20 de octubre _ San Juan de Kety (Cancio), Presbítero y confesor de la Fe, D. - Blanco San Juan Cancio, Presbítero y Confesor, que durmió en el Señor a 24 de Diciembre. n. 23 de junio de 1390 en Kenti, Polonia; † 24 de diciembre de 1473 en Cracovia, Polonia. Llevaba este santo la caridad hasta el extremo de despojarse de sus propias vestiduras para cubrir a los indigentes. Viajó cuatro veces a Roma para visitar las tumbas de los santos Apóstoles y dar testimonio de su adhesión a la Santa Sede. En una de estas peregrinaciones, topó con unos ladrones que, después de haberle tomado su dinero, le preguntaron si no tenía nada más. Respondió él que no; pero, recordando enseguida que tenía algunas monedas de oro cosidas en su manto, llamó a los malhechores y se las entregó. Impresionados éstos por su candor y su generosidad, le devolvieron lo que le habían tomado. Habitualmente llevaba cilicio, dormía y comía lo menos posible. Murió a la edad de 77 años, en 1473. Su memoria es objeto de gran veneración en Polonia y Lituania. En la ciudad de Avia, cerca de Áquila de los Vestinos, el triunfo de san Máximo, Levita y Mártir, que, llevado del deseo del martirio, se presentó públicamente a los perseguidores que le buscaban; y después de su constante respuesta, suspendido y torturado en el ecúleo, luego apaleado y por último precipitado de un lugar alto, acabó la vida. En Agen de Francia, san Caprasio, Mártir, el cual, habiéndose ocultado en una cueva por huir de la furia de la persecución, oyendo contar cómo luchaba por Cristo la Virgen santa Fe, animado él también a padecer, pidió al Señor que, si le juzgaba digno de la gloria del martirio, hiciese brotar agua cristalina de la piedra de aquella cueva; y como cumplió el Señor su deseo, lanzóse seguro a la palestra, donde, combatiendo esforzadamente, en el imperio de Maximiano, mereció la palma del martirio. En Antioquía, san Artemio, Procónsul, que habiendo desempeñado, en tiempo de Constantino el Grande, muy honrosos cargos en la milicia, por orden de Juliano Apóstata a quien echó en cara su crueldad contra los Cristianos, fue apaleado, diversamente atormentado, y por último degollado. En Constantinopla, san Andrés Cretense, Monje, el cual, por el culto de las sagradas Imágenes, de orden de Constantino Coprónimo, varias veces azotado y por fin, cortado uno de los pies, entregó su espíritu. En Colonia, el suplicio de las santas Vírgenes Marta y Saula, con otras muchas. En Navancia de Portugal, santa Irene, Virgen y Mártir, cuyo cuerpo fue honoríficamente sepultado en la ciudad de Scálabis, que del nombre de la Santa, hasta hoy se llama Santarén. En Alsitz, territorio de Reims, san Sindulfo, Confesor. En Minden de Alemania, la Traslación de san Feliciano, Obispo de Foligno y Mártir; cuando fueron allí depositadas parte de sus reliquias, llevadas a Alemania desde la ciudad de Foligno en Umbría, donde el Santo había en otro tiempo padecido el martirio el 24 de Enero. En París, la Traslación de los santos Mártires Jorge, Diácono, y Aurelio, desde la ciudad de Córdoba en España, donde ambos, con otros tres compañeros, habían consumado antes el martirio a 27 de Julio.