recibir lo que le pedía: que lo que esperaba podría poseerlo segura, descansando por fin en la visión perfecta de la Bondad eterna y grandiosa y en el gozo interior. Oh, bendito día que levantó y exaltó a la sierva del Señor para convertirla en la Reina del Cielo, la más gloriosa y la dueña del mundo. No podría haber ascendido a mayor altura, porque fue elevada al mismo trono del reino celestial, y fue establecida en gloria después de Cristo. Oh, bendito y venerado día que nos confirmó una Reina y Madre, a la vez poderosa y misericordiosa en el reino de Dios, para que podamos tener en ella, que siempre será la Madre del Juez, una Madre de misericordia protegiéndonos e intercediendo por nosotros con Cristo, cuidando incesantemente de nuestra salvación. &teDeum [Capitulum Laudes] !Jdt 13:22-23 v. El Señor te ha bendecido con su poder, porque por tu medio ha aniquilado a nuestros enemigos. El Señor te ha bendecido, hija nuestra, más que a todas las mujeres de la tierra. $Deo gratias [Hymnus Laudes] v. ¡Oh Virgen, Tú, nimbada por los rayos del sol, ciñendo en tus sienes una corona de doce estrellas, y teniendo a la luna por escabel de tus pies, resplandeces de hermosura! _ Tú, la dominadora de la muerte y del castigo del infierno, estás sentada junto a Cristo, para ser protectora nuestra, y la tierra y el cielo te aclaman Reina poderosa. _ Mas la serpiente cruel continúa amenazando males a la humanidad que un día te fue confiada; Tú, Madre, asístenos clemente, y quebranta la cabeza del maligno enemigo. _ Defiende a los seguidores de la fe divina, conduce a los desertores al aprisco sagrado, y atrae de todas partes a aquellos que las sombras de la muerte tienen envueltos ya largo tiempo. _ Tú, propicia a pedir el perdón para los pecadores, única esperanza de salvación para todos en las adversidades de la vida, ayuda a los afligidos, a los indigentes y a los enfermos. _ Alabanza imperecedera sea dada a la Trinidad excelsa, que a ti, ¡oh Virgen!, te coronó, y próvida te constituyó reina y madre nuestra. Amén. [Octava 2] !Conmemoración de la Octava de la Asunción de la B.M.V. Ant. ¿Quién es ésta * que sube como la aurora, hermosa como la luna, resplandeciente como el sol, temible como ejército en orden de batalla? _ V. La Madre de Dios ha sido glorificada. R. Sobre los coros de los ángeles en el reino de los cielos. _ $Oremus Dios todopoderoso y eterno, que hiciste subir al cielo en cuerpo y alma a la Inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo; concédenos estar siempre orientados hacia el cielo, para que merezcamos participar de su misma gloria. $Per eumdem [Lectio Prima] !Jdt 15:10 v. Tú eres la gloria de Jerusalén, tú la alegría de Israel, tú la honra de nuestra nación. [Capitulum Sexta] !Jdt 13:24-25 v. Bendito el Señor, que ha glorificado hoy tu nombre: por eso, los que en adelante guarden memoria de esta obra poderosa de Dios, conservarán tu esperanza en el corazón. $Deo gratias [Capitulum Nona] !Jdt 15:10 v. Tú eres la gloria de Jerusalén, Tú eres la alegría de Israel, Tú eres el orgullo de nuestra raza. $Deo gratias