7 de noviembre _ San Prosdócimo, Obispo En Padua, el tránsito de san Prosdócimo, que fue el primer Obispo de aquella ciudad. Ordenado Obispo por san Pedro Apóstol, fue enviado a predicar la palabra de Dios a dicha ciudad, y allí, resplandeciendo con muchas virtudes y prodigios, descansó con santo fin. En Perusa, san Herculano, Obispo y Mártir. En la ciudad de Schwelmen, en Alemania, el triunfo de san Engelberto, Obispo de Colonia, el cual, dirigiéndose allá desde el pueblo de Zoest a consagrar un templo, atracado en el camino por los sicarios y acribillado de heridas, sufrió un glorioso martirio por defender la libertad eclesiástica y la obediencia a la Iglesia Romana. El mismo día, san Amaranto, Mártir, que, terminado el curso de su leal combate, y sepultado en Albi, ciudad de Francia, vive en el cielo. En Melitina de Armenia, el suplicio de los santos Hierón, Nicandro, Esiquio y otros treinta, que en la persecución de Diocleciano y presidiendo Lisias, fueron coronados. En Anfípolis de Macedonia, los santos Mártires Aucto, Taurión y Tesalónica. En Ancira de Galacia, el martirio de los santos Melasipo, Antonio y Carina, en tiempo de Juliano Apóstata. En Alejandría, san Aquilas, Obispo, insigne en doctrina, en fe, en la conversación y costumbres. En Frisia, el tránsito de san Wilibrordo, Obispo de Utrech, que ordenado Obispo por san Sergio Papa, predicó el Evangelio en Frisia y Dinamarca. En Metz de Francia, san Rufo, Obispo y Confesor. En Estrasburgo, san Florencio, Obispo.