[Officium] S. Agnetis Virginis et Martyris [Ant 1] Santa Inés, * de pie en medio de las llamas, rogaba al Señor, con las manos extendidas, diciendo: Glorifico tu nombre eternamente y te bendigo a ti, que eres todopoderoso, y digno de ser adorado, venerado y temido. [Oratio] ¡Oh Dios todopoderoso y eterno, que eliges a los más débiles de este mundo para confundir a los poderosos!; concédenos en tu bondad, al celebrar la fiesta de Santa Inés, virgen y mártir, sentir ante ti su valiosa protección. $Per Dominum [Ant Matutinum] Apártate de mí, * pábulo mortífero, porque he sido ya prevenida por otro amante.;;1 Él ha adornado * mi diestra y mi cuello con piedras preciosas, ha puesto en mis orejas perlas de inapreciable valor.;;2 Él ha puesto una señal * en mi rostro, para que fuera de Él no admita otro amante.;;3 El Señor me ha cubierto * con un vestido tejido en oro, y me ha adornado con magníficos collares.;;4 Miel y leche * he recibido de sus labios, y su sangre adorna mis mejillas.;;5 A Él sólo guardo la fe, * a Él solo me abandono completamente.;;8 A aquel solo * guardo fe, cuya hermosura admiran el sol y la luna.;;14 Cristo me ha rodeado * con perlas preciosas, brillantes y resplandecientes.;;44 Con Aquél estoy desposadada, * al cual los Ángeles sirven, cuya hermosura admiran el sol y la luna.;;45 [Responsory1] R. Celebremos la fiesta de una Virgen muy santa, y recordemos de qué modo padeció la bienaventurada Inés; a los trece años de edad perdió la muerte, y halló la vida: * Porque solamente amó al Autor de la vida. V. Niña por los años, muy anciana por la madurez de su juicio. R. Porque solamente amó al Autor de la vida. [Responsory2] R. Él ha rodeado mi diestra y mi cuello de piedras preciosas, ha puesto en mis orejas perlas de inapreciable valor. * Y me ha adornado con piedras preciosas muy resplandecientes. V. Ha puesto una señal sobre mi rostro para que no admita fuera de Él otro amante. R. Y me ha adornado con piedras preciosas muy resplandecientes. [Responsory3] R. Yo amo a Cristo; seré la esposa de Aquél cuya Madre es Virgen, cuyo Padre lo ha engendrado sin concurso de mujer y que ha hecho resonar en mis oídos acordes armoniosos. * Cuando le amare, seré casta; cuando le tocare, seré pura; cuando le recibiere, seré virgen. V. Me ha dado el anillo como prenda de su fe, y me ha adornado con ricos collares. R. Cuando le amare, seré casta; cuando le tocare, seré pura; cuando le recibiere, seré virgen. &Gloria R. Cuando le amare, seré casta; cuando le tocare, seré pura; cuando le recibiere, seré virgen. [Lectio4] Del libro de S. Ambrosio, Obispo, sobre las Vírgenes !Libro 1, después del inicio Celebramos hoy el nacimiento en el cielo de una Virgen; admiremos la pureza. Es la fiesta de una Mártir; inmolemos víctimas. Es la fiesta de Santa Inés; llénense de admiración los hombres, y no se arredren los niños; asómbrense las esposas, imítenla las vírgenes. Mas ¿qué podremos decir nosotros que sea digno de aquella cuyo nombre mismo entraña ya un elogio? Su devoción era superior a su edad; su virtud rebasaba la naturaleza, de tal modo que su nombre me parece que no le viene de una elección humana, sino de una predicción de su condición de mártir, de un anuncio de lo que había de ser ella. El nombre de esta Virgen indica pureza. La llamaré Mártir, y quedará suficientemente hecho su elogio. La alabanza tiene una verdadera grandeza cuando uno es objeto de ella sin buscarla. Nadie es tan digno de elogios como el que puede ser alabado de todos. Esta Mártir tiene tantos heraldos que la alaban como personas pronuncian su nombre. [Responsory4] R. El Señor me ha revestido del ropaje de la salud, y me ha cubierto con el manto de alegría: * Y como a esposa me ha adornado con una corona. V. Ha puesto en mis orejas perlas de inapreciable valor, y me ha cubierto de joyas brillantes y resplandecientes. R. Y como a esposa me ha adornado con una corona. [Lectio5] Tenía trece años cuando padeció el martirio. La crueldad del tirano no perdonó una edad tan tierna. Notemos el gran poder de la fe que halla testigos de tal edad. ¿Había sitio en tan pequeño cuerpo para tantas heridas? Donde no había sitio para recibir el hierro, lo había para vencerlo. Intrépida en las ensangrentadas manos de los verdugos; inconmovible al oír arrastrar con estrépito pesadas cadenas, ofrece su cuerpo a la espada del soldado furioso; ignora lo que es la muerte, pero está dispuesta, si contra su voluntad la llevan a los altares de los ídolos, a tender las manos hacia Jesucristo, desde el fondo de las llamas, y a formar, aun sobre el brasero sacrílego, ese signo que es el triunfo del Señor victorioso. Introduce el cuello y las manos en las argollas de hierro que le presentan, pero ninguna puede ceñir miembros tan pequeños. ¡Nuevo género de martirio! Esta Virgen no es aún apta para el suplicio, pero está madura para la victoria; apenas puede combatir, y ya es capaz de conquistar la corona; tenía en contra suya el prejuicio de su edad, pero practica la virtud propia de los