[Rank] In Visitatione B. Mariæ Virginis;;Duplex II classis;;5.1;;ex C11 [Rank] (rubrica 196) In Visitatione B. Mariæ Virginis;;Duplex II classis;;5;;ex C11 [Ant Vespera] María se puso en camino * y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá.;;109 Entró María * en casa de Zacarías y saludó a Isabel.;;112 Cuando Isabel * oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre, y se llenó del Espíritu Santo. Aleluya.;;121 Bendita * Tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre.;;126 Cuando tu saludo * llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Aleluya.;;147 [Versum 1] V. Bendita Tú entre las mujeres. R. Y bendito el fruto de tu vientre. [Ant 1] Dichosa Tú, * ¡oh María!, que has creído, porque se cumplirá en ti lo que te ha dicho el Señor. Aleluya. [Oratio] Concede a tus siervos, Señor, el don de tu gracia, y pues recibimos las primicias de la salvación por la maternidad de la Virgen María, la fiesta anual de su Visitación nos traiga aumento de paz. $Per Dominum [Invit] Celebremos la Visitación de la Virgen María; * Adoremos a su Hijo, Jesucristo nuestro Señor. [Lectio1] Del Cantar de los cantares !Cant 2:1-7 1 Yo soy el narciso de Sarón, un lirio de los valles. 2 Como lirio entre los cardos es mi amada entre las doncellas. 3 Como manzano entre los árboles silvestres es mi amado entre los mancebos. A su sombra anhelo sentarme, y su fruto es dulce a mi paladar. 4 Me ha introducido en la sala del festín, y la bandera que contra mí alzó es (bandera de) amor. 5 Confortadme con pasas, reanimadme con manzanas, que desfallezco de amor. 6 Está su izquierda bajo mi cabeza y su diestra me abraza. 7 Os conjuro, hijas de Jerusalén, por las gacelas y ciervos del campo, que no despertéis ni inquietéis a la amada hasta que ella quiera. [Responsory1] R. Levántate, apresúrate, amiga mía, hermosa mía, ven; pues pasó ya el invierno, disipáronse y cesaron las lluvias. * La voz de la tórtola se ha oído ya en nuestra tierra. V. Entró María en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. R. La voz de la tórtola se ha oído ya en nuestra tierra. [Lectio2] !Cant 2:8-13 8 ¡La voz de mi amado! Vedle que llega saltando por los montes, triscando por los collados. 9 Es mi amado como la gacela o el cervatillo. Vedle que está ya detrás de nuestros muros, atisbando por las ventanas, espiando por entre las celosías. 10 Mi amado ha tomado la palabra y dice: Esposo. “¡Levántate ya, amada mía, hermosa mía, y ven! 11 Que ya se ha pasado el invierno y han cesado las lluvias. 12 Ya se muestran en la tierra los brotes floridos, ya ha llegado el tiempo de la poda y se deja oír en nuestra tierra el arrullo de la tórtola. 13 Ya ha echado la higuera sus brotes, ya las viñas en flor esparcen su aroma. [Responsory2] R. ¿Quién es esta que se eleva como el sol, y es hermosa como Jerusalén? * La vieron las hijas de Sion, y la proclamaron bienaventurada, y las reinas la alabaron. V. Y como en un día primaveral, la circundaban las rosas y los lirios de los valles. R. La vieron las hijas de Sion, y la proclamaron bienaventurada, y las reinas la alabaron. [Lectio3] !Cant 2:13-17 13 ¡Levántate, amada mía, hermosa mía, y ven! 14 Paloma mía, que anidas en las hendiduras de las rocas, en las grietas de las peñas escarpadas, dame a ver tu rostro, hazme oír tu voz. Que tu voz es dulce y encantador tu rostro. 15 ¡Cazadnos las raposas, las raposillas que destrozan las viñas, nuestras viñas en flor! 16 Mi amado es para mí, y yo para él. Pastorea entre azucenas. 