[Officium] S. Laurentii Martyris [Ant Vespera] Lorenzo * sufrió el martirio y confesó el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Lorenzo * hizo el bien, dando la vista a los ciegos con la señal de la cruz. Mi alma * está unida a ti, porque mi cuerpo ha sido quemado por ti, Dios mío. El Señor ha mandado * a su ángel y me ha librado del fuego, y no me he quemado. San Lorenzo oraba: * Te doy gracias, Señor, porque he merecido entrar en tu morada. [Ant 1] El diácono San Lorenzo * hizo el bien, dando vista a los ciegos con la señal de la cruz y distribuyendo a los pobres los tesoros de la Iglesia. [Oratio] Te rogamos, omnipotente Dios, la gracia de que logremos apagar las llamas de nuestros vicios, Tú que diste al bienaventurado Lorenzo superar el fuego de sus tormentos. $Per Dominum [Octava 1] !Conmemoración de la Octava de S. Lorenzo Ant. San Lorenzo, * mientras se abrasaba en la parrilla, dijo al cruel tirano: Ya está asado, da vuelta y come. Porque los tesoros de la Iglesia que buscas, los han llevado al cielo los pobres. _ V. El diácono San Lorenzo hizo el bien. R. Dando vista a los ciegos con la señal de la cruz. _ $Oremus v. Te rogamos, omnipotente Dios, la gracia de que logremos apagar las llamas de nuestros vicios, Tú que diste al bienaventurado Lorenzo superar el fuego de sus tormentos. $Per Dominum [Invit] El bienaventurado Lorenzo, mártir de Cristo, triunfa coronado en el cielo: * Venid, adoremos al Señor. [Ant Matutinum] ¿Adónde vas, * oh padre, sin tu hijo? Oh sacerdote santo ¿adónde acudes presuroso sin tu ministro?;;1 No me abandones, * oh padre santo, porque ya he distribuido los tesoros que me confiaste.;;2 Hijo mío, no te dejo * ni te abandono: sino que te esperan mayores combates por la fe de Cristo.;;3 V. Le coronaste, Señor, de gloria y honor. R. Y le constituiste sobre las obras de tus manos. El bienaventurado Lorenzo * oraba, diciendo: oh Señor Jesucristo, Dios de Dios, ten misericordia de mí, siervo tuyo.;;4 Dijo Romano * al bienaventurado Lorenzo: Veo ante ti un joven hermosísimo; apresúrate a bautizarme.;;5 El bienaventurado Lorenzo * dijo: Mi noche no tiene tinieblas, sino que todo en ella se muestra resplandeciente.;;8 V. Pusiste, Señor, sobre su cabeza. R. Una corona de piedras preciosas. Ataron estrechamente * los miembros de su cuerpo a unas parrillas; mas el levita de Cristo se burlaba de los que iban atizando el fuego.;;14 Me probaste con el fuego, * y en mí no se halló maldad.;;16 Al ser interrogado, * te confesé como Señor; al ser asado, te doy gracias.;;20 V. Grande es su gloria por la salvación que le has dado. R. Le revestiste de esplendor y de hermosura soberana. [Responsory1] R. Bien obró el Levita Lorenzo al devolver, con la señal de la cruz, la vista a los ciegos, * Y al repartir los tesoros de la Iglesia entre los pobres. V. Derramó abundantemente sus bienes entre los pobres; su justicia permanece eternamente. R. Y al repartir los tesoros de la Iglesia entre los pobres. [Lectio2] !Sir 51:8-13 8 Mi alma alabará al Señor hasta la muerte. 9 Pues mi vida estuvo a punto de caer en el infierno. 10 Me cercaron por todas partes, y no había quien me prestase socorro; volvía los ojos en busca del amparo de los hombres; pero fue en vano. 11 Me acordé, ¡oh Señor!, de tu misericordia desde el principio; 12 y de cómo salvas, Señor, a los que en ti esperan, y los libras de las naciones enemigas. 13 Tú ensalzaste mi morada sobre la tierra, y yo te supliqué que me librases de la muerte, que todo lo disuelve. [Responsory2] R. No temas, hijo mío, porque Yo estoy contigo, dice el Señor: * Cuando anduvieres en medio del fuego no te quemarás, ni la llama tendrá ardor para ti. V. Yo te libraré de la mano de los malvados, y te arrancaré a la mano de los poderosos. R. Cuando anduvieres en medio del fuego no te quemarás, ni la llama tendrá ardor para ti. [Lectio3] !Sir 51:14-17 14 Clamé al Señor Altísimo: Señor, Tú eres mi Padre, el campeón de mi salud; no me abandones en el día de la tribulación, en el día de la ruina y de la devastación. 15 Alabaré continuamente tu nombre y en mi acción de gracias te cantaré. 