[Officium]
In Commemoratione S. Pauli Apostoli

[Ant Vespera]
Yo planté, * Apolo regó, pero Dios hizo crecer. Aleluya.
Muy a gusto presumo * de mis debilidades, porque así residirá en mí la fuerza de Cristo.
La gracia de Dios * en mí no ha sido estéril, sino que su gracia permanece siempre en mí.
En Damasco, el gobernador * del rey Aretas quiso prenderme; algunos hermanos me descolgaron por la muralla, metido en un costal, y así escapé de sus manos, con la ayuda del Señor.
Tres veces me han azotado * con varas, una vez me han apedreado. He padecido tres naufragios por el nombre de Cristo.

[Versum 1]
R. Tú eres un vaso de elección, oh apóstol San Pablo. 
R. Predicador de la verdad en todo el mundo.

[Ant 1]
Oh Apóstol San Pablo, * predicador de la verdad y doctor de las Naciones, intercede por nosotros ante el Señor que te escogió.

[Oratio]
Oh Dios, que enseñaste a todo el mundo con la predicación del bienaventurado apóstol Pablo, concédenos, te rogamos, que cuantos celebramos hoy su natalicio, lleguemos a ti imitando sus ejemplos.
$Per Dominum
_
@Sancti/01-25:Commemoratio4

[Hymnus Matutinum]
v. Doctor egregio, Apóstol de las gentes,
Costumbres santas forme tu doctrina:
Inflama el pecho, alumbra nuestras mentes,
Y al cielo nuestros pasos encamina;
Do eclipsada la fe por luz brillante,
Solo la caridad reina triunfante.
_
Loor perpetuo, honra sublimada,
Júbilo santo, gloria sempiterna,
A la suprema Trinidad sagrada,
Que en divina unidad rige y gobierna
La tierra, el cielo y cuanto el orbe alcanza:
Perpetua por los siglos su alabanza.
Amén.

[HymnusM Matutinum]
v. Doctor egregio, Apóstol de las gentes,
Costumbres santas forme tu doctrina:
Inflama el pecho, alumbra nuestras mentes,
Y al cielo nuestros pasos encamina;
Do eclipsada la fe por luz brillante,
Solo la caridad reina triunfante.
_
Loor perpetuo, honra sublimada,
Júbilo santo, gloria sempiterna,
A la suprema Trinidad sagrada,
Que en divina unidad rige y gobierna
La tierra, el cielo y cuanto el orbe alcanza:
Perpetua por los siglos su alabanza.
Amén.

[Ant Matutinum]
Quien dio eficacia * a Pedro en el apostolado entre los circuncisos, me la dio a mí para con los gentiles; y conocieron la gracia que me fue dada por Cristo, el Señor.;;18
Sé en quién he puesto mi confianza, * y estoy cierto de que es poderoso para conservar mi depósito hasta aquel día como justo Juez.;;33
Cristo es mi vida, * y la muerte es para mí una ganancia; es preciso que me gloríe en la cruz de nuestro Señor Jesucristo.;;44
V. El sonido de su voz se ha propagado por toda la tierra.
R. Y sus palabras hasta los confines del mundo.
Tú eres vaso de elección, * santo apóstol Pablo, predicador de la verdad en todo el mundo.;;46
El gran San Pablo, * vaso de elección, es verdaderamente digno de ser glorificado, y mereció poseer el duodécimo trono.;;60
Combatido he con valor, * he concluido la carrera, he guardado la fe.;;63
V. Les constituiréis príncipes sobre toda la tierra.
R. Se acordarán, Señor, de vuestro nombre.
Saulo, * que es el mismo Pablo, el gran predicador, confortado por Dios era cada vez más esforzado y confundía a los judíos.;;74
Y para que la grandeza, * de las revelaciones no me ensoberbezca, se me ha dado el estímulo de la carne, que es como un ángel de Satanás, para que me abofetee. Por lo cual, por tres veces pedí al Señor que lo apartase de mí, y respondiome el Señor: Bástate, oh Pablo, mi gracia.;;96
Me está reservada * la corona de justicia, que el Señor me dará en aquel día como justo Juez.;;98
V. Vuestros amigos, oh Dios, han sido honrados en gran manera.
R. Su autoridad ha sido establecida con gran firmeza.

