[Officium]
In Octava Ss. Apostolorum Petri et Pauli

[Oratio]
Oh Dios, cuya diestra sostuvo a San Pedro, para que no se sumergiera al andar sobre las olas, y libró a San Pablo, su compañero de apostolado, de caer en el profundo abismo al naufragar por tercera vez; óyenos propicio, y concédenos por los méritos de ambos que consigamos la gloria de la eternidad.
$Qui vivis

[Lectio4]
Sermón de San Juan Crisóstomo
!En Metaphrasten
¿Qué gracias os daremos, oh santos Apóstoles, por tanto como trabajasteis por nosotros? No puedo pensar en ti, oh Pedro, sin que me embargue la admiración, ni en ti, oh Pablo, sin sentirme arrebatado y derramar lágrimas. Porque al considerar las pruebas que sufristeis no sé qué decir ni cómo expresar lo que siento. ¿Cuántas prisiones santificasteis? ¿Cuántas cadenas honrasteis? ¿Cuántos tormentos padecisteis? ¿Cuántos ultrajes soportasteis? ¿Cuánta fecundidad comunicasteis a la Iglesia con vuestra predicación? Vuestras lenguas son instrumentos benditos; vuestros miembros se vieron cubiertos de sangre por amor a la santa Iglesia. Imitadores de Jesucristo. “El sonido de vuestra voz se extendió por toda la tierra, y vuestras palabras hasta los confines del orbe”.

[Lectio5]
Alégrate, ¡oh Pedro, a quien fue dado disfrutar de la cruz de Jesucristo! Quisiste ser crucificado para asemejarte a tu maestro, mas no con la cabeza levantada, como Él, sino vuelta hacia el suelo, para encaminarte desde la tierra al cielo. Dichosos los clavos que atravesaron tus santos miembros. Entregaste tu alma con confianza en manos del Salvador, porque te habías consagrado a su servicio y al de su esposa la Iglesia, y porque, fiel entre todos los Apóstoles, le amaste con todo el ardor de tu alma.

[Lectio6]
Alégrate, oh San Pablo, a quien la espada cercenó la cabeza, y cuyas virtudes son superiores a toda ponderación. ¿Cuál fue la espada que atravesó tu santa garganta, este instrumento del Señor que es objeto de la admiración del cielo y de reverencia en la tierra? ¿Cuál el lugar que recogió su sangre, aquella que apareció blanca como la leche sobre el vestido del verdugo, y que aplacando milagrosamente el alma de aquel bárbaro, le convirtió a la fe, junto con sus compañeros? Sea para mí esa espada a manera de corona, y los clavos de Pedro a manera de piedras preciosas engastadas en una diadema.

[Lectio7]
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo
!Mt 14:22-33
En aquel tiempo: Jesús obligó a sus discípulos a embarcarse para ir a despedirle al otro lado, mientras Él despedía a las turbas. Y lo que sigue.
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Homilía de San Jerónimo, Presbítero.
!Comentario sobre S. Mateo, libro 2, cap. 14.
Al mandar el Señor a sus discípulos que pasasen a la otra orilla, les obligó a subir a una barca. Este modo de expresarse, nos manifiesta que los discípulos no querían separarse de Él ni un momento, por amor a su Maestro. “Después que hubo despedido a la multitud, subió Él solo al monte a orar”. Si los discípulos testigos de la gloria de Jesús transfigurado, Pedro, Juan y Santiago, hubiesen estado junto a Él, le habrían tal vez acompañado al monte; mas la multitud no puede seguir al Señor a las alturas si Él antes no la ha instruido junto a la orilla del mar y no la ha alimentado en el desierto.

[Lectio8]
El hecho de subir solo al monte a orar, no lo referimos al que alimentó con cinco panes a cinco mil hombres, sin contar a niños y mujeres, sino a aquél que al enterarse de la muerte de Juan se retiró a la soledad. No queremos con esto suponer dos personas en el Señor, sino sólo distinguir las obras atribuibles a su divinidad de las que corresponden a su humanidad. “Entre tanto, la barca estaba en medio del mar, batida reciamente por las olas”. Hacían bien al no querer apartarse del Señor, ya que temían naufragar, estando Él ausente.

[Lectio9]
Cuando llegó el Señor a la cumbre de la montaña se detuvo, y se levantó un viento contrario que alborotó el mar; la tempestad amenazó la vida de los Apóstoles, hasta la llegada de Jesús. “Mas en la cuarta vigilia de la noche, Jesús se acercó a ellos caminando sobre las aguas”. Las estaciones y las vigilias militares se dividen en espacios de tres horas. Al decir el Evangelio que en la cuarta vigilia de la noche Jesús se acercó a sus discípulos, da a entender que el peligro duró toda la noche, lo que significa que Jesús vendrá a poner en seguridad a los suyos, al terminarse la noche, al fin del mundo.
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