maestros. [Responsory5] R. He recibido de sus labios miel y leche, * Y su sangre ha hermoseado mis mejillas. V. Me ha mostrado tesoros incomparables, prometiéndome que me los daría. R. Y su sangre ha hermoseado mis mejillas. [Lectio6] No iría el esposo a las bodas con tanto apresuramiento como ponía esta santa Virgen en dirigirse con presura al suplicio, gozosa de su proximidad. Todos lloraban, menos ella. Admiraban cómo daba una vida que aún no había gozado, cual si la hubiese ya agotado. Se asombraban de que se mostrase testigo de la divinidad en una edad tan temprana. ¡Cuántas amenazas del tirano sanguinario para intimidarla! ¡Cuántos halagos para persuadirla! ¡Cuántos la deseaban por esposa! Mas ella contestaba: “La esposa injuria al esposo si desea agradar a otros. Únicamente me poseerá el que primero me eligió. ¿Por qué tardas tanto, verdugo? Perezca este cuerpo que pueden amar ojos a los cuales no quiero complacer”. Llega, ora, inclina la cabeza. Temblaba el verdugo lleno de miedo, como si él fuese el condenado; tiembla su mano, palidece por el peligro ajeno, en tanto que una jovencita mira sin temor su propio peligro. Ved en una sola víctima dos martirios, el de la pureza y el de la religión. Inés permanece virgen y obtiene el martirio. [Responsory6] R. Ya su cuerpo (mediante el alimento celestial) se ha unido con el mío, y su sangre ha hermoseado mis mejillas: * Aquel cuya Madre es Virgen, cuyo Padre lo ha engendrado sin concurso de mujer. V. Con Aquél estoy desposada, al cual los Ángeles sirven, cuya hermosura admiran el sol y la luna. R. Aquel cuya Madre es Virgen, cuyo Padre lo ha engendrado sin concurso de mujer. &Gloria R. Aquel cuya Madre es Virgen, cuyo Padre lo ha engendrado sin concurso de mujer. [Lectio94] Del libro de S. Ambrosio, Obispo, sobre la Virginidad !Libro 1, después del inicio Hoy celebramos la entrada en el cielo de una Virgen; imitemos su inocencia virginal. Es el natalicio de un mártir; inmolemos víctimas. Es la fiesta de Santa Inés; admírense los hombres, no se arredren los niños; asómbrense las esposas; imítenla las solteras ¿Qué podremos decir digno de aquella cuyo nombre es un elogio? Su devoción es superior a su edad; su virtud rebasa la naturaleza tanto, que parece que su nombre no es elección humana, sino que dándole el nombre de mártir se anunciaba lo que sería. El nombre de esta virgen indica pureza. La llamo Mártir, y será elogiada. Porque la alabanza es grande cuando uno es su objeto sin buscarla y otros la otorgan. Nadie más digno de elogio que quien es alabado de todos. Esta mártir tiene tantos heraldos que la alaban, como personas pronuncian su nombre. Según la tradición, sufrió el martirio a los trece años. ¡Qué despreciable es la crueldad que no escatimó ni siquiera esta tierna edad! Pero cuán grande es el poder de la fe que encontró incluso a esa edad su testigo. &teDeum [Responsory7] R. Estoy desposada con Aquel a quien los Ángeles sirven, cuya hermosura admiran el sol y la luna: * A Él solo guardo fe, a Él solo me entrego con toda devoción. V. Ha rodeado mi diestra y mi cuello con piedras preciosas, ha puesto en mis orejas perlas de inapreciable valor. R. A Él solo guardo fe, a Él solo me entrego con toda devoción. [Responsory8] R. Yo te bendigo, oh todopoderoso y digno de ser adorado, venerado y temido, * Porque mediante tu Hijo Unigénito he escapado a las amenazas de los hombres impíos, y he pasado inmaculada por las inmundicias del diablo. V. Te glorifico con mis labios, con el corazón, y deseo poseerte con toda mi alma. R. Porque mediante tu Hijo Unigénito he escapado a las amenazas de los hombres impíos, y he pasado inmaculada por las inmundicias del diablo. &Gloria R. Porque mediante tu Hijo Unigénito he escapado a las amenazas de los hombres impíos, y he pasado inmaculada por las inmundicias del diablo. [Ant 2] Al que deseé, * ya lo veo; al que esperaba, ya lo poseo; estoy unida en el cielo con aquél que amé ardientemente en la tierra. [Capitulum Sexta] !Sir 51:4-5 v. Con tu copiosa misericordia me libraste de las fieras que rugían por la presa, de manos que atentaban contra mi vida, de múltiples angustias que me rodeaban. $Deo gratias [Capitulum Nona] !Sir 51, 8; 51, 12 v. Te alabaré hasta la muerte, Señor, porque libras a los que esperan en ti y los arrancas de las manos de los gentiles. $Deo gratias [Ant Vespera 3] Llevada Inés * a un lugar de perversión, encontró allí al ángel del Señor dispuesto a defenderla.;;109 Me asiste * el ángel del Señor, que guarda mi cuerpo.;;110 Mi Señor Jesucristo * se desposó conmigo con su anillo y como verdadera esposa, me adornó con una corona.;;111 Te bendigo, * Padre de mi Señor Jesucristo, porque tu Hijo ha apagado el fuego de mi costado.;;112 Alegraos conmigo * y felicitadme, porque estos tormentos me han valido un trono de luz.;;147 [Ant 3] Santa Inés, * de pie en medio de las llamas, rogaba al Señor, con las manos extendidas, diciendo: Glorifico tu nombre eternamente y te bendigo a ti, que eres todopoderoso, y digno de ser adorado, venerado y temido.