[Lectio1]
De los Hechos de los Apóstoles
!Act 13:1-4
1 Había en la iglesia de Antioquía profetas y doctores: Bernabé, Simeón, llamado Niger, y Lucio de Cirene; Manahem, hermano de leche del tetrarca Herodes, y Saulo. 
2 Un día, mientras celebraban la liturgia en honor del Señor y guardaban los ayunos, dijo el Espíritu Santo: Segregadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. 
3 Entonces, después de orar y ayunar, les impusieron las manos y los despidieron. 
4 Ellos, pues, enviados por el Espíritu Santo, bajaron a Seleucia y de allí navegaron a Chipre.

[Responsory1]
R. Quien dio eficacia a Pedro en el apostolado entre los circuncisos, me la dio a mí para con los gentiles. 
* Y conocieron la gracia de Dios que me fue dada. 
V. La gracia de Dios no ha sido estéril en mí, sino que siempre permanece conmigo. 
R. Y conocieron la gracia de Dios que me fue dada.

[Lectio2]
!Act 13:5-8
5 En Salamina predicaron la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos, teniendo a Juan por auxiliar. 
6 Luego atravesaron toda la isla hasta Pafos, y allí encontraron a un mago, falso profeta, judío, de nombre Barjesús. 
7 Hallábase éste al servicio del procónsul Sergio Pablo, varón prudente, que hizo llamar a Bernabé y a Saulo, deseando oír la palabra de Dios. 
8 Pero Elimás —el mago, que eso significa este nombre—, se le oponía y procuraba apartar de la fe al procónsul.

[Responsory2]
R. He concluido la carrera, he guardado la fe. 
* Por esto me está reservada la corona de justicia. 
V. Sé en quién he puesto mi confianza, y estoy cierto de que es poderoso para conservar mi depósito hasta aquel día. 
R. Por esto me está reservada la corona de justicia.

[Lectio3]
!Act 13:9-13
9 Mas Saulo, llamado también Pablo, lleno del Espíritu Santo, clavando en él los ojos, 
10 le dijo: ¡Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de torcer los rectos caminos del Señor? Ahora mismo la mano del Señor caerá sobre ti y quedarás ciego, sin ver la luz del sol por cierto tiempo. 
11 Al punto se apoderó de él la tiniebla y la oscuridad, y daba vueltas buscando quien le diera la mano. 
12 Al verlo, creyó el procónsul, maravillado de la doctrina del Señor. 
13 De Pafos navegaron Pablo y los suyos, llegando a Perge de Panfilia, pero Juan se apartó de ellos y se volvió a Jerusalén.

[Responsory3]
R. Me está reservada una corona de justicia, 
* Que me dará aquel día el Señor, justo juez. 
V. Sé en quién he puesto mi confianza, y estoy seguro que es poderoso para conservar mi depósito hasta aquel día. 
R. Que me dará aquel día el Señor, justo juez. 
&Gloria
R. Que me dará aquel día el Señor, justo juez. 

[Lectio4]
Del Libro de S. Agustín, Obispo: De la gracia y el libre arbitrio  
!Cap. 6-7
Tenemos certeza de que el apóstol Pablo recibió, sin mérito suyo, y a pesar de sus deméritos, la gracia de Dios, que devuelve bien por mal. Mirad lo que dice antes de su martirio, a Timoteo: En cuanto a mí, ya estoy a punto de ser inmolado, y se acerca el tiempo de mi muerte. He combatido con valor, he concluido la carrera, he guardado la fe. Estas cosas, que son méritos suyos, las menciona primero, para llegar pronto a la corona esperada en recompensa de sus méritos, él que, no obstante sus deméritos, había recibido la gracia. Escuchad lo que añade: Réstame, dice, la corona de justicia que me está reservada, y que me dará el Señor en aquel día como justo Juez. ¿A quién este justo Juez daría la corona, si el Padre misericordioso no le hubiera dado su gracia? ¿Y cómo sería una corona de justicia, si fuese precedida de la gracia que justifica al pecador? Cómo podría haber méritos dignos de recompensa, si antes no hubieran sido dadas gracias gratuitas?

