[Rank] Tertia die infra Octavam Epiphaniæ;;Semiduplex;;2;;ex Sancti/01-06 [Rank] (rubrica 196 aut rubrica 1955) Die Octava Januarii;;Feria;;1.2;;vide Sancti/01-06 [Lectio4] Sermón de San Agustín, Obispo. !Sermón 2 de la Epifanía. Entre tantos reyes como nacieron y murieron en el pueblo judío, ¿hay algún otro a quien buscasen los Magos para adorarle? No; porque ningún otro les fue dado a conocer por el lenguaje del cielo. Esta iluminación del espíritu de los Magos constituyó una gran prueba de la ceguedad de los Judíos. Los Magos vinieron a ver al Mesías en el país de los Judíos; y éstos en su propio país no le conocieron. [Lectio5] Llegados de lejos, unos extranjeros adoraron a Jesucristo aún infante que no profería palabra: y sus conciudadanos le crucificaron en el vigor de la edad, cuando hacía milagros. Los unos le adoraron como Dios, no obstante su debilidad, y los otros, no perdonaron a su humanidad, no obstante la grandeza de sus obras: permanecieron incrédulos, como si fuese menor prodigio ver el sol oscurecerse en el momento de su muerte que ver a una nueva estrella en su nacimiento. [Lectio6] La misma estrella que condujo a los Magos al lugar en donde estaba Dios infante con la Madre Virgen, y que podía, sin duda, conducirles a la misma ciudad, se ocultó y no volvió a iluminarles hasta que, habiendo preguntado a los Judíos en qué ciudad había de nacer Cristo, éstos, según el testimonio de la Escritura, se la indicaron diciendo: “En Belén de Judá. Pues así está escrito: Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres la más pequeña entre las principales ciudades de Judá, porque de ti es de donde ha de salir el caudillo que rija mi pueblo de Israel. ¿Qué otra cosa significa la divina Providencia, sino que solo se quedarían los Judíos con los sagrados libros para iluminar a los Gentiles y cegarse a sí mismos? [Lectio7] Lectura del santo Evangelio según San Mateo !Mt 2:1-12 Habiendo nacido Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Y lo que sigue. _ De la Homilía de San Gregorio, Papa. !Homilía 10 sobre los Evangelios. Los Magos presentan oro, incienso y mirra. El oro conviene al Rey, el incienso se ofrece a Dios, y con la mirra son honrados los cuerpos de los difuntos. Los Magos confiesan con sus místicos presentes al mismo a quien adoran. Con el oro al Rey, con el incienso a Dios, y con la mirra al hombre. Hay algunos herejes que a éste le confiesan por Dios, pero no creen que reine en todas partes. Le ofrecen el incienso, pero no quieren ofrecerle el oro. Otros hay que le reconocen por Rey, pero niegan que sea Dios. Estos le ofrecen oro, pero se niegan a ofrecerle incienso. [Lectio8] Existen no pocos que le reconocen como Dios y Rey, pero niegan que haya tomado carne mortal. Aunque le ofrezcan oro e incienso, no quieren ofrecerle la mirra representativa de la humana mortalidad. Nosotros ofrezcamos al Señor nacido, oro confesando su reinado universal; ofrezcámosle incienso, creyendo que Aquel que apareció en el tiempo, existe como Dios antes de todos los tiempos; ofrezcámosle mirra, confesando que el mismo a quien reconocemos impasible en su divinidad, fue también mortal en nuestra carne. [Lectio9] También pueden significar otra cosa el oro, el incienso y la mirra. Con el oro, según Salomón, se designa la sabiduría: “El tesoro deseable descansa en la boca del sabio”. El incienso ofrecido a Dios, expresa la virtud de la oración, con el Salmista: “Elévese mi oración como incienso ante tu presencia”. Y por la mirra se designa la mortificación de nuestra carne. Por lo cual la santa Iglesia dice de sus operarios que luchan por Dios hasta la muerte: “Mis manos destilaron mirra”. &teDeum [Ant 2] Tres son los regalos * que ofrecieron los Magos al Señor: oro, incienso y mirra, como a Hijo de Dios y Rey excelso. Aleluya. [Ant 3] Como luz de luz * te mostraste, Cristo, y los Magos te ofrecieron regalos. Aleluya, aleluya.