16 Escuchó el Señor mi oración, me salvó de la ruina y me sacó de todo mal. 17 Por esto te daré gracias y te alabaré, y bendeciré el nombre del Señor. [Responsory3] R. Ataron los miembros de su cuerpo a unas parrillas: mas el Levita de Cristo se burlaba de los que iban atizando el fuego: * Oh bienaventurado Lorenzo, mártir de Cristo, intercede por nosotros. V. Mi noche no tiene tinieblas, sino que todo se muestra en ella resplandeciente. R. Oh bienaventurado Lorenzo, mártir de Cristo, intercede por nosotros. &Gloria R. Oh bienaventurado Lorenzo, mártir de Cristo, intercede por nosotros. [Lectio4] Sermón de San León, Papa: !Sobre San Lorenzo En los días en que las autoridades gentiles perseguían con furor a lo más escogido entre los miembros de Cristo, con preferencia al orden sacerdotal, el impío perseguidor fijó sus iras en el diácono Lorenzo, destinado al sagrado ministerio y a la administración del tesoro de la Iglesia. De la captura de un solo hombre, prometíase doble presa: el tesoro sagrado y la apostasía de la verdadera religión de aquel que lo entregaría. Se presentó este hombre ávido de riquezas y enemigo de la verdad armado de dos antorchas: su avaricia, para arrebatar a Lorenzo el oro de la Iglesia, y su impiedad, para arrebatarle a Cristo. Pide a aquel custodio del santuario que le entregue las riquezas de la Iglesia a que aspira su codicia. Pero el castísimo diácono le mostró dónde las había depositado, y le presenta la multitud de los pobres siervos de Dios, en cuya alimentación y vestido había puesto unas riquezas inamisibles, que estaban tanto más a salvo e íntegras, cuanto más santamente habían sido invertidas. [Responsory4] R. ¿Adónde vais, oh padre, sin vuestro hijo? Oh sacerdote santo, ¿adónde acudís presuroso sin vuestro diácono? * Nunca acostumbrabais celebrar el sacrificio sin ministro. V. ¿En qué he desagradado a vuestra paternidad? ¿Me habéis encontrado indigno? Probad si el ministro a quien habéis escogido es digno de confiarle la dispensación de la sangre del Señor. R. Nunca acostumbrabais celebrar el sacrificio sin ministro. [Lectio5] Frustrado el ladrón en su propósito de rapiña; y ardiendo en odio contra la religión que tal empleo de las riquezas ha instituido, no conseguiendo hallar en poder de Lorenzo riqueza alguna, se propone arrebatarle un tesoro más excelente: el depósito que constituía la más sagrada de sus riquezas. Le manda renunciar a Cristo, y se dispone a atacar el valor de aquel corazón de diácono con crueles suplicios. Resultando impotentes los primeros, los reemplaza por otros más violentos. Manda asar sobre las brasas los miembros despedazados y las carnes en que han abierto tantas heridas; manda colocarlos sobre unas parrillas de hierro ardiendo, y que vayan volviéndolos lentamente, para que las torturas resulten más crueles y más prolongado el suplicio. [Responsory5] R. No me abandones, oh padre santo, porque ya he distribuido vuestros tesoros. * Hijo mío, no te dejo ni te abandono; sino que te esperan mayores combates por la fe de Cristo. V. Los que ya somos de edad avanzada sólo debemos sostener un ligero combate, pero a ti, que eres joven, te está reservada una victoria más gloriosa: dentro tres días, el Levita seguirá al Pontífice. R. Hijo mío, no te dejo ni te abandono; sino que te esperan mayores combates por la fe de Cristo. [Lectio6] Nada puedes, nada adelantas, bárbara crueldad. El elemento mortal se sustrae a tus tormentos: Lorenzo sube al cielo y te deja con tus llamas impotentes. Las llamas no han vencido la caridad de Cristo; y el fuego exterior resultó ser más débil que aquel en que dentro se abrasaba el corazón del Mártir. Te has ensañado, oh perseguidor, en este Mártir, consiguiendo añadirle una nueva corona a cada nuevo suplicio. ¿Qué no ha inventado tu ingenio para contribuir a la gloria del vencedor, ya que los mismos instrumentos de suplicio contribuyen a realzar su triunfo? Llenémonos, amadísimos, de gozo espiritual; y en la santa muerte de este héroe, glorifiquemos al Señor, que es admirable en sus santos, y nos da en ellos, el socorro y el ejemplo. Ha hecho resplandecer su gloria del uno al otro confín del orbe; desde el Oriente hasta el Occidente brillen los fulgores del diaconado, y que Roma sea ilustre por Lorenzo como lo es Jerusalén por Esteban. [Responsory6] R. El bienaventurado Lorenzo exclamó: Yo sólo honro a mi Dios, y a Él sólo sirvo: * Por esto no temo tus tormentos. V. Mi noche no tiene tinieblas, sino que todo en ella se muestra resplandeciente. R. Por esto no temo tus tormentos. &Gloria R. Por esto no temo tus tormentos. [Lectio7] Lectura del Santo Evangelio según San Juan !Jn 12:24-26 En aquel tiempo: Dijo Jesús a sus discípulos: En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo, después de echado en la tierra