[Responsory4]
R. Tú eres un vaso de elección, oh apóstol San Pablo, predicador de la verdad en todo el mundo. 
* Tú, por quien todas las naciones conocieron la gracia de Dios. 
V. Intercede por nosotros ante el Dios que te eligió. 
R. Tú, por quien todas las naciones conocieron la gracia de Dios.

[Lectio5]
Considerando en el apóstol Pablo sus méritos, a los que el justo Juez dará la corona, veamos si le pertenecen en propiedad, como adquiridos por él, o si es preciso ver en ellos los dones de Dios. He combatido con valor, dice, he concluido la carrera, he guardado la fe. Notemos que estas buenas obras serían nulas, si no las hubieran precedido buenos pensamientos. Examinemos lo que dice de los pensamientos, según lo que escribe a los Corintios: No somos suficientes por nosotros mismos para concebir algún buen pensamiento, sino que nuestra suficiencia viene de Dios. Entremos en detalles sobre lo dicho.

[Responsory5]
R. Por la gracia de Dios soy lo que soy. 
* Y su gracia en mí no ha sido estéril, sino que permanece siempre en mí. 
V. Quien dio eficacia a Pedro en el apostolado entre los circuncisos, me la dio a mí para los gentiles. 
R. Y su gracia en mí no ha sido estéril, sino que permanece siempre en mí.

[Lectio6]
“He tenido el buen combate”. Y yo pregunto en virtud de qué fuerza combatió. ¿Fue una fuerza propia de él, o fue recibida de lo alto? Lejos de nosotros pensar que tal doctor ignorase la ley de Dios, que habla así en el Deuteronomio: No digas en tu corazón: Mi fuerza y la robustez de mi brazo me granjearon todas estas cosas, sino para que te acuerdes del Señor Dios tuyo, por haberte él mismo dado fuerzas para obrar bien. Mas ¿de qué sirve combatir bien, si no le sigue la victoria? ¿Y quién hace victorioso sino Aquel del cual dijo el mismo Apóstol: Gracias a Dios que nos da la victoria por Nuestro Señor Jesucristo?

[Responsory6]
R. Saulo, que es el mismo Pablo, el gran predicador, 
* Confortado por Dios, era cada vez más esforzado, y confundía a los judíos. 
V. Mostrando que Jesús es el Cristo, Hijo de Dios. 
R. Confortado por Dios, era cada vez más esforzado, y confundía a los judíos. 
&Gloria
R. Confortado por Dios, era cada vez más esforzado, y confundía a los judíos. 

[Lectio94]
Del libro de San Agustín, Obispo, de la gracia y el libre albedrío
!Cap. 6-7
Tenemos certeza de que el apóstol Pablo recibió, sin mérito suyo, y a pesar de sus deméritos, la gracia de Dios, que devuelve bien por mal. Mirad lo que dice antes de su martirio, a Timoteo: En cuanto a mí, ya estoy a punto de ser inmolado, y se acerca el tiempo de mi muerte. He combatido con valor, he concluido la carrera, he guardado la fe. Estas cosas, que son méritos suyos, las menciona primero, para llegar pronto a la corona esperada en recompensa de sus méritos, él que, no obstante sus deméritos, había recibido la gracia. Escuchad lo que añade: Réstame, dice, la corona de justicia que me está reservada, y que me dará el Señor en aquel día como justo Juez. ¿A quién este justo Juez daría la corona, si el Padre misericordioso no le hubiera dado su gracia? ¿Y cómo sería una corona de justicia, si fuese precedida de la gracia que justifica al pecador? Cómo podría haber méritos dignos de recompensa, si antes no hubieran sido dadas gracias gratuitas?
&teDeum

