[Officium] S. Matthiæ Apostoli [Name] Matías [Oratio] Oh Dios, que te dignaste asociar al bienaventurado Matías al colegio de tus apóstoles, concédenos, te rogamos, que por su intercesión, experimentemos siempre en nosotros los efectos de tu piedad. $Per Dominum [Lectio1] De los Hechos de los Apóstoles !Act 1:15-18 15 En aquellos días se levantó Pedro en medio de los hermanos, que eran en conjunto unos ciento veinte, y dijo: 16 hermanos, era preciso que se cumpliese la Escritura, que por boca de David había predicho el Espíritu Santo acerca de Judas, que fue guía de los que tomaron preso a Jesús, 17 y era contado entre nosotros, habiendo tenido parte en este ministerio. 18 Este, pues, adquirió un campo con el precio de su iniquidad; y, precipitándose, reventó y todas sus entrañas se derramaron. [Lectio2] !Act 1:19-22 19 Fue público a todos los habitantes de Jerusalén, tanto que el campo se llamó en su lengua Hacéldama, que quiere decir Campo de Sangre. 20 Pues está escrito en el libro de los Salmos: “Quede desierta su morada y no haya quien habite en ella y otro se alce con su cargo.” 21 Ahora, pues, conviene que de todos los varones que nos han acompañado todo el tiempo en que vivió entre nosotros el Señor Jesús, 22 a partir del bautismo de Juan, hasta el día en que fue tomado de entre nosotros, uno de ellos sea testigo con nosotros de su resurrección. [Lectio3] !Act 1:23-26 23 Fueron presentados dos, José, por sobrenombre Barsaba, llamado Justo, y Matías. 24 Orando dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra a cuál de estos dos escoges para ocupar 25 el lugar de este ministerio y el apostolado que rechazó Judas para irse a su lugar. 26 Echaron suertes sobre ellos, y cayó la suerte sobre Matías, que quedó agregado a los once apóstoles. [Lectio7] Lectura del santo Evangelio según San Mateo !Mt 11:25-30 En aquel tiempo: Exclamó Jesús diciendo: Yo te glorifico, Padre, Señor del cielo y tierra, porque has tenido encubiertas estas cosas a los sabios y prudentes del siglo, y las has revelado a los pequeños. Y lo que sigue. _ Homilía de San Agustín, Obispo. !Sermón 10 sobre las Palabras del Señor. Venid a mí todos los que andáis agobiados con penas y trabajos. ¿Por qué todos estamos agobiados, sino porque somos hombres mortales, frágiles, enfermos, cargados con estos vasos de barro, ocasión unos para otros de sufrimientos y molestias? Mas si estos vasos de carne nos tienen oprimidos, ensanchemos en nosotros los espacios de la caridad. ¿Por qué dice: “Venid a mí todos los que sufrís”, sino para que no sufráis? Ved, sino, la promesa que nos hace inmediatamente. Acaba de llamar a sí a los que sufren, y éstos pueden preguntarse qué recompensa les ofrece. “Y Yo, dice, os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí”, no a fabricar el mundo, no a crear las cosas visibles e invisibles, no a realizar maravillas en el mundo, ni a resucitar a los muertos, sino a ser mansos y humildes de corazón. [Lectio8] ¿Quieres ser grande? Comienza por ser pequeño. ¿Piensas edificar una muy elevada construcción? Ante todo piensa en el fundamento de la humildad. Cuando uno se prepara para levantar una gran edificación, tanto más hondo cava el fundamento cuanto el edificio ha de ser más alto. Y a la verdad, cuando se construye, el edificio se eleva hacia lo alto; mas aquel que cava el fundamento desciende hasta lo profundo. De consiguiente, el edificio antes de elevarse, comienza en el fondo del suelo, y no se llega a la altura del remate sino después de esta humillación. [Lectio9] ¿Cuál es la cumbre de la edificación que intentamos construir? ¿A dónde ha de llegar? Me apresuro a decirlo: hasta la visión de Dios. Ya podéis comprender qué cosa tan excelsa y tan grande sea ver a Dios. El que desea esta felicidad, éste entiende lo que digo, y lo que oye. Se nos promete la visión de Dios, del verdadero Dios, del gran Dios. La verdadera felicidad, en efecto, consiste en ver a aquel Dios que nos ve. Los idólotras los ven sin dificultad, más ven a aquellos que tienen ojos y no ven. A nosotros se nos promete la visión del Dios que vive y que nos ve. &teDeum