29 de septiembre _ Dedicación de San Miguel Arcángel, D. Iª cl. - Blanco En el monte Gargano, la venerable memoria de san Miguel Arcángel, cuando allí fue consagrada a su nombre una Iglesia, de poca apariencia en verdad, pero dotada de celestial virtud. Patrono de los artistas; personal de emergencia médica; paramédicos; radiólogos; radioterapeutas; oficiales de policía; fuerzas de seguridad; guardias de seguridad; soldados; paracaidistas; marineros; enfermos; personas en trance de muerte; esgrima; verduleros; tenderos; panaderos; fabricantes de sombreros; caballeros; fabricantes de espadas. Protector contra los peligros del mar y en las batallas. Se lo invoca en las tentaciones y para pedir una santa muerte. San Miguel, el príncipe de los ángeles y el protector de la Iglesia, siempre ha defendido el honor y la gloria de Dios tanto en la tierra como en el cielo. Fue él quien echó del paraíso a Lucifer y sus cómplices. La Iglesia celebra esta fiesta en su honor, y Francia, que lo ha elegido por protector, a menudo ha experimentado los venturosos efectos de su protección. Luis IX creó en su honor la célebre Orden de San Miguel; Rusia también lo tuvo en gran veneración. En Auxerre, san Fraterno, Obispo y Mártir. En Tracia, el triunfo de los santos Mártires Eutiquio, Plauto y Heraclea. En Persia, los santos Mártires Dadas, pariente del Rey Sapor, Casdoa, su mujer, y Cabdelas, su hijo; los cuales, despojados de sus honores, y desgarrados con varios tormentos, al cabo de larga prisión, fueron muertos a cuchillo. En Armenia, las santas Vírgenes Rípsimes y sus Compañeras Martires, en tiempo del Rey Tiridates. En Persia, santa Gudelia, Mártir, la cual, por haber convertido muchísimos a Cristo, y por no querer adorar al Sol ni al Fuego, en tiempo del Rey Sapor, al cabo de muchos tormentos, desollada la cabeza y clavada en un leño, mereció alcanzar el triunfo. En Pontecorbo, junto a Aquino, san Grimoaldo, Presbítero y Confesor. En Palestina, san Quiríaco, Anacoreta.