21 de diciembre _ Santo Tomás Apóstol D. 2 cl. - Rojo En Calamina, el triunfo de santo Tomás Apóstol, que predicó el Evangelio a los Partos, Medos, Persas e Ircanos; y habiendo llegado por fin hasta la India, e instruido a aquellas gentes en la religión Cristiana, de orden del Rey murió alanceado. Sus reliquias fueron primero trasladadas a la ciudad de Edesa en Mesopotamia, y después a Ortona en el Abruzo. † atravesado por una lanza hacia el año 72 en India. Patrono de arquitectos; constructores; trabajadores de la construcción; albañiles; agrimensores; ciegos; teólogos. Se lo invoca en los momentos de duda. Santo Tomás, oscuro galileo, siguió a Jesús desde el primer año de su ministerio público; pero huyó en el momento de su Pasión. No quiso creer que Jesús hubiese resucitado antes de verlo con sus propios ojos. Así uno de los hombres que debían anunciar al Salvador al universo defeccionó primero y, enseguida, fue difícil de convencer: fue preciso que el Salvador le hiciese meter la mano en sus adorables llagas. Dice la Tradición que después se trasladó a la India a predicar el Evangelio y recibió allí la corona del martirio en edad muy avanzada. En Friburgo de Suiza, el tránsito de san Pedro Canisio, Sacerdote de la Compañía de Jesús y Confesor, insigne en doctrina y santidad; el cual, en tiempos muy trabajosos para Alemania, denodadamente defendió y propagó la fe católica. El Sumo Pontífice Pío XI le puso en el catálogo de los Santos y juntamente le declaró Doctor de la Iglesia universal, y decretó que su fiesta se celebre el día 27 de Abril. En Antioquía, san Anastasio, Obispo y Mártir, el cual, en tiempo del Emperador Focas, en un tumulto levantado por los Judíos contra los Cristianos, fue por ellos bárbaramente asesinado. En Nicomedia, san Glicerio, Presbítero, que en la persecución de Diocleciano, vejado con muchos tormentos, por último arrojado a la hoguera, consumó el martirio. En Toscana, los santos Mártires Juan y Festo. En Licia, san Temístocles, Mártir, el cual, en tiempo del Emperador Decio, se ofreció en lugar de san Dióscoro, a quien buscaban para matarle, y atormentado en el potro, arrastrado y apaleado, consiguió la corona del martirio. En Tréveris, san Severino, Obispo y Confesor.