17 Antes de que refresque el día y huyan las sombras, vuelve, amado mío, semejante a la gacela o al cervatillo por los montes de Beter. [Responsory3] R. Isabel fue llena del Espíritu Santo, y exclamó: Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre; * ¿Y de dónde a mí, que la Madre de mi Señor venga a mi casa? V. He aquí, que después de haber oído tu salutación, ha saltado de gozo el infante en mi seno. R. ¿Y de dónde a mí, que la Madre de mi Señor venga a mi casa? &Gloria R. ¿Y de dónde a mí, que la Madre de mi Señor venga a mi casa? [Lectio4] Sermón de San Juan Crisóstomo. !Según Metrafrasta. Cuando el Redentor de nuestro linaje vino al mundo, quiso visitar ante todo a su amigo Juan, que estaba aún en el seno de su madre; desde allí Juan reconoció a Jesucristo encerrado en el de María; y como forcejando por vencer los obstáculos naturales, exclama: Yo veo al Señor, al que ha fijado límites a la naturaleza, y no espero a que transcurra el tiempo para mi nacimiento; puedo prescindir del plazo de nueve meses porque tengo en mí al que es eterno; saldré de este lugar tenebroso, y predicaré el conocimiento compendiado de cosas admirables. Yo soy una señal; anunciaré la venida de Cristo. Soy una trompeta: anunciaré el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios; resonaré y bendeciré la lengua de mi padre y la desataré para que hable; resonaré y vivificaré el seno de mi madre. [Responsory4] R. Vedle cómo viene saltando por los montes y brincando por los collados: * Mi amado es semejante al gamo y al cervatillo. V. Dio saltos como un gigante para correr su camino, su salida se halla en lo más alto del cielo. R. Mi amado es semejante al gamo y al cervatillo. [Lectio5] Ya ves cuán nuevo y admirable es este misterio. Juan no ha nacido aún, y da saltos de gozo; no se ha mostrado al exterior, y ya formula amenazas; no puede vocear, y ya se da a entender con actos; no ha comenzado su vida, y ya predica a Dios; no ve aún la luz, y ya señala el sol verdadero; antes del parto apresúrase ya a obrar como precursor. En presencia del Salvador no puede contenerse, ni esperar el término de la naturaleza, sino que parece esforzarse para romper la prisión del seno materno y anticiparse a predicar el advenimiento del Salvador. Ya ha llegado el que rompe las cadenas: ¿por qué debo continuar yo encadenado aquí por más tiempo? Ya ha venido el Verbo para restablecer todas las cosas: ¡y yo sigo cautivo! ¡Ea! Saldré y diré a todos en alta voz: “He aquí el Cordero de Dios, el que quita los pecados del mundo”. [Responsory5] R. Congratulaos conmigo todos los que amáis al Señor; porque siendo Yo tan pequeña, agradé al Altísimo, * Y en mis entrañas engendré al Dios hombre, V. Bienaventurada me dicen todas las generaciones, porque Dios me ha visto humilde. R. Y en mis entrañas engendré al Dios hombre. [Lectio6] Dinos, Juan: ¿cómo puedes ver y oír estando encerrado en el obscuro recinto del seno materno? ¿Cómo percibes las cosas divinas? ¿Cómo puedes entregarte a saltos de gozo? Y él responde: Por un gran misterio que se está cumpliendo, por un acto que excede a la inteligencia humana. Es preciso que dé a conocer en el orden natural al que daré a conocer en el sobrenatural. Yo veo desde el seno de mi madre, porque me alumbra el Sol encerrado en el seno de la Virgen. Oigo, porque estoy destinado a ser la voz del que es el Verbo. Prorrumpo en exclamaciones, porque contemplo al Hijo Unigénito del Padre envuelto en carne humana. Me lleno de alegría, porque veo al Creador que se apropia la naturaleza humana. Me siento transportado, porque el Redentor del mundo ha tomado un cuerpo mortal. Soy el Precursor de su advenimiento, y me adelanto a confesarlo ante