[Lectio7]
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo
!Mt 10:16-22
En aquel tiempo: Dijo Jesús a sus discípulos: Mirad que Yo os envío como ovejas en medio de los lobos. Y lo que sigue.
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Homilía de San Juan Crisóstomo.
!Homilía 34 sobre San Mateo.
Parece que habla así a los Apóstoles: No os turbéis si, al enviaros en medio de lobos, os ordeno que seáis como ovejas y palomas. Yo podría obrar de otro modo, e impedir que padecieseis molestia, y que, en vez de veros entre los lobos como ovejas, fuerais más terribles que leones. Pero es mejor como Yo he ordenado; porque así manifestais vuestra virtud y resplandece mi poder. En este sentido dirá más tarde a San Pablo: Bástate mi gracia; porque el poder mío brilla y consigue su fin por medio de la flaqueza. Así, pues, soy Yo quien os ha hecho tales.

[Responsory7]
R. Oh Apóstol San Pablo, predicador de la verdad y doctor de las Naciones. 
* Intercede por nosotros ante el Señor que te escogió, para que seamos dignos de la gracia de Dios. 
V. Tú eres un instrumento elegido, oh Apóstol San Pablo, predicador de la verdad. 
R. Intercede por nosotros ante el Señor que te escogió, para que seamos dignos de la gracia de Dios.

[Lectio8]
Ved la prudencia que exige. La prudencia de la serpiente que expone y entrega todo su cuerpo, y aunque haya de dejarse hacer trizas, se cuida muy poco de él, con tal de salvar la cabeza. También tú, para conservar la fe, no vaciles en perderlo todo, aunque hayas de sacrificar tu fortuna, tus miembros, y aun tu vida. La fe es la cabeza y la raíz del cristiano; si la conservas, aunque pierdas todo lo demás, lo recobrarás todo con más gloria. Jesús no pide ni la sencillez sin la prudencia, ni la prudencia sin la sencillez; las ha unido, queriendo que sus Apóstoles hiciesen de estas dos cosas reunidas una virtud perfecta.

[Responsory8]
R. Estando en Damasco, el gobernador del país, establecido por el rey Aretas, quiso prenderme, 
* Y algunos de nuestros hermanos me descolgaron por el muro en una espuerta. * Y así escapé de sus manos en nombre del Señor. 
V. Dios, el Padre de Nuestro Señor Jesucristo, sabe que no miento. 
R. Y algunos de nuestros hermanos me descolgaron por el muro en una espuerta. 
&Gloria
R. Y así escapé de sus manos en nombre del Señor.

[Lectio9]
Si quieres saber cómo se verificó esto, abre el libro de los Hechos de los Apóstoles, y verás que con frecuencia los judíos se lanzaban como bestias hambrientas contra los Apóstoles; y que éstos, imitando la sencillez de la paloma, y respondiendo con la humildad, apaciguaron la cólera y el furor y contuvieron el arrebato de aquel pueblo. Decíanles los judíos: ¿No os teníamos prohibido que enseñaseis en ese Nombre? Y aunque podían obrar una infinidad de milagros, nada dijeron, ni hicieron que manifestase acritud. Al contrario, respondieron con suavidad: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. En estas palabras has visto la sencillez de la paloma; en las que siguen verás la prudencia de la serpiente: No podemos callar las cosas que hemos visto y oído.
&teDeum

[Capitulum Laudes]
!2 Tim 4:7-8
v. He combatido con valor, he guardado la fe. Por esto me está reservada una corona de justicia que me dará en aquel día el Señor, justo Juez.
$Deo gratias

[Ant 2]
Los que me habéis seguido, * os sentaréis sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel, dice el Señor.

[Lectio Prima]
!1 Cor 15:9-10
v. Yo soy el menor de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado Apóstol, porque perseguí la Iglesia de Dios. Mas por la gracia de Dios, soy lo que soy, y su gracia no ha sido vana en mí.

[Capitulum Sexta]
!2 Cor 12:7-9
v. Para que la grandeza de las revelaciones no me ensoberbezca, se me ha dado el estímulo de la carne, que es como un ángel de Satanás, para que me abofetee. Por lo cual, por tres veces pedí al Señor que lo apartase de mí, y respondióme el Señor: Bástate mi gracia.
$Deo gratias