[Officium] S. Antonini Episcopi et Confessoris [Oratio] Seamos, Señor, ayudados por los méritos de tu santo Confesor y Pontífice Antonino, y puesto que te proclamamos admirable en tu siervo, haz que podamos también gloriarnos de tu misericordia para con nosotros. $Per Dominum [Lectio4] Antonino nació en Florencia de padres honestos; ofreció desde su infancia indicios de su futura santidad. A los 17 años ingresó en la Orden de Predicadores, comenzando desde entonces a brillar en la práctica de las grandes virtudes. Declaró una guerra sin tregua a la ociosidad. Tras un breve sueño, era el primero en acudir a Maitines, y dedicaba el tiempo restante de la noche a la oración, al estudio o a la composición de libros, y si un sueño importuno se apoderaba de sus miembros fatigados, dormía un momento con la cabeza apoyada en la pared, y volvía con mayor avidez a sus santas vigilias. [Lectio5] Observante severísimo de la disciplina regular, no comía carne a no ser en caso de hallarse gravemente enfermo. Dormía sobre el suelo o sobre duras tablas. De continuo usaba cilicio, y no pocas veces llevaba ceñido sobre las carnes un cinturón de hierro. Guardó siempre la castidad. Fue tanta su prudencia en dar consejos, que se le llamaba con elogio Antonino el de los consejos. Era tan profundamente humilde que, aun desempeñando los cargos de superior o de provincial, se complacía en el ejercicio de los oficios más bajos en el monasterio. Constituido arzobispo de Florencia por el papa Eugenio IV, dio su consentimiento, obligado por las amenazas del Papa. [Lectio6] No es posible explicar la prudencia, piedad, caridad, mansedumbre y celo sacerdotal con que resplandeció en el desempeño de su cargo. Fue tan admirable la penetración de su inteligencia que por sí mismo, sin necesidad de maestro, aprendió todas las ciencias de una manera perfecta. Después de tantos trabajos y de haber publicado excelentes tratados doctrinales, recibida la sagrada Eucaristía y la Extremaunción, abrazando el Crucifijo, murió plácidamente el día diez de mayo del año 1459. Ilustre por sus milagros así en vida como después de la muerte, fue inscrito en el número de los Santos por el papa Adriano VI, en el año del Señor 1523. [Lectio94] Antonino, nacido en Florencia, de buenos padres, desde su infancia dio una notable evidencia de su futura santidad. A la edad de 17 años, ingresó a la Orden de los Frailes Predicadores, y desde entonces brilló con las más grandes virtudes. Su vida fue singularmente abstinente, y conservó intacta su virginidad. Fue tan hábil en dar consejos que se le llamó Antonino el consejero. Arzobispo de Florencia por Eugenio IV, aceptó a regañadientes el cargo solo por insistencia del Papa. En este cargo se destacó en la prudencia, la piedad, la caridad, la gentileza y el celo sacerdotal. Sin ningún maestro que lo ayudara, obtuvo un dominio completo de casi todas las ciencias y escribió muchos libros famosos que los exponían. Murió en el Señor el 2 de mayo de 1459 y fue canonizado por Adrián VI. &teDeum