vosotros. [Responsory6] R. Bienaventurada eres Tú porque has creído, puesto que se realizarán en ti las cosas que el Señor ha manifestado. Y dijo María: * Mi alma glorifica al Señor. V. Venid, escuchad, y os manifestaré lo que ha hecho Dios en mi alma. R. Mi alma glorifica al Señor. &Gloria R. Mi alma glorifica al Señor. [Lectio7] Lectura del Santo Evangelio según San Lucas !Lc 1:39-47 En aquel tiempo: Partió María, y se fue apresuradamente a las montañas de Judea, a una ciudad de la tribu de Judá, y habiendo entrado en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. Y lo que sigue. _ Homilía de San Ambrosio, Obispo. !Comentario sobre San Lucas, Lib. 2, cap. 1, tras el inicio. El superior se dirige al inferior para serle útil: María a Isabel; Jesucristo a Juan. Así también, el Señor acudirá más tarde al bautismo de Juan para santificar este bautismo. Veamos que los beneficios de la venida de María y de la divina presencia no tardan en manifestarse. Discernid estas cosas y aquilatad el significado de cada palabra. Isabel, según la naturaleza, fue la primera en oír la voz; mas Juan, conforme al misterio, fue el primero en recibir la gracia. Isabel sintió la proximidad de María; Juan, la del Señor. Isabel y María hablan de la gracia; sus respectivos hijos la producen en el interior de ambas: he ahí el misterioso y primer efecto de una piedad filial anunciada por los beneficios que ambos procuran a sus madres; por un doble misterio las dos profetizan bajo la inspiración de sus respectivos hijos. Juan se llenó de gozo; Isabel, del Espíritu Santo; esta plenitud fue otorgada primero al hijo, para que se la comunicara a la madre. [Responsory7] R. Bienaventurada me llamarán todas las generaciones, * Porque me engrandeció el Señor que es poderoso, y cuyo nombre es santo. V. Y su misericordia se extenderá de generación en generación, en favor de los que la temen. R. Porque me engrandeció el Señor que es poderoso, y cuyo nombre es santo. [Lectio8] “¿De dónde me viene que la madre de mi Señor se digne visitarme?” Lo que significa: ¡Qué gran bien es para mí la visita de la Madre de mi Señor! Yo veo el milagro y me explico el misterio: la que aquí es llamada Madre del Señor ha concebido al Verbo, está llena de la divinidad. “María permaneció tres meses con Isabel, y luego regresó a su casa”. Se nos presenta aquí a la Virgen Santísima cumpliendo un deber de caridad, y fijando su permanencia conforme a un número consagrado. [Responsory8] R. Dichosa eres, sagrada Virgen María, y sumamente digna de todas las alabanzas: * Porque de ti ha nacido el sol de justicia, Cristo, nuestro Dios. V. Ruega por el pueblo, interésate por el clero, intercede por las mujeres consagradas con voto a Dios; experimenten tu auxilio todos cuantos celebran tu santa Visitación. R. Porque de ti ha nacido el sol de justicia, Cristo, nuestro Dios. &Gloria R. Porque de ti ha nacido el sol de justicia, Cristo, nuestro Dios. [Lectio9] Ella no permaneció cerca de Isabel con el único objeto de gozar de su intimidad: hízolo además en provecho de aquel gran Profeta; porque si ya en el primer momento se produjo un efecto de la gracia, saltando Juan de gozo en el seno de su madre y quedar ésta llena del Espíritu Santo, ¡cuántas nuevas gracias les obtendría la presencia de María durante todo el tiempo de su visita! Así recibió el Precursor la unción del Espíritu Santo, y se ejercitó como un atleta esforzado, preparándose su vigor para los más rudos combates. &teDeum [Ant 2] Cuando Isabel * oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre, y se llenó del Espíritu Santo. Aleluya.