no muere, queda infecundo. Y lo que sigue. _ Homilía de San Agustín, Obispo. !Tratado 51 sobre San Juan. El grano que debía multiplicarse era el mismo Señor Jesús. Debía morir víctima de la infidelidad de los judíos, y había de multiplicarse con la fe de los pueblos. Al exhortarnos en seguir los vestigios de su pasión, nos dice: “El que ama su alma, la perderá”; lo cual puede entenderse de dos maneras: “El que la ame la perderá”, esto es: ¿La amas? Piérdela. ¿Aspiras a vivir en Cristo? No temas la muerte por Cristo. Y también así: “El que ama su alma la perderá”, esto es: No la ames, no sea que la pierdas; no la ames en esta vida, no sea que la pierdas para la vida eterna. [Responsory7] R. Puesto en las parrillas, oh Dios, no os negué, * Sometido al ardor del fuego, oh Jesucristo, os confesaré por Señor mío. V. Probaste, Señor, mi corazón, y me visitaste de noche. R. Sometido al ardor del fuego, oh Jesucristo, os confesaré por Señor mío. [Lectio8] Esta última parece la más conforme a la mente del Evangelio, ya que seguido se lee: Y el que aborrece su alma en este mundo, la guarda para la vida eterna. Al decir más arriba: El que ama su alma, hay que sobreentender: “en este mundo”; éste la perderá. Quien odie su alma, “en este mundo”, la guardará para la vida eterna. Grande y admirable sentencia, infiriéndose que el hombre profesa a su alma un amor que es causa de su perdición y un odio que le preserva de perecer. Si la amas mal, la odias; si la odias como es debido, la amas. Dichosos los que odian para conservar, por temor de perder con su amor. [Responsory8] R. Oh Hipólito, si creyeres en nuestro Señor Jesucristo, * Te mostraré los tesoros y te prometo la vida eterna. V. El bienaventurado Lorenzo, dijo a Hipólito: si creyeres en nuestro Señor Jesucristo. R. Te mostraré los tesoros y te prometo la vida eterna. &Gloria R. Te mostraré los tesoros y te prometo la vida eterna. [Lectio9] No pienses en darte la muerte, interpretando mal el deber de odiar tu alma en este mundo; por hacerlo así, ciertos hombres malvados y perversos, crueles e impíos, homicidas de sí mismos, se arrojan a las llamas, se ahogan, se lanzan a los precipicios y perecen. No es esta la enseñanza de Cristo; al contrario, Él mismo respondió al diablo cuando éste le sugería el pensamiento de precipitarse de lo alto del templo: “Retírate, Satanás, porque está escrito: No tentarás al Señor tu Dios”. Y el Señor dijo a Pedro, indicándole la muerte con que debía glorificar a Dios: Cuando eras joven, te ceñías tu mismo, e ibas adonde querías: pero cuando serás viejo, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras. Palabras que nos enseñan que el que va en pos de Jesucristo no debe darse la muerte, sino recibirla de otro. &teDeum [Capitulum Laudes] !2 Cor 9:6 v. Hermanos: El que siembra tacañamente, tacañamente cosechará; y el que siembra generosamente, generosamente cosechará. $Deo gratias [Versum 2] V. Reparte limosna a los pobres. R. Su caridad es constante, sin falta. [Ant 2] En el tormento * no te negué, ¡oh Dios!, y en medio del fuego te confesé, ¡oh Cristo! Sondeaste mi corazón y me visitaste de noche. Me probaste con el fuego y no encontraste malicia en mí. [Octava 2] !Conmemoración de la Octava de S. Lorenzo Ant. En el tormento * no te negué, ¡oh Dios!, y en medio del fuego te confesé, ¡oh Cristo! Sondeaste mi corazón y me visitaste de noche. Me probaste con el fuego y no encontraste malicia en mí. _ V. Derramó abundantemente sus bienes entre los pobres; R. Su justicia permanece eternamente. _ $Oremus v. Te rogamos, omnipotente Dios, la gracia de que logremos apagar las llamas de nuestros vicios, Tú que diste al bienaventurado Lorenzo superar el fuego de sus tormentos. $Per Dominum [Lectio Prima] !2 Cor 9:8-9 v. Tiene Dios poder para colmaros de toda clase de favores, de modo que, teniendo siempre lo suficiente, os sobre para obras de caridad. Como dice la Escritura: Reparte limosna a los pobres, su caridad es constante, sin falta. [Capitulum Sexta] !2 Cor 9:7 v. Cada uno dé como haya decidido su conciencia: no a disgusto ni por compromiso; porque al que da de buena gana lo ama Dios. $Deo gratias [Versum 3] V. El diácono San Lorenzo hizo el bien. R. Dando vista a los ciegos con la señal de la cruz. [Ant 3] San Lorenzo, * mientras se abrasaba en la parrilla, dijo al cruel tirano: Ya está asado, da vuelta y come. Porque los tesoros de la Iglesia que buscas, los han llevado al cielo los pobres.