4 de noviembre _ San Carlos Borromeo, Obispo y Confesor de la Fe, D. - Blanco San Carlos Borromeo, Cardenal, Obispo de Milán y Confesor, que pasó al cielo el día de ayer. n. 2 de octubre de 1538 en Arona (Milán), Italia; † 3 de noviembre de 1584 en Milán, Italia. Patrono de obispos; catequistas; catecúmenos; seminaristas; directores espirituales. Protector contra las úlceras; cólicos; desórdenes intestinales; enfermedades del estómago. San Carlos Borromeo, hijo de un senador de Milán y sobrino de Pío IV, cardenal y arzobispo de Milán a los 22 años de edad, consagrose a Dios desde su juventud. Distribuyó a los pobres el precio de un principado que había vendido y se expuso a la peste sirviendo a los atacados por ella; alimentó a tres mil pobres durante una época de hambre, vendiendo para ello su platería y sus muebles más preciosos. Todos los años se retiraba durante ocho días a un lugar solitario para hacer sus ejercicios espirituales. Murió vestido de cilicio en 1584, a la edad de 46 años. En Bolonia, los santos Mártires Vidal y Agrícola; el primero fue antes esclavo del segundo, y después consorte y colega en el martirio. Contra Vidal usaron los verdugos toda suerte de tormentos, de modo que no quedó en su cuerpo parte sin herida; todo lo cual sufrió él con fortaleza, y puesto en oración, entregó el alma a Dios. A Agrícola, fijándole a una cruz con muchísimos clavos, le quitaron la vida. A la traslación de estos Santos asistió san Ambrosio, y refiere que él mismo recogió los clavos, la sangre triunfal y el madero de la cruz, y los colocó debajo del sagrado altar. En el monasterio de Ciervofrío, territorio Meldense, el tránsito de san Félix de Valois, Presbítero y Confesor, que fue Fundador de la Orden de la santísima Trinidad, Redención de cautivos; su fiesta, por decreto de Inocencio XI, se celebra a 20 de este mes. El mismo día, el triunfo de los santos Filólogo y Patrobas, discípulos de san Pablo Apóstol. En Autún, san Próculo, Obispo y Mártir. En Mira de Licia, los santos Mártires Nicandro, Obispo, y Hermas, Presbítero, siendo Presidente Libanio. En la aldea de Vexín de Francia, san Claro, Presbítero y Mártir. En Éfeso, san Porfirio, Mártir, en el imperio de Aureliano. En Rodez de Francia, san Amancio, Obispo, cuya vida fue gloriosa en santidad y milagros. En Roma, el tránsito de san Pierio, Presbítero de Alejandría, varón muy versado en las divinas Letras, de vida purísima, y desembarazado y totalmente libre para el estudio de la Cristiana filosofía; el cual, en tiempo de los Emperadores Caro y Diocleciano, y gobernando la Iglesia Alejandrina el Obispo Teonás, instruyó con grandísima aceptación al pueblo y dio a luz diversos tratados; finalmente, terminada la persecución, pasó el resto de sus días en Roma, donde descansó en paz. En Bitinia, san Juanicio, Abad. En Alba Real de Hungría, el tránsito de san Emerico, Confesor, que fue hijo de san Esteban, Rey de los Húngaros. En Tréveris, santa Modesta, Virgen.