[Officium] S. Juan I, Papa y Mártir [Name] Juan [Lectio2] Juan Etrusco gobernó la Iglesia durante el imperio de Justiniano, a quien acudió viajando a Constantinopla a pedir ayuda frente al rey Teodorico, que arrasaba la Italia. Dios jalonó su viaje de milagros. Un noble de Corinto le prestó un caballo manso que su mujer solía montar. A la vuelta, al devolver el caballo a su dueño, se mostró este indómito, tirando siempre a su dueña al suelo, como si no soportase el ser montado otra vez por una mujer, tras ser cabalgadura del vicario de Jesucristo. Por ello le fue regalado al Pontífice. Pero más maravilloso aún, ya en Constantinopla, al encaminarse a la puerta Áurea en compañía del emperador a la vista de la muchedumbre, devolvió la vista a un ciego. El propio emperador se postró a sus pies para venerarle. [Lectio3] Tras la visita al emperador, volvió a Italia, y escribió una carta a todos los obispos de Italia, ordenándoles consagrar las iglesias arrianas según el rito católico, y añadió lo siguiente: «Pues nos, hallándonos en Constantinopla con motivo de la religión católica y del rey Teodorico, consagramos como católicas cuantas iglesias nos encontramos en aquellos lugares». Con la peor de las intenciones, Teodorico llamó a Juan a Rávena con engaño, y ordenó encarcelarlo; y allí murió a los pocos días por el hambre y la inmundicia. Reinó durante dos años, nueve meses y catorce días, y ordenó a quince obispos. Poco después murió Teodorico. Según escribe san Gregorio, cierto eremita lo vio entre el Papa Juan y el patricio Símaco, a quien también asesinó, sumergiéndose en el fuego del Lípari, como si aquellos a quienes dio muerte fuesen sus jueces. El cuerpo de Juan fue llevado de Ravena a Roma y enterrado en la basílica de San Pedro. &teDeum